martes, 14 de diciembre de 2010
Diez tecnologías que se resisten a desaparecer
viernes, 4 de diciembre de 2009
Sale a la luz una antigua cultura

Antes de la gloria de Grecia y Roma, incluso antes de las primeras ciudades de la Mesopotamia o los templos del Nilo, vivieron en el valle del bajo Danubio y las laderas de los Balcanes pueblos que estaban a la vanguardia de su tiempo en arte, tecnología y en el comercio a grandes distancias.
Durante 1500 años, desde antes del 5000 a.C., cultivaban y construyeron pueblos de proporciones considerables, algunos con alrededor de 2000 viviendas. Eran maestros en la fundición del cobre a gran escala, la nueva tecnología de la época.
Sus tumbas poseen una gran variedad de exquisitos tocados y collares, y en un cementerio se encontró la primera gran colección de artefactos en oro que jamás se haya hallado en el mundo. Los impactantes diseños de la alfarería hablan del refinamiento del lenguaje visual de esta cultura. Hasta los recientes descubrimientos, las piezas más llamativas eran las omnipresentes "diosas" de terracota, figuras originariamente interpretadas como la evidencia del poder espiritual y político de las mujeres en la sociedad.
La nueva investigación, según los arqueólogos e historiadores, ha ampliado la comprensión de esta cultura olvidada durante mucho tiempo y que parecía haberse acercado a los umbrales del estatus de "civilización".
La escritura, sin embargo, no se había inventado aún, y por eso nadie sabe cómo se llamaban a sí mismos estos pueblos. Para algunos estudiosos, la gente y la región son simplemente "Vieja Europa".
Esta cultura, poco conocida, está siendo rescatada de la oscuridad en una exhibición, El Mundo Perdido de la Vieja Europa: el Valle del Danubio, 5000-3500 a.C., que abrió el mes pasado en el Instituto para el Estudio del Mundo Antiguo, de la Universidad de Nueva York.
"En su esplendor, alrededor del 4500 a.C., esta cultura se encontraba entre los lugares más complejos y tecnológicamente más avanzados del mundo y desarrollaba muchos de los signos políticos, tecnológicos e ideológicos de la civilización" aseguró David W. Anthony, curador invitado de la exhibición.
Los historiadores sugieren que la llegada desde el sudeste de Europa de pueblos de las estepas puede haber contribuido al colapso de esta cultura alrededor de 3500 a.C.
En la preexhibición, Roger S. Bagnall, director del instituto, confesó que hasta ahora "muchos arqueólogos no habían oído hablar de las culturas llamadas «Vieja Europa»". Al admirar las coloridas cerámicas, el Dr. Bagnall, especialista en arqueología egipcia, destacó que en esos tiempos "los egipcios todavía no hacían alfarería como ésta".
A pesar de que las excavaciones del último siglo descubrieron restos de antiguos asentamientos y las figuras de las diosas, recién en 1972 los arqueólogos descubrieron un gran cementerio del quinto milenio antes de Cristo en Varna, Bulgaria, y comenzaron a sospechar que no se trataba de pueblos pobres que vivían en sociedades no estructuradas e igualitarias. En ese entonces, confinados en la soledad de la Guerra Fría, detrás de la Cortina de Hierro, búlgaros y rumanos no pudieron transmitir su conocimiento a Occidente.
La historia que surge ahora es de granjeros pioneros que a partir de alrededor de 6200 a.C. se trasladaron hacia el Norte desde Grecia y Macedonia trayendo semillas de trigo y cebada y ganado y ovejas domesticadas.
Establecieron colonias a orillas del mar Negro y en las planicies de los ríos y evolucionaron en culturas relacionadas pero algo diferentes entre sí. Según los arqueólogos, los asentamientos tuvieron contacto entre sí a través de redes de comercio de cobre y oro, y también compartieron patrones de diseño en sus cerámicas.
Las conchillas Spondylus, del mar Egeo, eran un material importante en su comercio. Quizá las conchillas, utilizadas en pendientes y pulseras, hayan sido símbolos de sus ancestros egeos. Otros estudiosos ven estas adquisiciones realizadas en sitios tan distantes como motivadas por la idea de que esos elementos no eran "commodities" en el sentido moderno, sino más bien símbolos "valiosos" de estatus y reconocimiento social.
Algunos pocos pueblos de los Cucuteni, una cultura posterior y aparentemente fuerte al norte de la Vieja Europa, creció hasta más de 323 ha, lo que los arqueólogos consideran es mayor que otros asentamientos humanos conocidos de la época. Pero las excavaciones todavía no tienen evidencias definitivas de palacio, templos o grandes edificios cívicos.
La alfarería hogareña decorada en estilos diversos y complejos sugiere que existían elaborados rituales hogareños a la hora de comer, con enormes cacharros para servir alimentos.
En un principio, la ausencia de una arquitectura de élite llevó a los estudiosos a considerar que la Vieja Europa tenía poca o ninguna estructura jerárquica de poder, pero esto se refutó al encontrarse las tumbas del cementerio de Varna.
Vladimir Slavchev, curador del Museo Regional de Historia de Varna, dijo que "la riqueza y variedad de los presentes de la tumba de Varna era una sorpresa (...) Varna es el cementerio más antiguo encontrado hasta ahora donde los humanos eran enterrados con adornos de oro", aseguró.
Más de 3000 piezas de oro fueron encontradas en 62 tumbas junto a armas de cobre, herramientas y adornos, collares y pulseras de las preciadas conchillas egeas.
jueves, 25 de junio de 2009
Hallaron una flauta que sería el instrumento musical más antiguo

