Las chicas están mucho más sueltas. Y las grandes también, aunque lo demuestren de manera diferente. Van al frente y sin insinuaciones. Como Yamila, de 18, que cuando se muere de ganas llama a su novio y le dice: "Venime a buscar, que estoy regalada".
Yamila no es Yamila. Como los demás entrevistados para esta nota, prefirió el anonimato. Con Fran, el chico con quien sale desde hace año y medio, no va tanto a bailar: prefiere ir con su grupo de mejores amigas, del club y del colegio. Y si pinta algo, bueno. Con poca experiencia y tanto amor en el cuerpo, Yamila ya salió con varios chicos.
"¿Transar? Eso aparte. Te puede pasar que estés en un boliche y un chico te mira mucho, y bueno... Hace poco me pasó con una chica. Yo quería probar y nos besamos, con lengua y todo, pero hasta ahí."
Como ella, miles de jóvenes de clase media hoy viven el sexo con mayor permiso.
En el siglo XXI no es ningún mérito ser virgen; no se habla más de relaciones prematrimoniales"; la masturbación femenina se impuso por derecho propio... Y no está bien ni mal ser infiel: como antes era patrimonio de los varones, hoy ellas pueden entregarse a aventuras eróticas sin poner en duda el amor. Es algo que implemente sucede. Sin embargo, y pese a todos los cambios, la libertad todavía puede costarles cara. Aún no se diluyó un viejo concepto que Maxi reflota, y con el que están de acuerdo la mayoría de sus pares: "No sé si está bien, pero es así. Un chico que sale con muchas minas es un winner , pero una mina que sale con muchos tipos es una trola ", dice el chico, que acaba de terminar el secundario.
LA PILDORA DE LA VERDAD
Ellos tampoco van en góndola por la vida: desde la revolución sexual de los '60 cargan con la cruz de ser los responsables del orgasmo femenino. Para el sexólogo León Gindín, director del Centro de Educación, Terapia e Investigación en Sexualidad (Cetis), este mandato se sumó a los deberes tradicionales de estar siempre listos y a la altura de las circunstancias, generando enormes trastornos en la sexualidad de los varones. Y si además le sumamos el plus de angustia que les despierta el que la mayor parte de las mujeres lleguen con vasta experiencia previa... A esto parece deberse el que ya desde muy jóvenes consuman viagra y similares.
El sexólogo mexicano Eusebio Rubio-Aurioles, director de la Asociación Mexicana de Salud Sexual, asegura que a pesar de que se diga que es de uso recreativo, lo necesitan para garantizar buena performance cuando el alcohol y otras sustancias contrarrestan el vigor de sus hormonas: "La autoestima masculina, –tan dependiente de las erecciones– puede llevar a accidentes e incluso a la muerte –advierte–, cuando el viagra se mezcla con otro vasodilatador como es el popper, de uso corriente en las discotecas."
También entre los chicos están permitidos los piquitos y se está extendiendo la costumbre de experimentar con travestis, que terminan siendo el plato fuerte de las despedidas de soltero. De esto y otras novedades vinculadas con los cambios bajo las sábanas, se ocuparon sexólogos, urólogos y psicólogos clínicos de veintiún países, reunidos en Lima, Perú, en el IX Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual.
Hubo allí acuerdo unánime en que el viagra, que el 27 de marzo cumplió más de diez años, fue una revolución. Casi como en la década del '60 lo fue la píldora anticonceptiva, que cambió para siempre el lugar de las mujeres al separar la sexualidad de la concepción permitiéndoles decidir el cómo, el cuánto y el cuándo de su maternidad.
Así también hay un antes y un después del viagra (sildenafil, vardenafil), vardenafil), porque no sólo mejoró la calidad de vida de millones de terrícolas, sino que volvió a instalar el derecho al placer en los consultorios. En un tiempo donde el sexo está en todas partes, las consultas por dificultades de erección mostraron cómo los varones no eran tan potentes como decían y que, lejos de hacer el amor sin descanso en posiciones algebraicas, sufrían en silencio problemas como eyaculación precoz, dificultades de erección, fobias sexuales, andropausia y pérdida del deseo.
También el viagra puso al descubierto que, a pesar de mostrarse como lobas, sacar la perra que tienen dentro o bailar en el caño, las mujeres no son mucho más dueñas de su cuerpo que antes. Hoy consultan por conflictos eróticos diversos: la disminución o la falta de deseo sexual; la anorgasmia; las dificultades para expresar a su pareja cómo desean ser tratadas en la cama; la exigencia propia y ajena de gozar como nunca, tener muchos orgasmos y nunca decir que no, algo que, como dijimos, padecieron históricamente los varones.
