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miércoles, 25 de noviembre de 2009

La pesadilla constante de convivir con los ronquidos

Por Tomás Rivas
De la Redacción de lanacion.com
El "Flaco" es un roncador tan frecuente como negador. Al punto que su esposa, luego de años de discusión, decidió esconder un pequeño grabador bajo la almohada para recolectar pruebas. Hoy, resignado ante la evidencia, el "Flaco" decidió cambiar de banquillo y ahora es él quien acusa a su mujer. "¡No sabés cómo ronca ella!", dice entre sonrisas.

Ellos son, como millones de argentinos, una pareja afectada por los ronquidos y las apneas de sueño. En el país, el 45 por ciento de la población de hasta 40 años ronca. Luego de los 70, ocho de cada diez personas sufren de este mal, que afecta generalmente más a los hombres que a las mujeres, al menos hasta llegar a la menopausia, cuando las estadísticas se emparejan.
Las causas de los ronquidos son tantas como los intentos estériles para combatirlos. Es una entidad multicausal, es decir que no hay una causa única. Sin embargo, las consultas más recurrentes son la alteración del velo del paladar (una flaccidez de los tejidos que producen una vibración) y la insuficiencia nasal, ya sea por desviaciones en el tabique o por aumentos de tamaño de los tejidos de la nariz, que terminan obstruyendo el pasaje del aire.

Además, existen trastornos generales que facilitan la aparición o intensificación de los ronquidos, como el sobrepeso, los trastornos de tiroides o el consumo de tabaco, alcohol o sedantes, etc.
Trastornos.

Más allá de las molestias cotidianas sufridas por los roncadores (y principalmente por quienes duermen con ellos), lo cierto es que los trastornos de sueño pueden ocasionar males mayores que los que se conocen.
La apnea constructiva de sueño se caracteriza por el cierre de la orofaringe en reiteradas ocasiones durante un mismo período de descanso. Esto produce que el individuo intente respirar por la nariz o la boca sin éxito durante algunos segundos. Las apneas suelen ser breves, razón por la cual el paciente muchas veces no es conciente de su padecimiento, que se traduce en niveles reducidos de oxígeno en sangre que contribuyen a la hipertensión arterial y pueden derivar en arritmias o infartos de miocardio.
Además, muchas veces este "descanso incompleto" suele producir somnolencia durante el día y una tendencia a quedarse dormido ante determinadas actividades. Muchas veces se cree que el estrés es el culpable de no dormir bien, cuando las razones están relacionadas con trastornos de sueño.
¿Cómo se cura?

Los tratamientos para solucionar el problema de los ronquidos son diferentes según la raíz del conflicto. Para combatir la flaccidez de los tejidos en el velo del paladar, existe un tratamiento llamado Coblation. Consiste en la aplicación de radiofrecuencia en el área afectada, lo que genera un endurecimiento de esos tejidos que evita vibraciones. La cirugía, que dura menos de 20 minutos, no conlleva dolor posoperatorio y funciona en el 90 por ciento de los casos, tiene un costo de $3000 que muy pocas obras sociales absorben. La técnica se practica sobre pacientes roncadores sin apneas o con apneas leves o moderadas.
En la
clínica Fleni existe un Laboratorio para el Estudio del Sueño, donde los pacientes pasan una noche conectados a diferentes máquinas que estudian su comportamiento respiratorio para poder determinar las causas específicas en cada paciente y así confeccionar el tratamiento adecuado.
De todas formas, los viejos consejos para evitar ronquidos siguen siendo válidos. No dormir boca arriba, intentar de no tener sobrepeso y evitar los excesos de alcohol disminuyen notablemente las posibilidades de roncar.
Sitios de interés:
http://www.roncadores.com.ar/ , del Dr. Claudio R. Haissiner
http://www.fleni.org.ar/ , el Laboratorio de Estudio del Sueño y la Vigilia de Fleni

