Científicos de la Universidad de Minnesota (EEUU) han diseñado un interfaz cerebro-ordenador que permite controlar el vuelo de un helicóptero con la mente. Las voluntarias, tres chicas de 20 a 23 años, lograron pilotar un aparato virtual haciéndolo atravesar con bastante éxito varios aros dispuestos en el aire. ¿La novedad? Que el sistema no es invasivo -se trata de un 'gorro' que recoge las ondas cerebrales- y que el control de la nave se realizó en tres dimensiones.
"Un interfaz ordenador-cerebro es un sistema que interpreta los pensamientos del usuario para producir comandos que controlen un ordenador o un dispositivo", explican los responsables del estudio en las páginas de 'PLoS ONE'. La teoría dice que gracias a estos sistemas se podrían mover objetos con la mente, como una prótesis, una silla de ruedas o un helicóptero.
De momento, las cosas no están tan avanzadas como para hacer que nuestra vida funcione mientras estamos sentados en el sofá, pero ya ha habido pequeñas conquistas en este ámbito del control mental. Por ejemplo, DARPA -una división del Pentágono que se dedica a la ciencia más cercana a la ficción- tiene un programa bastante avanzado de control de prótesis.
Lo más reseñable, según los investigadores, son los esfuerzos para hacer que los sistemas no invasivos se aproximen lo más posible a los invasivos, que "presentan varios grados de riesgo asociados con su implantación [en el cerebro]" y que hacen que sean "practicables sólo en casos en los que la habilidad motora está muy limitada y otros métodos de comunicación son inviables".
Aquí se enmarca este último experimento, que supone un avance principalmente porque el control del helicóptero se realizó en 3D (adelante-atrás, arriba-abajo y girando), "una habilidad que se había limitado a los registros invasivos, de forma que este trabajo abre nuevas vías a la bionavegación no invasiva o las neuroprótesis", subraya Bin He, director del estudio.
El interfaz diseñado por su equipo consta de un sistema montado en una especie de gorro que lee el ritmo sensoriomotor del cerebro, que después es interpretado y calibrado para controlar los movimientos del helicóptero en una pantalla. Gracias a él, las participantes 'pilotaron' el aparato de forma ininterrumpida a través de los aros virtuales con un éxito del 85%.
ELMUNDO.ES
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