El último año creció 107 por ciento la cantidad de personas que utilizan la bicicleta en la ciudad, las que en promedio alcanzan los 36.000 por día. Así lo muestra un informe que el gobierno porteño realizó en conjunto con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires en 36 puntos de la red de ciclovías. Además, unas 2000 personas utilizan por día las bicicletas públicas gratuitas.
El último año y medio la ciudad construyó 70 kilómetros de ciclovías, la misma cantidad de bicisendas que había en la ciudad antes de la gestión de Mauricio Macri, e instaló 18 centros de alquiler de bicicletas, que en su mayoría circulan por estos carriles preferenciales.
Así, Buenos Aires apuesta al uso de la bicicleta como medio de transporte y como paliativo del caos cotidiano de tránsito, como ocurre en otras urbes de Europa y de América. De todas maneras, la oposición cuestiona que aún son pocas las personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte y que las ciclovías, lejos de aliviar el tránsito, le quitaron espacio a los taxis y colectivos.
En el aumento del uso de las ciclovías fue determinante la puesta en marcha del sistema conocido mundialmente como bicing , en el que se inscribieron 26.300 personas que realizaron 201.500 viajes -a razón de unos 2000 por día- desde su lanzamiento, en diciembre pasado. La ciudad tiene en uso 620 bicicletas amarillas -cada una le cuesta 900 pesos- en 18 estaciones distribuidas en los 70 kilómetros que tiene la red. Los circuitos recorren Buenos Aires de Norte a Sur y de Este a Oeste, conectando puntos neurálgicos como Retiro, Constitución, Plaza Italia, plaza Once, Puerto Madero, La Boca, el Correo Central y la Plaza de Mayo. El 60% de la red está al sur de la avenida Rivadavia.
Hoy, grandes, chicos, familias enteras y algunos trabajadores emplean las ciclovías en varias franjas horarias del día, pero su uso se potencia sensiblemente los fines de semana. Según las encuestas realizadas a los usuarios que difunde la ciudad, el 54% las utiliza para ir a trabajar; el 12%, para ir a estudiar; el 11,5%, para hacer deportes; el 8,4%, como recreación, y el 14,1%, por otras razones.
"El grupo que va entre los 18 y los 29 años fue el que mostró el mayor aumento del uso de la bicicleta, ya que pasó de 0,62 a 2,50% entre mayo de 2010 y mayo de este año. En este segmento, el uso del auto es del 10,8%, es decir que cada cuatro autos hay una bicicleta en esta franja de la población", concluye el informe universitario.
"Estos números muestran que se está dando un importante cambio cultural en la Capital, apoyado por numerosas empresas que incentivan el uso de la bicicleta como medio de transporte creando estacionamiento y promoviendo su utilización", dijo Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito y Transporte de la ciudad.
Pero el sistema tiene objeciones. A la ciudad le cuesta 36.000 pesos por cuadra construir una ciclovía, lo que incluye el arreglo de las veredas, la construcción del bloque separador de cemento, la pintura y los semáforos. "Si de las 2000 personas que usan la bicicleta por día el 54% lo hace para ir a trabajar, estamos hablando que 1000 personas por día la consideran un medio de transporte. Es una cifra muy escasa para quitarle tanto espacio en calles y avenidas al transporte público. Esta ley debió implementarse de otra manera, de manera progresiva", criticó Sergio Abrevaya, diputado porteño por la Coalición Cívica.
Cómo es el bicing
Actualmente, hay 18 estaciones habilitadas para el bicing : Aduana, Facultad de Derecho, Retiro, plaza Roma, Plaza Italia, parque Lezama, 9 de Julio y Perón, Congreso, parque Las Heras, Universidad Católica Argentina, Tribunales, plaza Vicente López, plaza Once, estación Pacífico, Virrey Cevallos y Av. San Juan, plaza Houssay, Plaza de Mayo y plaza Almagro, y 620 bicicletas disponibles. El servicio es gratuito y funciona de lunes a viernes, entre las 8 y las 20, y los sábados, de 9 a 15. El alquiler está disponible para usuarios prerregistrados a través de Internet o en las mismas estaciones.
