LAURA TARDÓN
MADRID.- Comer pocos dulces, mucha verdura y evitar el estrés. Podría ser un buen truco para reducir el acné, una alteración de la piel muy común durante la adolescencia. Según un estudio publicado en 'Journal BioMed Central Public Health', tanto los problemas de salud mental como la dieta influyen en el desarrollo de este trastorno.
"Observamos una asociación muy significativa entre el acné, una baja ingesta de verduras y un alto consumo de chocolate, dulces y patatas fritas", afirman los autores de la investigación. Sin embargo, subrayan, el hallazgo más consistente e importante de este estudio es la relación que hay entre el estrés y la aparición de espinillas.
"Si la prevalencia de chicos con acné y estrés era del 20,5%, en aquellos sin esta alteración mental era de 13,4%. En cuanto a las jóvenes con espinillas, las que tenían estrés duplicaban a las que no lo padecían", afirma Jon Anders Halvorsen, uno de los responsables de la investigación.
Aunque se han desarrollado numerosos estudios en este campo, las conclusiones no han sido determinantes. A diferencia de este trabajo, "contaban con una muestra reducida y limitada de participantes", según citan los autores en su artículo. "Han sido muy útiles para saber que la depresión y la ansiedad son dos problemas muy comunes en esta etapa de la vida", añaden.
Especulación sobre las causas
De las anteriores investigaciones se pueden deducir las razones por las que las circunstancias estresantes empeoran el acné, que, de momento, "son puramente especulativas", señala Isabel Aldanondo, responsable de Dermatología del USP Hospital San José (Madrid).
"Puede ser por la producción de la sustancia P, que es un neuropéptido cuya liberación en el folículo pilosebáceo aumentaría la producción de grasa de la glándula sebácea. Pero también es probable que tenga algo que ver la producción de las hormonas del estrés, que incrementarían también la grasa", añade la doctora. En este punto, los autores recuerdan que algunos fármacos antidepresivos pueden mejorar el acné.
Los resultados de este estudio no sólo señalan dicho estrés como causa de acné, también como consecuencia. "Cuando aumenta la severidad de este trastorno, el estrés del afectado se resiente", según sugiere el grupo de científicos de la Universidad de Oslo (Noruega).
Tal y como exponen los expertos, el acné, al igual que otras patologías de la piel, como la dermatitis o la alopecia, influye psicológicamente en los afectados debido a que se presentan en las zonas visibles del cuerpo. "Está demostrado que la calidad de vida de estos jóvenes es como la de quienes padecen asma, epilepsia o diabetes, por ejemplo".
El efecto de las patatas fritas y chocolate
En esta ocasión, los investigadores analizaron los casos de 3.775 adolescentes de 18 y 19 años con el objetivo de explorar las posibles causas de esta alteración de la piel. Los participantes completaron unos cuestionarios sobre acné, dieta, estilo de vida y trastornos mentales.
Según los expertos, la relación entre el acné y la dieta se cuestiona porque no existen ensayos clínicos de relevancia suficiente que logren demostrar esta causalidad. Sin embargo, incide Isabel Aldanondo, "esta es una posible teoría, puesto que los alimentos que inducen liberación de insulina (hidratos de carbono, principalmente) hacen que ésta a su vez origine factores de crecimiento que actúan sobre los queratinocitos de la unidad pilosebácea y también que aumente la producción de andrógenos". Los resultados de este nuevo estudio muestran que en las chicas, existe un vínculo significativo entre el acné y la dieta baja en verduras. Esto podría indicar que un índice glucémico bajo podría tener un papel protector en el desarrollo de las espinillas. Entre ellos, el acné estaba asociado con el frecuente consumo de chocolate, dulces y patatas fritas. "En ambos casos, el acné era más prevalente entre los adolescentes que seguían una dieta con alto consumo de pescado graso o azul (atún, salmón, sardina...).
Esto significa que "seguir una dieta baja en patatas fritas, dulces y chocolate y alta en verduras parece tener un efecto protector contra el acné", señala Halvorsen, quien también advierte que "es muy pronto para proporcionar a los adolescentes con acné consejos dietéticos derivados de estos estudios. Es necesario realizar más investigaciones".
De momento, "en la práctica clínica cotidiana, los dermatólogos no solemos aconsejar restricciones dietéticas a los pacientes con acné, a no ser que ellos mismos refieran una clara relación entre la ingesta de un alimento determinado y el agravamiento del acné", apostilla la especialista del USP Hospital San José (Madrid).
