Bombachas rosas, rojas o amarillas. Corvina, lentejas, y uvas. Barriles y muñecos incendiados. Trastos que vuelan por el aire y un hombre alto, bello y de pelo negro que cruza la puerta. Están los que creen y los que no. También los que repiten “por las dudas”. Pero alrededor del mundo, todos los que hoy festejen la llegada del 2012 tendrán algo en común, continuar la tradición y aferrarse a ella para imaginar que así el Año Nuevo tendrá que ser mejor.
Bombachas de colores
Decían las abuelas que para empezar bien el año había que estrenar una bombacha rosa. La tradición, al parecer, llegó en barco desde España pero en el camino, la bombacha fue cambiando de colores. Mientras que la roja comenzó a cotizar entre las argentinas, en Perú y Colombia las prefieren amarillas.
Decían las abuelas que para empezar bien el año había que estrenar una bombacha rosa. La tradición, al parecer, llegó en barco desde España pero en el camino, la bombacha fue cambiando de colores. Mientras que la roja comenzó a cotizar entre las argentinas, en Perú y Colombia las prefieren amarillas.
Doce uvas
De España llegaron también las doce uvas, con pocos fanáticos en Argentina pero muchos en México, Colombia y Venezuela. Dice la tradición que cuando el reloj marque la medianoche, hay que pedir un deseo y comer una uva con cada campanada. Para que los deseos se cumplan hay que terminar las doce. En Madrid, miles de personas se reúnen en la Plaza Mayor para masticarlas en masa.
De España llegaron también las doce uvas, con pocos fanáticos en Argentina pero muchos en México, Colombia y Venezuela. Dice la tradición que cuando el reloj marque la medianoche, hay que pedir un deseo y comer una uva con cada campanada. Para que los deseos se cumplan hay que terminar las doce. En Madrid, miles de personas se reúnen en la Plaza Mayor para masticarlas en masa.
Lentejas y humita
Si las fiestas siempre son una buena excusa para un banquete, mejor hacerlo con alimentos que aseguren la buena fortuna. En Italia, es costumbre preparar Capodanno, un plato a base de lentejas. En Venezuela, en cambio, la suerte viene de la mano de la hallaca, una humita bien condimentada que se envuelve en hojas de plátano y se regala a los amigos.
Si las fiestas siempre son una buena excusa para un banquete, mejor hacerlo con alimentos que aseguren la buena fortuna. En Italia, es costumbre preparar Capodanno, un plato a base de lentejas. En Venezuela, en cambio, la suerte viene de la mano de la hallaca, una humita bien condimentada que se envuelve en hojas de plátano y se regala a los amigos.
El hombre alto
En Inglaterra, los miembros más viejos de la familia se sientan a esperar que a la medianoche llegue “el primer pie”. Se trata del primer visitante que cruza la puerta y para que traiga buena fortuna debe ser un hombre alto, bello y con el pelo negro. El visitante debe ofrecer al dueño de casa carbón para la chimenea, pan de avena y una copa de whisky.
En Inglaterra, los miembros más viejos de la familia se sientan a esperar que a la medianoche llegue “el primer pie”. Se trata del primer visitante que cruza la puerta y para que traiga buena fortuna debe ser un hombre alto, bello y con el pelo negro. El visitante debe ofrecer al dueño de casa carbón para la chimenea, pan de avena y una copa de whisky.
Todo por la ventana
En muchas regiones de Italia, pero sobre todo en Nápoles, la gente suele arrojar trastos viejos por la ventana como señal de renovación. Lo que ya no sirve se tira sin más vueltas para que llegue lo nuevo de una vez.
En muchas regiones de Italia, pero sobre todo en Nápoles, la gente suele arrojar trastos viejos por la ventana como señal de renovación. Lo que ya no sirve se tira sin más vueltas para que llegue lo nuevo de una vez.
Todo se quema
Como las fallas de valencia pero a menor escala, en algunos países, se mantiene la costumbre de prender fuego a los objetos. En Perú y Ecuador, por ejemplo, queman muñecos que representan el año viejo. Con el mismo significado, en Escocia, en cambio, se festeja hogmanay, que consiste en incendiar un barril y echarlo a rodar cuesta abajo.
Como las fallas de valencia pero a menor escala, en algunos países, se mantiene la costumbre de prender fuego a los objetos. En Perú y Ecuador, por ejemplo, queman muñecos que representan el año viejo. Con el mismo significado, en Escocia, en cambio, se festeja hogmanay, que consiste en incendiar un barril y echarlo a rodar cuesta abajo.
Kilómetros de fuego
Una constante que se repite en todo el mundo es la de los fuegos artificiales. Pero hay lugares en los que además, lo hacen a lo grande. Sydney, en Australia, es una de las ciudades donde más fuegos se hacen explotar cuando llegan las doce. Y en Valparaíso, en Chile, los fuegos se extienden a lo largo de treinta kilómetros sobre la playa.
Una constante que se repite en todo el mundo es la de los fuegos artificiales. Pero hay lugares en los que además, lo hacen a lo grande. Sydney, en Australia, es una de las ciudades donde más fuegos se hacen explotar cuando llegan las doce. Y en Valparaíso, en Chile, los fuegos se extienden a lo largo de treinta kilómetros sobre la playa.
Valijas
En México y Colombia muchos son los que están convencidos que salir a dar una vuelta a la casa con una valija en la mano les asegurará un año con muchos viajes.
En México y Colombia muchos son los que están convencidos que salir a dar una vuelta a la casa con una valija en la mano les asegurará un año con muchos viajes.
Ropa a lunares
En Filipinas nada de discusión sobre si la bombacha es rosa, roja o amarilla. Allí, lo importante es que la ropa tenga lunares y llenarse los bolsillos con monedas. Creen que los círculos aseguran prosperidad y buena suerte.
En Filipinas nada de discusión sobre si la bombacha es rosa, roja o amarilla. Allí, lo importante es que la ropa tenga lunares y llenarse los bolsillos con monedas. Creen que los círculos aseguran prosperidad y buena suerte.
clarin.com
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