sábado, 13 de noviembre de 2010

Después de un infarto, el sexo puede ser un buen ejercicio


La mayoría de los pacientes que sufrieron un infarto agudo de miocardio deberían recuperar, entre dos semanas y un mes después, una actividad sexual similar a la que mantenían antes del episodio cardiovascular, según las recomendaciones que aparecen en una nueva investigación de especialistas españoles.
El médico José María Maroto, jefe de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, explicó que el sexo luego de una cardiopatía es recomendable para el corazón, tanto por los beneficios del ejercicio físico que demanda como por su efecto para la recuperación de la autoestima y la vida normal.
Aproximadamente la mitad de los pacientes cardiópatas llegan a padecer algún problema sexual, según informó la Fundación Española del Corazón y la Sociedad Española de Cardiología en un comunicado conjunto.
De acuerdo con los datos de un estudio realizado en el Hospital Ramón y Cajal sobre 421 pacientes con infarto de miocardio –con una edad promedio de 56 años–, la incidencia de la disfunción eréctil es del 52 por ciento.
En las mujeres con cardiopatía isquémica, la disfunción sexual se presenta en porcentajes todavía mayores y el tratamiento es bastante más complejo.
Según los expertos, los programas de rehabilitación cardíaca, con actuaciones a nivel físico y psicológico, facilitan el control de los trastornos sexuales . Los especialistas recomiendan que, en general, quince días o un mes después de haber sufrido un infarto se debe reanudar la actividad sexual poco a poco hasta llegar a normalizarla.
Sin embargo, si se sigue un tratamiento con inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (una enzima específica del pene), como el Viagra, con el fin de solucionar la disfunción eréctil es preferible esperar de seis a ocho semanas. Y previamente habría que realizarse un estudio cardiológico que descarte contraindicaciones.
Se considera que la actividad sexual se corresponde con una actividad física entre moderada y liviana: 3,7 METS (que corresponde a la unidad de medición de gasto de energía, equivalente a 1,2 kilocalorías por kilo por hora) en las fases pre y posorgásmica, y 5 METS durante el orgasmo. Es decir, equivale aproximadamente a caminar un kilómetro y medio en quince minutos.

Retomar la vida normal
Esta es una consulta habitual de los pacientes y la respuesta es que históricamente se ha recomendado que la persona que ha sufrido un infarto pueda reinsertarse a su vida lo antes posible. Desde ya que el sexo es un aspecto muy personal e íntimo de cada paciente, como para que un médico lo recomiende de la misma manera que una medicación. Lo que sí hay que tratar es de retomar la vida normal que tenía antes del episodio cardíaco, y entre esas cosas está el sexo, porque el nivel de esfuerzo que representa una relación sexual es relativamente bajo, comparable al que hace una persona cuando camina apurado. Pero hay que tener en cuenta algunos factores. Por ejemplo el tipo de infarto que tuvo la persona, o si la relación es con su pareja habitual: está demostrado que si el sexo es con una pareja no habitual, el esfuerzo que hace un hombre es mucho mayor.
clarin.com

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