MADRID.- Comer pocos dulces, mucha verdura y evitar el estrés. Podría ser un buen truco para reducir el acné, una alteración de la piel muy común durante la adolescencia. Según un estudio publicado en 'Journal BioMed Central Public Health', tanto los problemas de salud mental como la dieta influyen en el desarrollo de este trastorno.
"Observamos una asociación muy significativa entre el acné, una baja ingesta de verduras y un alto consumo de chocolate, dulces y patatas fritas", afirman los autores de la investigación. Sin embargo, subrayan, el hallazgo más consistente e importante de este estudio es la relación que hay entre el estrés y la aparición de espinillas.
"Si la prevalencia de chicos con acné y estrés era del 20,5%, en aquellos sin esta alteración mental era de 13,4%. En cuanto a las jóvenes con espinillas, las que tenían estrés duplicaban a las que no lo padecían", afirma Jon Anders Halvorsen, uno de los responsables de la investigación.
Aunque se han desarrollado numerosos estudios en este campo, las conclusiones no han sido determinantes. A diferencia de este trabajo, "contaban con una muestra reducida y limitada de participantes", según citan los autores en su artículo. "Han sido muy útiles para saber que la depresión y la ansiedad son dos problemas muy comunes en esta etapa de la vida", añaden.
Especulación sobre las causas
De las anteriores investigaciones se pueden deducir las razones por las que las circunstancias estresantes empeoran el acné, que, de momento, "son puramente especulativas", señala Isabel Aldanondo, responsable de Dermatología del USP Hospital San José (Madrid).
"Puede ser por la producción de la sustancia P, que es un neuropéptido cuya liberación en el folículo pilosebáceo aumentaría la producción de grasa de la glándula sebácea. Pero también es probable que tenga algo que ver la producción de las hormonas del estrés, que incrementarían también la grasa", añade la doctora. En este punto, los autores recuerdan que algunos fármacos antidepresivos pueden mejorar el acné.
Los resultados de este estudio no sólo señalan dicho estrés como causa de acné, también como consecuencia. "Cuando aumenta la severidad de este trastorno, el estrés del afectado se resiente", según sugiere el grupo de científicos de la Universidad de Oslo (Noruega).
Tal y como exponen los expertos, el acné, al igual que otras patologías de la piel, como la dermatitis o la alopecia, influye psicológicamente en los afectados debido a que se presentan en las zonas visibles del cuerpo. "Está demostrado que la calidad de vida de estos jóvenes es como la de quienes padecen asma, epilepsia o diabetes, por ejemplo".
El efecto de las patatas fritas y chocolate
En esta ocasión, los investigadores analizaron los casos de 3.775 adolescentes de 18 y 19 años con el objetivo de explorar las posibles causas de esta alteración de la piel. Los participantes completaron unos cuestionarios sobre acné, dieta, estilo de vida y trastornos mentales.
Según los expertos, la relación entre el acné y la dieta se cuestiona porque no existen ensayos clínicos de relevancia suficiente que logren demostrar esta causalidad. Sin embargo, incide Isabel Aldanondo, "esta es una posible teoría, puesto que los alimentos que inducen liberación de insulina (hidratos de carbono, principalmente) hacen que ésta a su vez origine factores de crecimiento que actúan sobre los queratinocitos de la unidad pilosebácea y también que aumente la producción de andrógenos". Los resultados de este nuevo estudio muestran que en las chicas, existe un vínculo significativo entre el acné y la dieta baja en verduras. Esto podría indicar que un índice glucémico bajo podría tener un papel protector en el desarrollo de las espinillas. Entre ellos, el acné estaba asociado con el frecuente consumo de chocolate, dulces y patatas fritas. "En ambos casos, el acné era más prevalente entre los adolescentes que seguían una dieta con alto consumo de pescado graso o azul (atún, salmón, sardina...).
Esto significa que "seguir una dieta baja en patatas fritas, dulces y chocolate y alta en verduras parece tener un efecto protector contra el acné", señala Halvorsen, quien también advierte que "es muy pronto para proporcionar a los adolescentes con acné consejos dietéticos derivados de estos estudios. Es necesario realizar más investigaciones".
De momento, "en la práctica clínica cotidiana, los dermatólogos no solemos aconsejar restricciones dietéticas a los pacientes con acné, a no ser que ellos mismos refieran una clara relación entre la ingesta de un alimento determinado y el agravamiento del acné", apostilla la especialista del USP Hospital San José (Madrid).
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