A los hombres también los corre el “reloj biológico”

Los ejemplos sobran. Chaplin, Paul Mc Cartney, Clint Eastwood. A la edad en que estaban para leerles cuentos a los nietos, estos hombres volvieron a ser padres. La lista es larga pero microscópica si se la compara con el total. Ellos son la excepción. Como a las mujeres, a la gran mayoría también los corre el reloj biológico, según acaban de confirmar dos estudios que dejaron en claro que el esperma tampoco dura para siempre .

Fue una de esas investigaciones la que logró determinar que entre los 41 y 45 años las posibilidades de un hombre de concebir un hijo se reducen siete por ciento cada año . El estudio fue presentado esta semana en la conferencia anual de la Sociedad Norteamericana de Medicina Reproductiva (ASRM), por la doctora Paula Fettback, del Centro Huntington de Brasil. “No es igual que en las mujeres, pero eso no significa que los hombres puedan esperar para siempre para tener hijos”, explicó la autora del estudio, que analizó el resultado de 570 tratamientos de fertilización IVF. En todos los casos, los óvulos correspondían a mujeres jóvenes y sanas. Los resultados mostraron que la cantidad de hombres que no habían logrado concebir era “significativamente mayor” que la de los que sí lo habían logrado.

La edad promedio de quienes no pudieron fecundar era de 45 años.

“Uno envejece y todo el cuerpo envejece . Y si el ADN se altera, entonces esto incide tanto en la capacidad fértil como en el producto fértil”, explicó a Clarín desde Orlando, Ester Polak de Fried, directora del Centro especializado en Reproducción (CER).

El otro estudio presentado fue realizado por el Centro de Colorado para Medicina Reproductiva. En este caso se trabajó sólo con ratones, pero según Polak, sus resultados fueron contundentes: sólo el 35 por ciento de los ratones con una edad equivalente a la de un hombre de 50 años lograron fecundar a una hembra. Pero además, también mostró que los embriones de los que sí pudieron concebir no eran tan sanos como los de los ratones jóvenes.

“Siempre hemos pensado que los hombres producen esperma cada ochenta días y que independientemente de su edad ese esperma era como salido del horno, pero ahora sabemos que la capacidad de producirlo disminuye, al menos en términos de calidad”, precisó William Schoolcraft, quien dirigió la investigación.

“Lo que ocurre es una infertilidad devenida , son hombres que en su juventud fueron fértiles, sin problemas para concebir”, explicó Fernando Neuspiller, de IVI Buenos Aires. “La edad – agregó – aumenta la incidencia de fragmentación de ADN y disminuye la cantidad de semen que se produce”.

Un cuerpo saludable y algunos tratamientos pueden ayudar. Pero el paso del tiempo corre por igual para todos. Por eso, tanto Neuspiller como Polak recomiendan a sus pacientes que el congelamiento de semen puede ser un buen antídoto contra la edad.

Parejas con dificultades para concebir

En Argentina el porcentaje de parejas con problemas para poder concebir no difiere con lo que ocurre en el resto del mundo: 15 por ciento son las parejas que sufren algún tipo de dificultad, según datos de la Organización Mundial de la Salud que considera la infertilidad como una enfermedad.

Existen varias posibilidades para superarla, pero ninguna de ellas resulta económica. Los precios van desde 5 mil hasta los 20 mil pesos que puede costar una de las más caras, la fertilización in vitro, incluida en la lista de tratamientos de alta complejidad. Alrededor del 20 por ciento de las parejas con dificultades deben acudir a este tipo de fertilización.

Aunque algunas obras sociales y medicinas prepagas cubren parte de los costos, lo cierto es que no existe un criterio único ni una ley que ampare a las personas con infertilidad.

Desde el 1 de enero de este año, la provincia de Buenos Aires es la única que cuenta con una ley que garantiza tratamientos para todas las parejas. Para ser considerada como “pareja estéril”, la ley exige que al menos se hayan realizados intentos durante un año.

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