El sexólogo Adrián Sapetti, presidente de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH) pone en números la dimensión del consumo y sus malentendidos: "Al año se consumen en la Argentina unos quince millones de pastillas de viagra y similares".
Un 60% de ellas se usa a espaldas de las mujeres (para la mayoría de los hombres el problema capital es dónde esconder la pastillita y cuándo tomarla).
"¿Por qué lo ocultan? Porque a los varones les da vergüenza, y también porque muchas mujeres no aceptan que usen viagra con ellas. Dicen cosas tales como: 'Se va a calentar con la pastilla y no conmigo', Conmigo no necesita', '¿Por qué lo va a usar conmigo si me desea y me ama?'... Y sin embargo, esto no es necesariamente así. De hecho, la mayoría de las veces, la dificultad de erección no tiene que ver con la calidad de la virilidad sino con la calidad de las arterias, el estado del metabolismo y de la salud física en general."
Justamente, los conocimientos desarrollados durante la investigación del viagra demostraron que las dificultades de erección pueden ser un indicador temprano de problemas de salud. "La isfunción eréctil es la mayor preocupación del varón, mucho más que el cáncer y otros problemas de salud. Es el primer síntoma que lo lleva a la consulta con el médico y, por lo tanto, es la oportunidad de ver al hombre como un todo: estilo de vida pobre, falta de ejercicio, sobrealimentación, tabaquismo, estrés, exceso de trabajo, hipertensión", detalla el urólogo Edgardo Becher, jefe del Departamento de Disfunción Sexual del Hospital de Clínicas.
DERECHOS PARA TODOS
La sexualidad con más permisos visibilizó también a las parejas de gays y de lesbianas que, durante décadas, debieron ocultarse por persecución y prejuicios no desaparecidos del todo. También travestis y transexuales pudieron ir ocupando distintos lugares que la sociedad les tenía prohibidos, al punto que hoy los transexuales pueden consultar en hospitales públicos sobre posibilidades quirúrgicas de reasignación de género, viables con la orden de un juzgado. Por otra parte, la postilidad de las calles y la dificultad para el levante y el encuentro, unidas a la masificación del ciberespacio y el anonimato que permite, habilitaron los cortejos, las trampas y hasta los matrimonios vía internet. Allí proliferan sitios de encuentro para todas las edades –incluso la tercera edad– y todos los gustos.
"Cosas increíbles, como las consultas que aparecen en mi site sexovida.com", dice Sapetti. "Gente que busca personas con ciertas discapacidades (llamados devotee ), quienes desean ser mutilados y comidos (los wannabe , por I want to be , quiero ser ...) como en el caso policial de Alemania. Marginales del ciberespacio."
LA HORA DEL 'RAPISEX'
La periodista peruana Jennifer Llanos se animó a hablar de la falta de deseo en su columna monólogos de la bajita, en el semanario Somos , de Lima: "Te equivocas si crees que la mayor conquista de la liberación sexual fue el derecho a decir que sí. Contra todo pronóstico, decir Nome está resultando mucho más difícil que decir sí. Porque por remordimiento, me paso la noche en vela preguntándome qué es lo que está mal en mí, qué afrodisíaco puedo incorporar a mi menú diario in excederme en calorías, o si será culpa suya no saber encender mi pasión. Esto sin mencionar la preciosa energía que invierto en tratar de adivinar si se estará arrepintiendo de vivir conmigo. Pues allá él, ni que yo fuera una geisha permanentemente dispuesta a atenderlo."
¿Qué pasa cuando hay deseo pero no hay pareja estable?
La psicóloga clínica y sexóloga Alcira Camillucci, cooordinadora de talleres talleres de seducción, cuenta que "los amigovios de los '90 ahora se llaman amigos con derecho al toque para una noche, un fin de semana o un viajecito, y que esta relación suele extenderse hasta que alguno de los dos se cansa o se enamora (del otro o de otra persona)".
En el acopio de experiencia hoy puede probarse hasta el sexo múltiple, como le pasó a Diana, 44 años, profesional, separada, dos hijos. "Me invitó un amigo con el que tengo encuentros de vez en cuando, fui para ver de qué se trataba. Era una fiesta en Belgrano R. Me dijo: 'Entramos y vemos hasta dónde quiere meterse cada uno'. Había puffs y sillones, gente tirada practicando sexo oral, tocándose los pechos, besándose; había dos acariciándose y por ahí aparecía la mano de un tercero. Al principio me impresionó, pero unos minutos después te empezás a calentar. Lo importante es que nadie obliga a nada. Yo llegué a besarme con mi amigo y con otra mujer por curiosidad. Fui a otra fiesta y nunca más. ¿Para qué? Ya supe lo que era."
