Es muy frecuente escuchar esta frase de manera espontánea en la consulta con preocupación, o en respuesta al interrogatorio alimentario, intentando justificar que la alimentación ya no es responsabilidad de los papás?
Cuando hablamos de nutrición en la niñez nos referimos a la construcción de estructura ósea (estatura), estructura muscular (capacidad, movimiento, fuerza, equilibrio, juego) estructura cerebral (inteligencia, creatividad), la buena calidad de la piel, del pelo de la dentición, sistema inmunológico (defensa contra enfermedades), psiquismo (significados, rituales familiares y como consecuencia sociales) etcétera. ¿Les parece interesante? No sólo hablamos de crecimiento -que refiere a la salud de la masa corporal-, sino también de maduración, proceso en el que se van superponiendo de manera creciente los aprendizajes, y los hábitos que los niños establecerán con una fuerte tendencia de por vida.
¿Qué sucede cuando hay carencias en esta etapa de conformación y maduración orgánica? Los daños suelen ser irreversibles en los aspectos mencionados.
Entonces cuando un niño "NO COME" es imprescindible que nos preguntemos lo siguiente:
- 1. ¿No come? o ¿Qué come? y ¿cuando lo come?
- 2. ¿Divido la alimentación de mi hijo en 4 ingestas (desayuno, almuerzo, merienda y cena)? El orden es fundamental, no solo por crear el hábito, sino también por la digestibilidad y la distribución según los requerimientos a lo largo del día.
- 3. ¿Antes de cada ingesta picotea pan o galletitas o caramelos o gaseosas? (el picoteo llena y generalmente no nutre).
- 4. ¿Conozco en que proporciones son adecuadas las porciones según la calidad de cada alimento? (Información nutricional adecuada).
- 5. ¿Consume fast-foods o snacks? (habitualmente son de mala calidad nutricional)
- 6. ¿Consume alimentos preelaborados? (habitualmente tienen alto contenido en sodio y conservantes)
- 7. ¿Cuándo no tengo la paciencia de conectarme con él le doy algún alimento para entretenerlo? La comida ocupa un lugar que no le corresponde como premio, castigo o distracción
- 8. ¿Comparto la mesa con mi hijo? ¿Hay peleas o tensiones a la hora de comer? (ingesta afectuosa se asimila de manera saludable).
- 9. ¿Yo como lo que debe comer mi hijo? (Los chicos imitan, es la forma más efectiva de aprendizaje).
- 10. ¿realicé el control pediátrico mensual o anual (según su edad) para ver si su crecimiento es óptimo, o solo voy cuando se enferma? Hasta el año de vida los controles deben ser mensuales, luego trimestrales, y a partir de los 2 años anuales
Hoy en día la "hiperalimentación condicionada" generada por la industria alimentaria (altos contenidos de grasa, harinas, sal y azúcares que hacen que las comidas sean más palatables y más adictivas), sumado a la elevada tasa de trastornos alimentarios nos obligan a estar más atentos y más selectivos a la hora de transitar esta necesidad primaria -Recomendamos actualizar el estado nutricional efectuando las antropometrías correspondientes, y así poder evaluar estrategias para corregir las dificultades individuales-.
La doctora Karina Zullich es especialista en Medicina General, Integral y Familiar del CENTRO TERAPÉUTICO DR. MAXIMO RAVENNA.
Por Máximo Ravenna y Karina Zullich
lanacion.com
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