martes, 28 de abril de 2009

Si su hijo ronca, pregúntele si está triste


PATRICIA MATEY
MADRID.- Detrás de cada ronquido de un niño se pueden esconder trastornos graves, como la depresión o la ansiedad. Un estudio filandés acaba de constatar que los menores que emiten estos ruidos nocturnos de forma habitual tienen más síntomas de trastornos del ánimo, además de un mayor número de problemas de lenguaje y atención que sus congéneres que duermen 'en silencio'.
El ronquido se produce por la obstrucción en el flujo de aire a través de la boca y la nariz. El sonido obedece a los tejidos de la parte superior de las vías respiratorias que chocan entre ellas y vibran.
En España cuatro de cada 100 niños de entre dos y ocho años ronca. Las razones: desde un resfriado, hasta el padecimiento de alergias, asma, rinitis o exceso de peso, entre otras.
Evea Aronen, del Hospital Central Universitario de Helsinki, es la directora del nuevo trabajo que forma parte de la investigación conocida como 'Problemas de Sueño Infantiles', en la que han participado 2.100 menores de entre uno y seis años de Helsinki y que ha sido publicado en el 'Journal of American Academy of Child & Adolescent'
Los científicos evaluaron a 43 preescolares de seis años cuyos padres confirmaron que sus hijos roncaban al menos una o dos veces a la semana y los compararon con otros 46 menores que no tenían este problema. Los progenitores rellenaron el Cuestionario de Comportamiento Infantil, además de que los menores fueron evaluados con otras pruebas que midieron aspectos relacionados con la atención, la inteligencia, las habilidades lingüísticas, las funciones sensomotoras, la memoria y el aprendizaje.
Los datos constatan que un 22% de los niños 'roncadores' frente al 11% de los que no lo son padecía síntomas relacionados con trastornos del ánimo, especialmente depresión y ansiedad, lo suficientemente severos como para necesitar una evaluación clínica.
"Nuestro trabajo saca a la luz los ronquidos como un posible factor de riesgo de estas patologías y de daños cognitivos en los niños en edad preescolar", comenta Eevea Arone.
Menos memoria y poca atención
El suyo no es el primer trabajo que da fe de la relación entre daños cognitivos y ronquidos. "Recientemente se ha publicado otro estudio con menores de entre cinco y 10 años que constata que los roncadores tienen menor atención, peor rendimiento, menos coeficiente intelectual y dificultades de memoria en comparación con los que no roncan. No obstante, hay que distinguir claramente entre el ronquido 'simple' y el 'habitual'", destaca a elmundo.es Gonzalo Pin Arboledas, director de la Unidad Valencia de Sueño del Hospital Quirón.
De hecho, las pruebas sobre función cerebral realizadas a los niños participantes revelan también diferencias significativas entre los menores que 'resoplan' y los que no lo hacen. Los primeros tenían menos habilidades lingüísticas y niveles más bajos de atención que los segundos.
Uno de los hallazgos que ha sorprendido a los investigadores finlandeses es que "esperábamos encontrar ciertos problemas de comportamiento como agresividad en estos menores roncadores pero no fue así", destacan.
Sí, en cambio, se constató que aquéllos que roncaban tenían más posibilidades de padecer otros problemas, como dificultad para conciliar el sueño, pesadillas o hablar en sueños.
Dado el impacto de los ronquidos en la salud mental y en el desarrollo de los niños preescolares "los pediatras y otros profesionales deberían indagar si sus pacientes padecen problemas de sueño. Y si es así intervenir antes de que los pequeños empiecen el colegio", destacan los investigadores.
elmundo.es

sábado, 16 de agosto de 2008

Uno de cada tres argentinos ronca, y la gran mayoría son hombres


Por: Georgina Elustondo-Clarin.com
Dicen que es de tontos consolarse con saber que uno comparte un mal con muchísima gente. Pero quizá sirva asumir que el problema es más masivo de lo que uno cree para decidirse a tomar cartas en el asunto. Si se siente una víctima solitaria de esa fastidiosa "banda sonora" que, lejos de acunar la noche, la atormenta, olvídelo: uno de cada tres argentinos ronca. Son más de 8 millones los adultos afectados por este trastorno que deteriora notablemente el descanso y la calidad de vida.


Lo arroja un estudio realizado por la consultora TNS Gallup Healthcare, realizado con entrevistas personales domiciliarias con un nivel de confianza del 95%. Del mismo surge que el 34% de los adultos argentinos ronca como resultado de algún trastorno de la respiración. Los hombres son los más perjudicados, y el problema crece en la franja de los 50 a 65 años. "El ronquido es uno de los principales factores que afecta el buen dormir durante la noche", afirman los investigadores.


No sólo el que ronca padece el problema. También lo sufre la pareja, o quienes comparten el mismo cuarto. De hecho, según el informe de Gallup, el 33% de los consultados dijeron padecer ronquidos de sus acompañantes. Este resultado explica los datos de algunos estudios internacionales (por ejemplo, el del Impulse Research Corporation, en Estados Unidos) que indican que una gran cantidad de parejas admitieron que duermen en cuartos separados para descansar mejor.

