Los profesionales sanitarios deberían prestar más atención a sus pacientes adolescentes varones. Al parecer, los médicos de atención primaria y los pediatras se preocupan y, bastante, de la salud sexual y reproductiva de las adolescentes, pero tienen algo olvidada la de los chicos.
La prueba está en que los médicos de familia tienen tres veces más probabilidades de tener las historias de salud sexual de las jóvenes que las de sus pacientes masculinos y su asesoramiento en esta materia es hasta dos veces mayor para ellas que para ellos.
Sin embargo, tal y como apunta un comité de expertos de EEUU que acaba de elaborar una nueva guía para el manejo de la sexualidad en los adolescentes varones,"es importante que los médicos de atención primaria tengan una mejor compresión de lo que significa el cuidado de la salud sexual y reproductiva de los chicos. Y ésta no se limita a la prevención de las enfermedades de transmisión sexual o del VIH", reconocen en un artículo publicado en 'Pediatrics'.
De la mano de Arik Marcell, del Centro de Salud del Adolescente de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (EEUU), los expertos han elaborado un informe que analiza temas específicos relacionados con la atención de la sexualidad de los jóvenes, en el que se incluye la pubertad, el desarrollo, el comportamiento de los menores y los métodos de prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y del embarazo.
Anima, además, a los pediatras a "realizar la historia sexual de sus pacientes adolescentes y a realizarles exámenes adecuados a su edad, lo que incluye el asesoramiento y la administración de vacunas apropiadas. Estos profesionales deben proveer estos servicios a los pacientes masculinos de una manera confidencial y culturalmente apropiadas. Además tienen la responsabilidad de invitar a los padres a que participen en las discusiones sobre salud sexual de sus hijos".
La pubertad
Los datos de varios trabajos delatan que el inicio de la pubertad se ha adelantado. "Una proporción importante de chicos está entrando en la pubertad a los nueve años y medio, aunque se necesitan más investigaciones que confirmen esta tendencia. Es importante saber que "existen problemas de salud relacionados con el crecimiento y el desarrollo que no son infrecuentes y que no suelen identificarse hasta la adolescencia, como el síndrome Marfan o el Kallman".
Otro tipo de patologías son las que afectan a los genitales como la torsión testicular, el varicocele, la ginecomastia (engrandecimiento patológico de una o ambas glándulas mamarias) o el cáncer testicular. Todo sin olvidar que en la adolescencia se pueden producir conductas de riesgo como el consumo de alcohol y drogas, además de que es necesario explorar si los chicos sufren ansiedad, depresión o se autolesionan.
Orientación sexual
Los proveedores de salud están en condición de asesorar a los chicos "y a sus padres del valor y la importancia de hablar de temas relacionados con el sexo en familia. Es importante aclarar las dudas de los hijos o la falta de información. Hay que animar a los adolescentes a que hablen con su médicos de su salud general y en particular de la prevención de las ETS, del sida y del embarazo.
"Algunos trabajos han constatado que los adolescentes que reciben información sobre prevención del sida y educación sexual en el colegio son más propensos a tener menos parejas sexuales y usan más el condón en sus relaciones en comparación con los chicos que no están informados. Los jóvenes también deben entender la potencial influencia nociva que puede ejercer internet o los medios de comunicación si hacen referencias negativas sobre sexualidad", detallan los científicos.
Ser bisexual no es ningún problema, "el problema es que muchos adolescentes que lo son no hablan abiertamente con sus médicos, lo que supone un factor de riesgo. Dado que las identidades sexuales pueden estar sujetas a cambios durante esta etapa de la vida, los profesionales deben preguntar a sus pacientes sobre sus atracciones sexuales y sus comportamientos reales. Un ejemplo: ¿Has tenido relaciones sexuales con hombres o mujeres o las dos cosas?
Masturbación
Como media la primera masturbación suele producirse entre los 12 y 14, la mayoría de los niños aprenden a través de su autodescubrimiento. No hay evidencias de que la masturbación sea dañina para el propio desarrollo sexual. Sin embargo, "los mitos relacionados con las consecuencias negativas de la masturbación persisten y pueden dar lugar a sentimientos de culpa o ansiedad inadecuada. Los médicos pueden "asegurar a los adolescentes que la masturbación es un comportamiento normal y puede ser positiva para la expresión de la sexualidad y una forma de demorar las relaciones sexuales y sus riesgos asociados".
Relaciones sexuales no deseadas
"Aunque los hombres son más propensos que las mujeres a estar de acuerdo con la idea de que "el sexo es algo que simplemente sucede". La mayoría (82%) de los varones de 12 a 19 años de edad reconoce haberse sentido presionado por los amigos para mantener relaciones. De hecho, más de un tercio de los chicos de entre 18 y 24 años han informado de que realmente no querían sexo cuando lo practicaron por primera vez.
"Las consecuencias a largo plazo de la violencia sexual o el abuso de los hombres son los comportamientos de riesgo, que incluye el sida, el abuso de sustancias o los pensamientos de suicidio. Es importante que los profesionales sanitarios estén atentos ante una posible violación de un menor y hablen con sus pacientes y familiares sobre ciertos riesgos como el sexting (envío de contenidos de tipo sexual, principalmente fotografías y/o vídeos, producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles)".
La violencia en las relaciones entre adolescentes puede incluir el acoso, la violencia física o verbal y la coerción. Los médicos tienen una buena oportunidad para "promover relaciones saludables, mejorar la comunicación de sus pacientes con su pareja y detectar si un adolescente se está iniciando en la violencia de género".
Disfunciones sexuales
Contar con una función sexual saludable es importante para el buen desarrollo y el bienestar de un joven. Sin embargo, "pocos estudios han examinado las disfunciones sexuales en este sector de la población. Las causas más comunes de dichas disfunciones suele ser la ansiedad por 'cumplir' con la pareja, la eyaculación precoz, la disminución de placer por el uso de preservativo y problemas de erección por culpa de patologías asociadas como diabetes, efectos de los medicamentos o tabaquismo", recoge el documento.
Los profesionales deben detectar precozmente estos problemas y evaluar correctamente si existe un enfermedad subyacente.
La consulta es el lugar idóneo para informar a los chicos de las conductas sexuales de riesgo y sus consecuencias: ETS y embarazo. Es importante que se les recomiende el uso de preservativo y se les indique cómo utilizarlo.
Mensaje para los médicos
Ante todo, los profesionales sanitarios deben saber la importancia de la salud sexual de los adolescentes y cómo ésta afecta a su calidad de vida. "También tienen que animar a los padres a hablar apropiadamente a sus hijos y en repetidas ocasiones sobre la salud sexual y a los chicos orientarles para que construyan unas relaciones sanas y responsables". Los médicos deben saber reconocer si un joven está teniendo un "problema con su sexualidad que esté afectando a su salud psicosocial y física y prestar el apoyo necesario". Independientemente del motivo de la visita de su paciente, "hay que evaluar de forma rutinaria la calidad de las relaciones sexuales, asesorar sobre ETS, hacer la historia sexual del menor y proporcionar las vacunas correspondientes", concluye la guía.
elmundo.es
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