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"Una cosa fue llevando a la otra", se convence Fernando Pons al intentar explicar cómo fue que pasó de iluminar el escenario del Teatro Colón a hacer lo mismo pero con edificios y monumentos públicos como el Planetario, reinaugurado hace pocos días. En los 90, Pons, hoy director de RGB Lighting Systems, conoció a Edgardo Boqué, dueño de esa firma, y poco después empezó a experimentar con tecnología de LED (diodo emisor de luz, en inglés).
Esta empresa es sólo una de las que empiezan a recibir las llamadas de jefes comunales que quieren impresionar a sus vecinos con una nueva apariencia urbana: alumbrar el espacio público con LED. El Planetario, reinaugurado la semana pasada, es sólo el último caso de una extensa lista de edificios que va camino de incorporar color y efectos. La adopción de esta tecnología no es sólo un tema estético: el LED es ecológico, consume menos energía y dura más.
"La inversión pública se está acelerando, y en el mercado residencial ABC1 crece a un 40% anual. Es como la fiebre del oro, vendedores de cualquier cosa ahora quieren comercializar LED", se quejó Alejandro Molero, uno de los dueños de Mentrau, empresa que trabaja ahora en proyectos porteños tras varias obras en San Luis, entre ellas la residencia privada del ex gobernador Alberto Rodríguez Saá.
Aunque están a la vista desde hace casi dos años, los primeros grandes hitos de LED todavía sorprenden. Todos los días, después del atardecer, la Casa Rosada se pone magenta, y el edificio del Banco Nación acompaña con un celeste tímido; el Monumento de los Españoles no se decide entre rojo, verde y azul, y el Planetario salpica el exterior de su cúpula con estrellas mientras pone a girar su anillo característico. O al menos eso parece.
En la ciudad están en estudio proyectos parecidos para el Obelisco, el Palacio de Justicia y Puerto Madero. Además, podrían reemplazarse hasta 5000 luminarias de calle con dispositivos de LED, similares a las que ya alumbran la plaza Cortázar, en Palermo. En 2008, los semáforos de LED ya les habían dado otro brillo a las avenidas Del Libertador y 9 de Julio.
"No todas las ciudades pueden ser Las Vegas, donde todo es color", opinó Pons, que está trabajando en un nuevo diseño para un parque astronómico que se instalará junto al Planetario. Pons fue lapidario con sus competidores: "Lo que se hizo en la Casa Rosada es un desastre, la pintaron de fucsia en lugar de haberle dado blanco para que se vea su color original. El espacio público hay que manejarlo con mucho cuidado", dijo. Y, en defensa propia aclaró: "El Planetario daba para usar color y efectos porque es un edificio futurista que parece una nave espacial".
"Aunque todavía la ecuación de costos no cierra, en muchos municipios se están haciendo grandes inversiones porque el marketing es muy fuerte", opinó Eduardo Manzano, director del departamento de Luminotecnia, Luz y Visión de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), único en su tipo en América latina. Desde hace dos años, ese centro dicta la única licenciatura en diseño de iluminación del país.
El encarecimiento de la electricidad por el retiro de los subsidios al consumo le sumará presión a la demanda. "Un dispositivo de LED consume entre un 70 y un 80 por ciento menos que una lámpara similar halógena y dura alrededor de 10 veces más (40.000 horas versus 4000 horas)", explicó Molero. Claro, una luminaria de alumbrado público común está en el orden de los US$ 300 y una de LED, no menos de US$ 1000, según los especialistas.
"Al masificarse la demanda, están bajando los costos. Hace dos años, una tira de un metro valía 100 dólares, hoy esa misma tira vale 20", dijo Esteban Leiman, director de TodoLeds, una firma familiar de Chacarita cuya propuesta quedó segunda en la licitación para iluminar la Casa Rosada.
"Todo el mundo compite para ver quién pone más LED, pero hay que ser cuidadosos porque la tecnología cambia rápido, casi tanto como celulares o computadoras", advirtió Pons, que como Molero y Leiman prevé crecer en el ensamblado local (con LED chino) para evitar restricciones a las importaciones. Nadie quiere perderse la fiesta del LED.
CLAVES
- Tecnología . El LED, Light Emitting Diode, es un semiconductor que genera luz al recibir electricidad. Desde hace varias décadas se utiliza exclusivamente en dispositivos electrónicos. En los 2000 comenzó a aplicarse en iluminación de edificios y espacios públicos y privados.
- Ventajas . Los LED consumen entre un 70 y un 80 por ciento menos que sus equivalentes halógenos y duran 10 veces más. A diferencia de las lámparas de bajo consumo, no contienen mercurio. Pero su costo es hasta seis veces más alto que las tecnologías convencionales.
- Antecedentes . La luz de LED llegó a Buenos Aires en 2008, cuando se instalaron los primeros semáforos con esa tecnología. Luego se experimentó con luminarias en espacios verdes, como la plaza Cortázar. En 2012 podrían reemplazarse con esta tecnología hasta 5000 lámparas de iluminación pública.
- Mercado global . En 2010, según la consultora Frost & Sullivan, el mercado global de iluminación de LED facturó unos 491,1 millones de dólares. Para 2017, llegaría a 1895,5 millones de dólares.
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