El letrado de José Bretón, padre de los dos hermanos desaparecidos en Córdoba, ha alegado que su cliente tiene 'mente bipolar' pues no distingue la realidad, algo que podría haber sido causado por su presencia en la guerra de Bosnia, de donde vino "muy tocado". Pero, ¿en qué consiste este trastorno? ¿A qué se refiere el abogado?
"El término 'mente bipolar' no existe", afirma Javier Quintero, psiquiatra del Hospital Infanta Leonor de Madrid. Este especialista señala que plantear la defensa con una enfermedad mental como una circunstancia eximente de responsabilidad penal "es una opción muy socorrida, que muchos abogados utilizan y que puede hacer mucho daño a personas con un trastorno psiquiátrico".
Quintero, que desconoce los detalles del caso cordobés, explica que quizás el abogado pudiera estar refiriéndose al trastorno bipolar, pero esa enfermedad "no es habitual que altere la capacidad de juicio. Se trata de una patología que genera cambios en el estado de ánimo, alternando fases depresivas con hipertimia (euforia o irritabilidad) y con eutimia (fase de normalidad). El trastorno bipolar no altera la conciencia, tan sólo en situaciones muy graves de manía podría generar interferencias en la toma de decisiones".
Para Jesús de la Gándara, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General Yagüe de Burgos, el letrado puede estar refiriéndose a otra cosa: "un trastorno de personalidad o un trastorno postraumático. El primero se subdivide en dos categorías: borderline y ciclotímico. En el primer caso, las personas que lo sufren se caracterizan por una marcada inestabilidad emocional. "Son impulsivas y presentan desorden de los sentimientos. Además, tienen una falta de dirección en la vida y son muy volubles", señala Gándara. En cambio, el trastorno de personalidad ciclotímica, se caracteriza por periodos depresivos, con disminución de la vitalidad, con alternancia de estados de euforia, pero es un proceso mucho más lento, tardan meses en fluctuar".
En cuanto al trastorno postraumático, Gándara aclara que "es frecuente entre los militares que han estado en zonas de conflicto. En los años 60-70 hubo una alta incidencia en Estados Unidos debido a los soldados que venían de la guerra de Vietnam. Esta enfermedad sí podría explicar un comportamiento agresivo y desorganizado. Pero, por lo que parece deducirse de los detalles de la desaparición, todo indica a que ha sido algo organizado por lo que no coincidiría con las características de estos pacientes".
Un periodo de latencia
Sin embargo, Luis de Rivera, psiquiatra y autor del libro 'Síndromes de Estrés' señala que como parte del trastorno postraumático puede darse un trastorno disociativo. "Los rasgos de esta persona no llamarían la atención, porque se caracteriza por falta de expresividad asertiva y frialdad, desconexión con lo que está pasando y realización de actos que luego no se recuerdan. En su grado más extremo, se puede dar una personalidad doble, es decir, aquellas personas que se comportan de una manera en un momento y de diferente forma en otro, y luego no lo recuerdan".
Aunque lo más frecuente es que el estrés postraumático aparezca inmediatamente después de la situación traumática vivida, es decir, al poco de un accidente o de una guerra, "en algunos casos se da de forma diferida o retrasada. Puede estar latente durante años, sin dar problemas, o con síntomas poco llamativos y por tanto pasar desapercibido. Meses o años después, ante una situación estresante, puede aparecer una sintomatología diferente y más problemática", aclara de Rivera.
Este especialista está de acuerdo con sus colegas en que las características mencionadas no tienen nada que ver con el trastorno bipolar, ya que éste sólo supone una alteración del estado de ánimo.
Finalmente, Javier Quintero remarca que no se debe relacionar las enfermedades mentales con los actos violentos. "No hay mayor incidencia de acciones delictivas entre los pacientes psiquiátricos, más bien lo contrario, los pacientes con enfermedad mental tienden a ser más frecuentemente víctimas. Hemos de tratar con cautela las posibilidades de padecer una enfermedad mental en estos contextos, y especialmente su reflejo en los medios de comunicación, ya que puede hacer mucho daño a las personas con estas patologías, al generar confusión y derivar en una estigmatización de los mismos porque se asocia enfermedad mental y crimen".
elmundo.es
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