¿Será posible que Lenin y Hitler hayan jugado al ajedrez en la casa de una familia judía de Viena en 1909? Un grabado que así los muestra puso la duda sobre la mesa. Se trata de una tinta titulada Un juego de ajedrez: Lenin con Hitler, que fue realizada por la supuesta maestra de arte del entonces futuro líder nazi, Emma Lowenstramm, que está fechada hace exactamente un siglo.
Adolf Hitler y el entonces también futuro líder de la Revolución Rusa de 1917 y de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) habrían firmado, de puño y letra, el reverso del trabajo.
La noticia de la existencia de la pieza se instaló en varios medios europeos ahora, cien años después de que fue datada, porque su propietario decidió subastarla el próximo 1 de octubre en la casa Mullock’s de Ludlow, Inglaterra, con un precio base de 46 mil euros.
Pero el grabado con los dos mayores emblemas de los totalitarismos del siglo XX no era un secreto. De hecho, en Chesshistory. com, un sitio web sobre la historia del ajedrez, publicó en el 2005 una reproducción acompañada por un texto que dice que fue extraída de una revista de extrema derecha, Europa Von.
Es más: se supone que existen cinco copias del grabado, pero la única firmada por sus protagonistas y su creadora sería ésta.“Esto suena demasiado bien como para ser cierto, pero el padre del vendedor dedicó toda su vida a demostrarlo”, declaró el rematador Richard Westwood- Brookes a la prensa británica.
El ancestro del propietario del dibujo, cuyo nombre no trascendió, llegó a reunir “un documento de 300 páginas” con las conclusiones de varios expertos, según declaró el vendedor al diario británico The Telegraph. Westwood-Brookes también resumió: no hay dudas de que Emma Lowenstramm existió y hay un ochenta por ciento de posibilidades de que las firmas de Hitler y Lenin sean auténticas.
Lowenstramm habría sido judía y Hitler la habría exceptuado del genocidio, por lo que habría muerto de “causas naturales”, según dijo también Westwood- Brookes, en 1941, cuatro años antes de la caída del nazismo..
Sin embargo, especialistas plantearon reservas sobre la historia que cuenta el grabado. Sobre todo, apuntaron que Lenin puede haber sido confundido con algún camarada vienés.
En 1909, Hitler (1889-1945) tenía 20 años y quería ser pintor. Vladimir Ilyich Lenin (1870- 1924) lo doblaba en edad y ya era una figura política exiliada de la Rusia zarista. La historiadora Helen Rappaport, autora del libro Conspirador: Lenin en el exilio, declaró que la tinta fue probablemente resultado de una “fantasía”.
Rappaport sostuvo en The Telegraph: “En 1909, Lenin estuvo en Francia. En octubre de ese año fue a Lieja, en Bélgica, y en noviembre, a Bruselas. Pero no hay evidencia de su paso por Viena. Tal vez haya visitado esa ciudad antes o después de ese año”.
“La historia del arte –comentó la investigadora a la misma publicación– está llena de encuentros de personajes en retrospectiva”.
criticadigital.com
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