Si no hay amigo para el que , hoy también se recurre al touch and go (toco y me voy) o el fast fucking rapisex (sexo veloz, sin amor), aunque según los sexólogos es más por necesidad que por vocación; y obedece más a una reacción que a una real libertad sexual. Eso dicen. REVISANDO LOS PATRONES
No es ninguna novedad. Ya el Antiguo Testamento dictaminaba como castigo divino el desencuentro sexual entre hombres y mujeres. Pero en el siglo XXI gran parte de estos malentendidos tienen más que ver con los prejuicios –incluso de los mismos científicos– que valoraron la diferencia entre los géneros con patrones masculinos y, en muchos casos, terminaron patologizando la sexualidad de las mujeres. Así lo explican los profesionales: La falta de deseo o el deseo inhibido . Hoy por hoy, el primer motivo de consulta femenina. Pero, ¿cómo se mide el deseo?
"Por lo general, se consideró el deseo sexual de los varones como patrón de medida –reconoce la venezolana Isabelia Segnini, sicóloga clínica, sexóloga y terapeuta de parejas–. Decían: 'El tiene ganas, ella no, eso es falta de deseo', pero siempre en función de la cantidad de testosterona. Como es seis veces mayor en los hombres, la frecuencia sexual suele ser igualmente mayor."
El ambiente facilitador .
Los varones pueden sentir deseo en situaciones variadas: cuando están shockeados, cuando están eufóricos, cuando están tristes... Porque es justamente el sexo lo que los vuelve tranquilos, cariñosos y distendidos. Al contrario, ellas necesitan tranquilidad y adecuadas demostraciones de afecto para poder entregarse con verdaderas ganas.
• El tiempo requerido para lograr la satisfacción .
Solía decodificarse como lentitud o dificultad de las mujeres. Ahora los científicos debaten cómo medir la eyaculación precoz y no se ponen de acuerdo en cuándo un hombre es precoz: para algunos, si eyacula al minuto; para otros, si lo hace antes de los seis minutos. De hecho, si se aplicaran patrones femeninos, todos los hombres serían precoces.
Según Gindín, "la eyaculación precoz es la imposibilidad de poder decidir o demorar a voluntad el momento de la eyaculación, y esto no tiene que ver con un tiempo estipulado para todos".
• El orgasmo simultáneo en coito.
Otra ilusión frecuente en los hombres, por las mujeres. Algo que parece ser la causa principal de que las mujeres finjan sus orgasmos. "Al hombre le cuesta reconocer esto porque su sexualidad es así: ellos tienen orgasmo y eyaculación en penetración. Pero para la mujer la vagina no es una zona especialmente sensible –dice Camillucci–. Lo importante es que cada uno pueda tener su gratificación como elija: por coito, por caricias o por sexo oral."
EN POS DE UNA ILUSION
Una curiosidad reconocida por todos los especialistas: la mayoría de estas mujeres –no importa la edad– que se permite salir con uno y otro y transar para pasarla bien –incluso en encuentros de swingers – y que son lo suficientemente audaces como para explorar lo que les pasa con el mismo sexo –algo que antes estaba sólo en el terreno de las fantasías–, sigue buscando la pareja estable. Con mayúsculas. "Así es. Y la buscamos con la misma ilusión de completud y paraíso con la que antes buscábamos al príncipe azul –dice Camillucci–. Es una ilusión que varía con la edad: las de treinta y pico buscan el hombre con quien tener un hijo. Las de cuarenta y tantos buscan a alguien que pueda acompañarlas sin presionar demasiado mientras ellas crían a los hijos que parieron con ganas. Las mayores de 50, con el nido vacío, sueñan con dejar la soledad y tener un compañero que pueda ir con ellas de vacaciones."
Otra curiosidad: los varones también buscan una pareja estable con la que formar una familia, pero prefieren el estilo tradicional y no encajan demasiado con mujeres que van y vienen, con profesión, dinero propio e independencia. Y para peor, en hombres y en mujeres hay una enorme exigencia de que todo funcione bien.
¿Hay encuentro posible? Los expertos dicen que sí, pero avisan que no es fácil. Que hay que asumirse como diferentes y con iguales derechos y lograr acuerdos que satisfagan a ambos. Flor de entuerto, tanto fuera como dentro de la cama.
clarin.com
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