Una profesión con doble objetivo. Atender las necesidades y caprichos del cabello y uno menos conocido: estar alerta ante lesiones sospechosas de cáncer de piel en zonas de difícil autoexploración, como el cuero cabelludo y el cuello. Los dermatólogos subrayan el papel que los peluqueros pueden desempeñar en la prevención y la detección precoz de esta enfermedad.
"Están acostumbrados a trabajar y mirar estas áreas del cuerpo y, además, muchas de sus conversaciones con los clientes se centran en la salud, la enfermedad, la atención sanitaria, etc., lo que les da la oportunidad perfecta para aconsejar una visita al médico en caso de observar alguna señal anormal en su piel", explican los autores del artículo, publicado esta semana en 'Archives of Dermatology'.
Aunque, según los expertos, el melanoma suele localizarse con más frecuencia en brazos y piernas, también aparece en lugares más insospechados como la planta del pie, la zona de la ingle, el cuero cabelludo y el cuello. De hecho, su manifestación en estas dos últimas partes del cuerpo supone el 6% de todos los melanomas.
Como señala José Carlos Moreno, presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), "en estas zonas, el melanoma puede pasar desapercibido y, en el caso del cuello, por ejemplo, la detección precoz impera. Está muy cerca de los vasos sanguíneos y, en teoría, tiene mayor capacidad de progresión".
El papel de los peluqueros puede ser crucial para adelantar la visita al especialista y poder combatir el melanoma a tiempo. El problema de este tipo de cáncer de piel es su tendencia a dar metástasis muy pronto. En estos casos, el tratamiento actual es ineficaz y la supervivencia media del enfermo es de entre seis y doce meses. Por suerte, "cada vez se detecta más en sus primeras fases y basta con extirparlo para obtener buenos resultados", argumenta el doctor Moreno, también jefe de Dermatología del Hospital Reina Sofía de Córdoba.
Chequeo en las peluquerías
Con el objetivo de comprobar cuál es el rol actual de los peluqueros en esta materia, un equipo de científicos del Hospital de Mujeres de Brigham y de la Universidad de Harvard (ambos en EEUU) encuestaron a 304 profesionales en 17 peluquerías de Houston. Con frecuencia, el 69% facilitaba a sus clientes un folleto informativo sobre cáncer de piel y el 49% mostraba gran interés por participar en programas educativos para formarse más al respecto.
La implicación del profesional no es tan sorprendente como puede parecer. Según el dermatólogo de la AEDV, "cuando los peluqueros ven una lesión sospechosa en el cuero cabelludo, es habitual que aconseje al cliente a acudir al médico".
Durante los meses previos a la encuesta, el 37,1% aseguraba haber observado lesiones sospechosas en el cuero cabelludo de más del 50% de los clientes; el 28,8% detectó signos anormales en el cuello y el 15,3%, en la cara. Como consecuencia, el 58% de los peluqueros había recomendado acudir al especialista al menos en una ocasión.
"Nuestro estudio deja claro el papel que pueden desempeñar los peluqueros en el diagnóstico precoz y su predisposición a colaborar en esta labor", concluye Elizabeth Bailey, principal autora de la investigación.
El especialista español también apuesta por la "colaboración de otros profesionales, como el podólogo o el personal que hace la manicura. Ante la mínima duda o lesión que observen, es clave que recomienden la visita al médico". En general, continúa, deben estar alerta "cuando vean lesiones con un diámetro superior a seis milímetros, bordes irregulares, asimétricos y varios colores. Si existen uno o dos es suficiente para derivar al cliente al médico".
Dado el potencial papel que pueden cumplir estos profesionales, los autores estadounidenses proponen el desarrollo de ciclos formativos para que aprendan a identificar mejor las señales sospechosas y se conciencien de la importante labor que tienen entre manos en la detección precoz del cáncer de piel.
elmundo.es
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