Al descender de la nave Oak Hill este miércoles, la suboficial de segunda clase de la marina estadounidense Marissa Gaeta besó abiertamente a su pareja, la suboficial de tercera clase Citlalic Snell, tras permanecer 80 días en el océano.
Esta es la primera vez que dos mujeres se dan el tradicional primer beso -públicamente- desde que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmara la derogación de una ley (Don't ask, don't tell) en julio de este año, que impedía a soldados abiertamente homosexuales servir en las Fuerzas Armadas.
Gaeta, de 23 años, llevaba el uniforme de gala, mientras que Snell, de 22, vestía una chaqueta de cuero negro, jeans y bufanda. La multitud gritaba y agitaba banderas a su alrededor. "Es algo nuevo, eso es seguro", dijo Gaeta a los periodistas después del beso. "Es agradable poder ser al fin yo misma".
Compañeras de armas
Ni la Marina ni la pareja trató de llamar la atención sobre lo que estaba sucediendo y muchos espectadores simplemente esperaron que sus seres queridos salieran de la embarcación.
David Bauer, oficial al mando, dijo que el beso de Gaeta y Snell fue algo inesperado pero la reacción de la tripulación fue positiva. "Trabajamos como un equipo y como equipo celebramos este gesto pero esperamos que no eclipse las grandes cosas que hemos hecho en los últimos tres meses", dijo Bauer.
La nave regresó a la Base Conjunta Expedicionaria Little Creek-Fort después de pasar cerca de tres meses en Centroamérica. Ambas mujeres trabajan en una de las secciones más complejas de la nave, la Navy fire, que se encarga de mantener y operar las armas de la embarcación.
Gaeta y Snell se conocieron en la escuela de entrenamiento donde fueron compañeras de habitación y han estado saliendo durante dos años "Nos tuvimos que esconder mucho al comienzo", señaló Snell. "Mucha gente no siempre te apoya al principio pero finalmente podemos ser honestas y claras sobre nuestra relación, así que estoy feliz", agregó.
lanacion.com
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