La Agencia europea de Derechos Fundamentales (FRA, en sus siglas en inglés) ha denunciado hoy que la República Checa realiza test para comprobar la homosexualidad de los hombres demandantes de asilo que dejan sus países con el argumento de que son perseguidos allí por su orientación sexual.
Este "test de homosexualidad", que realiza un sexólogo o psicólogo, trata de comprobar si el hombre reacciona ante el visionado de material pornográfico heterosexual, una prueba que se realiza previo consentimiento del demandante de asilo, según explica la propia agencia.
Así lo revela un informe sobre 'Homofobia, transfobia y discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género' que la FRA ha presentado hoy en el Parlamento Europeo a petición de éste.
Explicaciones del Ministerio del interior checo
Según la información recabada del Ministerio del Interior checo por parte de expertos del FRA, esta prueba se realiza sólo cuando hay dudas sobre la orientación sexual del que denuncia persecución por su homosexualidad, por ejemplo, porque en su entrevista haya respondido de forma contradictoria.
Dado que en muchos países se persigue de facto la homosexualidad pero no consta esa prohibición explícitamente en las leyes nacionales, surgen dudas para las oficinas de asilo a la hora de conceder la protección internacional en estos casos.
La FRA ha considerado que ese examen "es particularmente inapropiado" para los demandantes de asilo porque "muchos de ellos pueden haber sufrido abusos sexuales y sufrir especialmente ante ese tipo de imágenes".
Por otro lado, la agencia también duda de que el test se realice "previo consentimiento" y señala que dado que la protección internacional puede depender de ello queda anulada la voluntad real de quien se somete a él.
Lagunas en la normativa
En conclusión, para la FRA el citado examen muestra "una credibilidad cuestionable" y además "resulta totalmente ineficaz en el caso de los bisexuales".
Este test de homosexualidad es la revelación más sorprendente del informe sobre homofobia de la FRA, que concluye que desde el anterior estudio, en 2008, "no ha cambiado nada o muy poco" en los Veintisiete en lo que se refiere a atajar la discriminación por razón de orientación sexual o identidad de género.
"Aunque un mayor número de países ha avanzado en el reconocimiento de las uniones del mismo sexo, otros muchos siguen negando ese derecho con las implicaciones que ello tiene para la libertad de movimiento", señala en el informe el director de FRA, Morten Kjaerum.
En los dos últimos años Irlanda, Francia, Portugal y Suecia han avanzado en la materia, mientras que Rumanía, Bulgaria y Estonia han prohibido las uniones homosexuales expresamente como inválidas.
España sale bien parada en prácticamente todos los apartados del informe, que ha estudiado la protección legal de los homosexuales, su libertad de expresión y asociación, la consideración de la pareja como "miembro de la familia" de cara al derecho de libertad de movimiento y los requerimientos para una reasignación de sexo.
elmundo.es
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