Falta poco. En cualquier momento los divorcios van a superar a los casamientos. La última estadística de la Dirección General del Registro del Estado Civil porteño dice que en mayo hubo 659 divorcios contra 814 matrimonios. Es que mientras los enlaces caen, las rupturas crecen. Sólo en el último año los divorcios entre porteños subieron casi 10%. ¿Qué anda pasando? Los expertos dicen que hay más violencia, más infidelidad, más impaciencia. Y, además, el trámite se ha agilizado rotundamente.
Los tiempos cambian. Los divorcios también. La ley 23.515 (permite separarse legalmente) está por cumplir 25 años, y el panorama ya no es el mismo. La tecnología -que ha invadido como un pulpo hasta el último resquicio humano- se ha transformado en la gran causante de problemas conyugales. Mails, chats, mensajitos, fotos instantáneas, todo queda registrado, todo puede ser usado en contra. Según un reciente estudio publicado por Clarín , Facebook se menciona en el 20% de los casos de divorcio. Y los jueces deben aggiornarse a los cambios. ¿Una frase provocativa pero virtual alcanza para dictaminar un divorcio? ¿Es adulterio? ¿Es una injuria? Los jueces también deben adecuarse a la realidad económica. ¿Qué hace una pareja que no se soporta más pero no tiene plata para separarse? ¿Es posible divorciarse y convivir? “Los divorcios siguen creciendo. Y varias son las causas: una es el incremento de la violencia familiar, la infidelidad y la no tolerancia de cosas que antes se toleraban”, explica Viviana Koffman, del Club de las Divorciadas. Y habla de la tecnología, la nueva vedette a la hora de aportar pruebas: “Es el primer disparador para enterarse de una eventual infidelidad. En un fallo reciente los jueces consideraron que la infidelidad virtual no es adulterio. Está bien porque el adulterio es por acceso carnal, pero está mal cuando los jueces desestiman esas pruebas, porque pueden servir junto con otras para lograr la convicción del juez”. Y aclara: “Muchos de los divorcios que se inician van acompañados de pruebas informáticas como mensajes de texto (43 %) y mails (29%), además de chats y redes sociales: 2 de cada 10 demandas se inician con prueba virtual. En una sentencia del año pasado, los jueces fallaron que se puede probar el adulterio con presunciones, ya que es difícil probar el adulterio ”.
El abogado de familia, Osvaldo Ortemberg, explica más: “Los mensajes por celular y mail se toman en cuenta y pueden configurar la causal de injurias graves, lo mismo que Facebook. Pueden probar que hay una relación con un tercero de tipo erótico, pero no adulterio, ya que para esto se requiere la prueba material de las relaciones sexuales. Igual, pueden probar las injurias graves, que son también causal de divorcio”.
Adriana Martínez Bedini, asesora del Ministerio de Desarrollo social porteño, abona el concepto: “Cada vez son más los divorcios contradictorios por causa de infidelidad que se prueban a través de las nuevas tecnologías. Permiten presentar a la Justicia un chip, un video, un celular, como complemento para iniciar un divorcio. Todas las pruebas suman. De todas formas, conviene que un escribano público certifique su existencia antes de que sean eliminados”.
El gran deschave tecnológico sumado a la intolerancia entre las parejas está provocando estragos. Los abogados, de parabienes.
Amor a plazo fijo
Dos amigos hacen pis en una fuente que concede deseos. Uno es casado y está harto de la rutina; el otro es soltero y quiere formar una familia. La fuente los escucha y... cada uno empieza a vivir la vida del otro. Esta semana se estrenó la comedia “Si fueras yo”, donde hasta las “diosas” son terrenales cuando no ocultan sus expresiones estomacales, mientras las fantasías del soltero (en el pijama del casado), se evaporan como los matrimonios. ¿Habría que ponerle un plazo fijo al contrato del amor? En México empezaron a estudiar una polémica propuesta: el matrimonio renovable, donde los cónyuges deben dar el sí cada dos años. Si no, la sociedad se disuelve sin abogados, y con posible spot: “Se ofrece cónyuge usado, con papeles al día”. Buena o mala, al menos es una idea, y tal vez sirva para que cada pareja, cuando se acerca la fecha de vencimiento, se anime a limpiar los escombros para construir de nuevo.
Los juicios pueden costar $ 30 mil, sin contar los bienes
El divorcio sale caro. “Los juicios contenciosos, que son largos y hay que probar que el otro incurrió en alguna causal de divorcio, como adulterio, llevan mucho trabajo. El costo va de los 10.000 a los 30.000 pesos, sin contar los bienes”, dice el abogado Osvaldo Ortemberg, aunque hay letrados que cobran hasta 20 mil dólares.
Y explica: “El divorcio de común acuerdo tiene dos modalidades: si la pareja está separada hace más de tres años, basta con la presentación de la demanda firmada por ambos y no hay audiencias; o si no están separados durante ese tiempo, pero tienen más de 3 años de casados, tienen que concurrir a dos audiencias. Otra modalidad requiere 2 años de separados o casados, pero no se obtiene un divorcio pleno, sino una sentencia de separación judicial. El honorario en los tres casos es de $6.000. Respecto de los bienes, se agrega al honorario un importe desde $2.000 por inmueble. Y desde $1.500 por auto. Si es una industria o un campo se establece su valor y se cobra de 2 a 4%. En cuanto a la tasa judicial, se cobra el 3% del valor fiscal de los bienes registrables. Si no hay bienes no se cobra tasa. Respecto de la distribución de los bienes, si son gananciales, es la mitad para cada uno. Están excluidos de la distribución los bienes propios, que son los que cada uno tenía antes de casarse o que se adquirieron después de casados por herencia, legado o donación”.
Viviana Koffman, del Club de las Divorciadas, apunta: “En un divorcio de común acuerdo, sin bienes, los abogados cobran entre $5.000 y $10.000. No se paga tasa de justicia porque no hay bienes. Cada uno le paga a su abogado lo que acordó, o por regulación, que los jueces fijan en $6.000 por letrado. En Provincia, además de los honorarios, el cliente tiene que pagar los aporte del 10% sobre honorarios. Si es controvertido, los honorarios son mucho más altos y si se denunció daño moral se paga como tasa el 3% de la suma que se pidió por ese concepto. Si hay bienes y si hay acuerdo entre cónyuges los abogados arreglamos con nuestros clientes un porcentaje sobre la parte que le corresponde, que oscila entre 5% y 10%. Si la división es controvertida se debe hacer juicio de liquidación de sociedad conyugal. El juez regula honorarios de acuerdo al valor de los bienes. Y se debe pagar una tasa de justicia del 3% de la valuación de los bienes”.
clarin.com
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