"Algunos de los guerreros no tienen barba y en la antigüedad el vello facial era un elemento de la cultura, por lo que se deduce que estos guerreros representan a soldados que rondan los 17 años de edad", señaló Yuan Zhongyi, director del museo de los Guerreros y Caballos de Terracota, en la provincia central de Shaanxi.
Según Yuan, en los tiempos de Qin Shihuang (259 a.C-210 a.C), primer emperador de la dinastía que unificó China, la barba era señal de estatus, y los adultos que no la tenían eran considerados unos marginados sociales.
Wang Zijin, historiador de la Universidad Renmin de China, asegura que en aquella época no se reclutaban soldados menores de 17 años, sin embargo, los documentos históricos muestran que en la batalla de Changping, en la que el reino Qin derrotó al reino Zhao, todos los hombres mayores de 15 años fueron enrolados.
"Bajo las leyes de Qin, los hombres con edades comprendidas entre 17 y 60 años debían servir en el Ejército, por lo que el descubrimiento de estos jóvenes soldados avala los archivos históricos", afirma Wang.
Los Guerreros de Terracota forman parte del mausoleo que hizo construirse a su muerte el emperador Qin, con un ejército de 8.000 soldados, músicos, concubinas, oficiales y escribas para que le acompañaran en la otra vida.
Las figuras fueron descubiertas por casualidad por unos campesinos en 1974 y desde entonces se han convertido en una de las mayores atracciones turísticas de China.
Los arqueólogos chinos estiman que todavía quedan otros 6.000 guerreros que no han visto aún la luz en las tres fosas que están examinándose en la actualidad.
Estas tres fosas suponen sólo una mínima parte de los casi 600 yacimientos que se calcula que componen el complejo mortuorio imperial, muchos de los cuales es probable que nunca lleguen a desenterrarse.
elmundo.es
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