"Próximamente se inaugurará la segunda etapa de la red de ciclovías protegidas del Corredor Norte, desde Sarmiento y Avenida del Libertador hasta La Pampa. Esta obra consistió en la construcción de 3000 metros de ciclovías protegidas, que sumados a los 5000 metros que ya tenía el corredor, desde Retiro hasta Sarmiento y Libertador, hacen un total de 8000 metros de ciclovías", adelantó Dietrich.
En una recorrida que realizó LA NACION advirtió que el uso de las ciclovías creció, aunque no hay controles sobre numerosos obstáculos que las bloquean, como contenedores o bolsas de residuos, y tampoco se cumplió la promesa de que habría agentes de tránsito en bicicletas custodiando esos carriles.
"Me ahorro 176 horas perdidas en un colectivo"
"El mal del oficinista moderno", como él lo definió, fue el causante de que en unos estudios médicos le salieran altos los valores de colesterol en sangre y también de ácido úrico. Entonces, Federico Stellato, de 38 años, decidió hacer algo por su salud: comenzó a ir al trabajo, desde Barracas hasta Puerto Madero, en bicicleta.
"En su momento, después de ver los análisis, me decidí: tenía que hacer actividad física y preferí subirme a la bicicleta para comenzar a llevar una vida más activa. Y descubrí un montón de beneficios más", dijo Stellato, que vive en Montes de Oca y Martín García, y que cada mañana recorre 2,5 kilómetros hasta Ingeniero Huergo 723, donde está el edificio de Telefónica, empresa en la que trabaja, y transita por el Corredor Sur.
"Hace un año que uso la bicicleta y, en ese lapso, me ahorré 176 horas de tiempo perdido arriba de un colectivo. Y no sólo bajé seis kilos, sino que también logré relajarme más y combatir el estrés", cuenta. Y agrega: "Más allá de todos los beneficios para la salud que conseguí, logré reducir sensiblemente mi tiempo de viaje: antes, entre caminata y colectivo, tardaba 35 minutos en llegar al trabajo. Hoy, con la bicicleta, demoro doce minutos, esté o no atascado el tránsito o haya paro de colectivos, piquetes... Es increíble", dice Stellato, que se desempeña como guardián de marcas en la empresa española desde hace 18 años.
Un "kit de viaje" acompaña a Stellato en su mochila, que incluye un inflador, una cadena con candado, un jabón, una toalla, un desodorante y la camisa que luego utilizará en el trabajo. "Hacía más de diez años que no usaba la bicicleta y, al principio, me costó un poco -dice-. Ahora directamente uso el bicing y es mucho más práctico todavía, porque siempre tengo una bicicleta en condiciones y no tengo que ocuparme de la mía."
"En su momento, después de ver los análisis, me decidí: tenía que hacer actividad física y preferí subirme a la bicicleta para comenzar a llevar una vida más activa. Y descubrí un montón de beneficios más", dijo Stellato, que vive en Montes de Oca y Martín García, y que cada mañana recorre 2,5 kilómetros hasta Ingeniero Huergo 723, donde está el edificio de Telefónica, empresa en la que trabaja, y transita por el Corredor Sur.
"Hace un año que uso la bicicleta y, en ese lapso, me ahorré 176 horas de tiempo perdido arriba de un colectivo. Y no sólo bajé seis kilos, sino que también logré relajarme más y combatir el estrés", cuenta. Y agrega: "Más allá de todos los beneficios para la salud que conseguí, logré reducir sensiblemente mi tiempo de viaje: antes, entre caminata y colectivo, tardaba 35 minutos en llegar al trabajo. Hoy, con la bicicleta, demoro doce minutos, esté o no atascado el tránsito o haya paro de colectivos, piquetes... Es increíble", dice Stellato, que se desempeña como guardián de marcas en la empresa española desde hace 18 años.
Un "kit de viaje" acompaña a Stellato en su mochila, que incluye un inflador, una cadena con candado, un jabón, una toalla, un desodorante y la camisa que luego utilizará en el trabajo. "Hacía más de diez años que no usaba la bicicleta y, al principio, me costó un poco -dice-. Ahora directamente uso el bicing y es mucho más práctico todavía, porque siempre tengo una bicicleta en condiciones y no tengo que ocuparme de la mía."
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