Gabriela Navarra
Enviada especial
SAN FRANCISCO.- "Cada año mueren en el mundo cerca de 800.000 niños menores de 5 años por causa del neumococo. Si consideramos las enfermedades prevenibles con vacuna, es el asesino número uno." Así, cortito y al pie -si fuera uno de los esos pases de fútbol que anticipan el gol- habla el doctor Ron Dagan, un pediatra nacido en Israel ("aunque no parezca un sabra", explica), de pequeños ojos celestes, muy vivaces, y pelo entrecano ("que antes era rubio", comenta, pícaro).
Ron Dagan es profesor de pediatría y enfermedades infecciosas en las universidades Ben Gurion y Soroka, de Israel, y preside la Sociedad Mundial de Enfermedades Infecciosas Pediátricas. Pero, además, integra el Consejo de Expertos del Instituto Sabin, el Pneumococcal Awareness Council of Experts (PACE), con especial interés en el neumococo y en difundir las ventajas de la vacunación contra esta bacteria sumamente agresiva, en especial para los chicos más pequeños, que convive con la mayoría de los humanos sanos, pacíficamente, en el fondo de la nariz.
"El neumococo es flora nasal normal -explica el pediatra-. Desde ahí, en una suerte de aspiración, puede ir a los pulmones y causar neumonía; migrar desde la nariz y causar otitis, sinusitis y conjuntivitis. Pero también tiene una especial habilidad para ir desde la nariz hacia la sangre y causar sepsis y bacteriemias y, a través de la sangre, llegar al cerebro y causar meningitis. Y hay algo más: varios de sus serotipos son resistentes a los antibióticos."
Una vacuna que protege contra siete cepas de la bacteria (heptavalente) administrada en una cincuentena de países contribuyó a cambiar el cuadro de situación. En la Argentina, se aplica de manera privada (tres dosis a partir de los dos meses de edad y un refuerzo luego del año, de unos 400 pesos cada una), aunque algunas obras sociales y prepagas la cubren parcialmente y en algunas provincias la aplican a los bebes y los niños de los grupos de riesgo.
"Cinco de las cepas más resistentes a los antibióticos están en la heptavalente: 6 B, 9 V, 14, 19 F y 23 F -explica Dagan-; también produce anticuerpos contra la 6 A, otra cepa resistente. La vacuna protege a entre el 40 y el 85 por ciento."
En los próximos meses, dos nuevas vacunas contra el neumococo estarán disponibles también en la Argentina: las que protegen contra 10 y contra 13 serotipos de la bacteria.
-¿Qué las diferencia?
-La de 13 serotipos, que se hace sobre la base de la heptavalente, eleva el nivel de protección, que oscilará entre el 70 y el 95 por ciento. Agrega los serotipos 1, 5, 6 A y 19, muy importantes en América latina, y la cepa 3, vinculada con la otitis media. La de 10 serotipos cubre las mismas cepas que la heptavalente y agrega los serotipos 1, 5 y 7.
-¿Y cuál es mejor?
-Todas son buenas. Pero los estudios sobre la decavalente no están terminados, faltan datos. Por ejemplo, no conocemos sus efectos sobre la cavidad nasal. Y tampoco está claro que proteja contra la neumonía. En Europa, donde la autoridad regulatoria la aprobó, la vacuna decavalente no está indicada para neumonía, sino para infecciones como meningitis y sepsis. Los datos no son suficientes y los comités de expertos tienen posiciones diferentes. Nosotros, en Israel, continuamos con la heptavalente hasta que esté licenciada la de 13 serotipos. Quizás dentro de dos años, cuando finalicen todos los estudios sobre la de 10 serotipos, se pueda tomar otra decisión. Por ahora, nos quedamos con las vacunas probadas.
-¿Cree que la vacuna debe ser provista por el Estado?
-Absolutamente. Cuanto más rica es una familia, menos necesidad de vacuna tiene: hay menos chicos en la casa, menos hacinamiento, menos cigarrillo. En cambio, las familias que más la necesitan no la pueden pagar. Además, si la recibe un número pequeño de chicos no se logra el "efecto rebaño", que protege a todos. El gran éxito es que estén en el Programa Nacional de Inmunizaciones; en América latina, los que ya comenzaron son Uruguay y México, y el próximo año la tendrá Brasil. La Argentina también la necesita.
lanacion.com
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