"Frecuentemente recibimos consultas relacionadas con los problemas que ocasiona la condición de roncadores. Es un síntoma fastidioso, que padecen también quienes tienen que dormir cerca de ellos (hermanos, cónyuges y otros). Como el roncador no se escucha ni sufre su ronquido, la mayoría de las veces no puede creer lo que le relatan sus allegados", dice la doctora Margarita Blanco, especialista en trastornos del sueño.


Roncar es un problema respiratorio. Se origina en la nariz y/o en la garganta cuando el flujo de aire se encuentra restringido o los músculos de la garganta, relajados. Esto ocurre durante el reposo, al momento de dormir. La incidencia de ambos factores complica el paso del aire y dispara el ronquido, que es fruto de una vibración en la laringe. No se trata de un problema meramente molesto. Los especialistas explican que el ronquido, al alterar el sueño e interrumpir el descanso, deteriora notablemente la calidad de vida.


"Roncar al dormir puede disminuir nuestros reflejos y afectar nuestra concentración diaria", afirma el estudio de Gallup."El ronquido es un síntoma de que algo anormal sucede durante el sueño. Es importante tener presente que la mayoría de los roncadores duermen pero no descansan. Por eso es importante hacer un buen diagnóstico para luego orientarlo hacia el tratamiento adecuado", dice Blanco.


El doctor Alejandro Andersson, neurólogo y neurofisiólogo, director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, recomienda a los roncadores hacerse una polisomnografía, un estudio que se realiza durante el sueño y permite detectar si hay apneas u otros problemas. "Una apnea, si se repite varias veces en una hora, genera un deterioro en todas las áreas. Hasta manejar es peligroso si uno tiene pausas en la respiración que puedan generar somnoliencia", explica. "Descartar algo serio en el origen del ronquido es importante", dice. "En la mayoría de los casos se trata de un ronquido benigno, también llamado ronquido simple, sin apnea o rítmico, provocado por la vibración de estructuras blandas, como la úvula o campanilla y otros tejidos próximos que constituyen el llamado paladar blanco, las amígdalas hipertrofiadas o las adenoides", afirma Blanco.


En los casos más severos, en que el ronquido obedece a una apnea, "hay que tener en cuenta que la interrupción del paso del aire disminuye la cantidad de oxígeno circulante en la sangre y aumenta la de anhídrido carbónico, pudiéndose también alterar el ritmo cardíaco --sigue la especialista--. Estas personas presentan un sinnúmero de síntomas desagradables durante el día, como excesiva somnolencia, alteraciones del estado de ánimo, disminución del rendimiento físico y/o intelectual, a veces insomnio y, muy frecuentemente, impotencia sexual". Los expertos explican que el tabaquismo, el alcohol y el sobrepeso pueden favorecer la aparición de ronquidos, y que también influye la edad: después de los 40 el problema se vuelve más frecuente.




También afecta a los niños
Un niño que ronca, al igual que el adulto, no descansa bien y no repone energías. Su sueño es inquieto y fragmentado. La oxigenación de sus tejidos durante el sueño puede estar alterada y, muchas veces, se modifica su frecuencia cardíaca repetidamente durante la noche. Su despertar es dificultoso. La consulta --aconsejan los expertos-- no debe demorarse.




Consejos
Si está excedido, haga dieta.


Evalúe sus vías aéreas superiores (nariz, garganta), para ver si hay factores obstructivos.

Minimice ruidos y luces a la hora de dormir.

Utilice tapones para los oídos en caso de estar en ambientes muy ruidosos.

Disminuya el consumo de estimulantes como cafeína, alcohol y cigarrillo, al menos cinco horas antes de acostarse.

Duerma de costado para aliviar la presión sobre las vías respiratorias.

Actualmente existen unas bandas (tiras nasales) que se adhieren a la nariz y favorecen el tránsito de oxígeno y, por lo tanto, de la respiración. También hay tratamientos farmacológicos y quirúrgicos.




Más de un damnificado
Sergio Danishewsky
Lo explica bien la infografía: roncar delata un problema respiratorio, y sería muy injusto quitar el foco en quien lo padece para posarlo en quien lo acompaña cada noche. Sobre todo porque, además, el roncador duerme mal, descansa menos y carga con un estigma que lo hará ponerse incómodo cuando deba compartir cama o cuarto, por placer, por accidente o por trabajo.




Y sin embargo... Vaya una mención al estoicismo de quienes también duermen poco y mal, pero por dificultades ajenas. Y vaya también algo de comprensión a quienes, corajudos, insomnes o sencillamente hartos, decidieron llevarse almohada, frazada y sueño a otro lado. Incluso, a otra casa.