Los estudiantes argentinos son proactivos, tienen metas, son fieles a las marcas y casi no practican deportes. Así lo demostró un estudio realizado en la población adolescente de las principales ciudades del país –aquellas que tienen más de 50 mil habitantes–. La investigación demuestra que lejos de no saber qué quieren, los estudiantes piensan en su futuro. Se definen como personas dispuestas a aprovechar las nuevas oportunidades que se presentan en su vida, así como también a incorporar nuevos conocimientos, en particular, afirman darle mucha importancia a la vida académica.
PÚBLICOS Y PRIVADOS.
Sin embargo, según los resultados del informe de la consultora EPM Gustavo Quiroga, existe una clara diferencia entre los estudiantes que concurren a instituciones públicas con los que van a privadas. Al preguntarles a los jóvenes de nivel secundario por sus objetivos para el año próximo, las respuestas fueron muy diversas. Para los estatales, la meta principal pasa por “terminar el secundario”, seguida por “empezar la universidad” y “conseguir su primer trabajo”. Mientras que aquellos que concurren a instituciones privadas aseguran que sus principales logros serían “comprar su primer automóvil”, seguido por “terminar el secundario” y “viajar al exterior por primera vez”.
Es evidente que la principal preocupación de los alumnos estatales se centra en poder posicionarse en el engranaje social, es decir, después de terminar sus estudios secundarios desean continuar su formación en una institución universitaria, para luego ubicarse laboralmente. Por su parte, los estudiantes privados relegan aquello que está relacionado con lo académico a un segundo lugar, ya que sus principales objetivos pasan por cuestiones materiales –como adquirir su primer automóvil– o de ganar experiencia de vida viajando al exterior por primera vez.
Juan Pablo Marano tiene 18 años está cursando el último año de secundario en la escuela privada italiana Cristóforo Colombo y afirma: “Siempre me propongo metas. El año pasado me propuse aprender a manejar y lo hice; ahora quiero concentrarme en ver qué carrera universitaria elijo”.
Con respecto a los estudiantes universitarios estatales y privados, sus objetivos parecen no ser tan diferentes, debido a que tanto unos como otros tienen como metas principales insertarse en el mundo laboral consiguiendo su primer trabajo o, en el caso de aquellos que ya lo poseen, cambiar por uno mejor.
“Lo único que quiero es recibirme después casarme y formar una familia”, dice Camila Strauch, de 22 años, que estudia Comunicación en la UCA. Por su parte, Martín Micheleto, de 24 años, y estudiante de Ingeniería en la Universidad de La Matanza considera como su principal objetivo: “Ser exitoso en el trabajo”.
ADICTOS A LAS MARCAS.
“Me gusta usar ropa de marca porque me dura más y porque la tela tiene mejor calidad. Lo barato siempre me sale caro porque se rompe. Por eso prefiero comprar o que me regalen marcas”, explica Jorgelina Marassi estudiante de primer año de abogacía en la UBA. Entre los jóvenes, las etiquetas tienen un peso importante en la decisión de compra, ya que todos asocian las marcas conocidas a una mejor calidad de los productos. Además, se encuentran entre los consumidores más fieles, en especial los secundarios estatales.
CUANDO NO ESTUDIAN.
En los tiempos libres, los estudiantes prefieren escuchar música y navegar en la web. Entre las actividades más frecuentes se destacan: enviar y recibir emails, realizar investigaciones personales y chatear mediante mensajes instantáneos, como el MSN. Los jóvenes utilizan internet como un medio para relacionarse socialmente. Sin embargo, también admiten realizar otras actividades, por ejemplo: reunirse con amigos, salir a cenar, ir a bares, bailar, ir a cafés y al cine. Malena Cendra tiene 15 años y va a tercer año del secundario en la escuela pública comercial Nº 30. Lo que más le gusta es “salir a caminar con amigos y bailar reguetón” y destaca que después de terminar la escuela quiere “empezar a trabajar e ir a la universidad”.
Al comparar a los estudiantes secundarios estatales con los privados, se destaca que la concurrencia al cine es mayor entre los segundos, al igual que la asistencia a centros comerciales. Mientras que los universitarios privados asisten en mayor proporción a eventos culturales en comparación con los universitarios estatales.
Con respecto a las actividades deportivas la más popular es “salir a caminar” porque en la mayoría de los casos no tienen tiempo de practicar algún tipo de gimnasia. Sin embargo el fútbol es el deporte con más adeptos, principalmente en el grupo de alumnos secundarios estatales y universitarios privados.
criticadigital.com
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