The New York Times
NUEVA YORK.- Al menos 35.000 años atrás, en las profundidades de la última edad de hielo, el sonido de la música llenó una caverna en lo que es hoy el sudoeste de Alemania, el mismo lugar y en el mismo momento en que los primeros Homo sapiens también estaban esculpiendo los ejemplos más antiguos conocidos de arte figurativo del mundo.
Un equipo de arqueólogos alemanes reportaron ayer el hallazgo, durante el último otoño boreal, de una flauta de hueso y de dos fragmentos de flautas de marfil que, dicen, representan el florecimiento más temprano conocido de la música en la cultura de la Edad de Piedra. Dijeron que la flauta de hueso con cinco orificios para los dedos hallada en la cueva Hohle Fels, en las colinas al oeste de Ulm, son "los instrumentos musicales más completos hallados en cuevas", en una región donde fragmentos de otras flautas han aparecido en los últimos años.
Una flauta de tres orificios tallada en marfil de mamut fue descubierta años atrás en otra cueva, al igual que otras dos flautas huecas de huesos de ala de cisne. En la misma cueva, los arqueólogos también hallaron bellas esculturas de animales.
Pero hasta ahora los artefactos musicales parecían ser demasiado raros y no estaban tan precisamente datados como para dar lugar a una más amplia interpretación de los tempranos inicios de la música. La evidencia sólida más antigua de instrumentos musicales provenía de Austria y de Francia, pero estaban datados en 30.000 años de antigüedad.
En un artículo que publica la ediciónonline de la revista Nature , Nicholas J. Conard, de la Universidad de Tubinga, en Alemania, y sus colegas escribieron: "Estos hallazgos demuestran la presencia de una tradición musical bien establecida en el momento en que los humanos modernos colonizaron Europa".
Aunque la datación con radiocarbono puede ser imprecisa cuando se realiza en piezas de más de 30.000 años, las muestras de los huesos y el material asociado fueron estudiadas en forma independiente por dos laboratorios de Inglaterra y de Alemania mediante diferentes métodos. Los científicos dijeron que los resultados coinciden en que la antigüedad es de por lo menos 35.000 años.
El doctor Conard, profesor de arqueología, dijo en un e-mail enviado desde Alemania que "las nuevas flautas deben tener una antigüedad cercana a los 40.000 años, y ciertamente corresponden a la datación de los primeros asentamientos de la región".
Los neandertales, los parientes más cercanos del hombre, aparentemente no dejaron evidencias firmes de haber desarrollado la música.
Friederich Seeberfer, un especialista alemán en música antigua, realizó una reproducción en madera de la flauta de marfil hallada previamente. Experimentando con la réplica, halló que la antigua flauta producía un rango de notas comparable en muchos aspectos con las flautas modernas. "Las notas son completamente armónicas", dijo.
Todavía resta construir una réplica del reciente descubrimiento, pero los arqueólogos dijeron que esperan que la flauta de cinco orificios con su mayor diámetro "provea un comparable, o quizás mayor, rango de notas y posibilidades musicales".
Mientras tanto, el doctor Conard comenzó esta semana una nueva temporada de exploración en la cueva Hohle Fels. "Veremos cómo nos va -dijo en un e-mail -. Nunca tengo expectativas. Uno nunca encuentra lo que está buscando, pero uno normalmente encuentra algo interesante."
Arqueólogos y otros científicos sólo pueden especular sobre qué es lo que llevó a estos primitivos europeos a hacer música.
En ese sentido, Conard y sus colegas Susanne Münzel, de Tubinga, y Maria Malina, de la Academia de Ciencias de Heidelnerg, señalaron que el descubrimiento de la flauta de Hohle Fels fue realizado en sedimentos que se encuentran a unos pocos metros de donde fue hallada la figura femenina esculpida de una mujer desnuda, también de unos 35.000 años de antigüedad.
¿Cómo se explica la relación entre ambos hallazgos? ¿Ritos de fertilidad o lazos sociales? Los arqueólogos alemanes sugirieron que la música de la Edad de Piedra "podrían haber contribuido al mantenimiento de redes sociales más extensas y, por lo tanto, quizás hayan ayudado a facilitar la expansión demográfica y territorial de los humanos modernos".
lanacion.com
lunes, 25 de mayo de 2009
El hombre pesca desde antes de lo que se creía

jueves, 14 de mayo de 2009
La figura humana más antigua

El hallazgo ofrece nueva luz sobre las primeras expresiones artísticas del hombre primitivo en Europa y presumiblemente en el mundo, declaró Nicholas Conard, profesor de arqueología de la Universidad de Tubinga y responsable de las excavaciones.
La figura, de tan sólo seis centímetros de longitud, fue hallada en septiembre de 2008 durante unas excavaciones en la cueva de Hohle Fels, cerca de la localidad de Scheklingen, en el sureño estado alemán de Baden-Württemberg, aunque el descubrimiento se mantuvo en secreto hasta ahora.
"Nos quedamos sin habla al verla", dijo Conard al presentar por primera vez a la opinión pública la figura, que calificó como "una pieza llena de energía y muy expresiva".
Su compañero Pau Mellars escribe en un artículo que publicará mañana la revista científica Nature que la nueva venus es casi pornográfica, teniendo en cuenta los valores estéticos y morales de la actualidad.
La venus, que será expuesta a partir de septiembre en el Kunstgebäude de Stuttgart, fue descubierta rota en seis fragmentos a unos 20 metros de distancia de la boca de la cueva y le faltan el brazo y hombro izquierdos.