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domingo, 31 de enero de 2010

Las pesas mejoran la mente de los mayores

MARÍA SÁNCHEZ-MONGE
MADRID.- El sillón es uno de los peores enemigos de la tercera edad. A no ser que se trate del asiento de un aparato de gimnasia diseñado para hacer ejercicios de resistencia. Existen numerosas evidencias de que las actividades aeróbicas son muy recomendables para el cerebro de los ancianos, pero las bondades de hacer pesas han sido mucho menos exploradas. Ahora se sabe que las mujeres mayores que hacen este tipo de entrenamiento experimentan una mejora de sus funciones cognitivas. Y esto se ha comprobado en féminas de entre 65 y 70 años que no lo habían practicado previamente. El trabajo que lo demuestra se acaba de publicar en
'Archives of Internal Medicine' .
Los resultados son contundentes, ya que se trata de un ensayo clínico, de 12 meses de duración, realizado de forma controlada. Las participantes fueron divididas en tres grupos. Las de los dos primeros realizaron ejercicios de resistencia de piernas una o dos veces a la semana. Las del tercero tan sólo ejecutaron gimnasia de tonificación y equilibrio. Los investigadores midieron las facultades cognitivas de todas ellas al comienzo del estudio, al cabo de seis meses y transcurrido un año.
Las mujeres que hicieron pesas mejoraron su destreza mental en dos aspectos: la resolución de conflictos y la atención selectiva (habilidad para responder a las cuestiones esenciales de una tarea o situación y pasar por alto aquéllas que son irrelevantes). En el plano físico, se observó un efecto positivo en la función muscular y en la velocidad durante la marcha, que está muy relacionada con el riesgo de caídas y discapacidad. Por otra parte, hay estudios que demuestran que ser capaz de caminar a buen ritmo está íntimamente relacionado con las funciones cognitivas. Los responsables del trabajo subrayan que no se puede hablar de una mejora generalizada de las destrezas mentales, sino de una serie de ventajas muy concretas. De hecho, los tests no mostraron ningún impacto de los ejercicios de fuerza sobre la memoria.
Las participantes que realizaron el otro tipo de entrenamiento –tonificación y equilibrio– no extrajeron ningún provecho significativo de su esfuerzo. "Estos resultados tienen implicaciones clínicas importantes porque el deterioro cognitivo es uno de los grandes problemas de salud que actualmente carece de una terapia farmacológica eficaz y porque la realización de ejercicio de resistencia no es una práctica extendida entre la tercera edad", concluyen los autores de la investigación.
La revista 'Archives of Internal Medicine' publica en el mismo número varios trabajos con un denominador común: los frutos que cosechan las personas mayores que dedican un rato a la semana a 'sudar la camiseta'. Éstos son los principales resultados:
Deterioro cognitivo
Un estudio llevado a cabo en casi 4.000 alemanes con edades superiores a los 55 años demuestra que la realización de actividad física con una intensidad de moderada a alta reduce la incidencia de deterioro cognitivo al cabo de dos años. Los investigadores recalcan que la disminución de facultades mentales es uno de los factores que más contribuye a la pérdida de independencia de los ancianos.
Densidad mineral ósea
Un programa de ejercicio estructurado mejoró, al cabo de 18 meses, la densidad mineral ósea y el riesgo de caídas en mujeres mayores de 65 años. Así lo constató un ensayo clínico controlado realizado con la colaboración de aproximadamente 250 féminas. No obstante, este entrenamiento no redujo el peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Ejercicio en la residencia
Un equipo de investigadores franceses llevó a cabo un ensayo clínico para evaluar los efectos de un programa de actividades adaptadas a personas mayores que vivían en residencias geriátricas y se encontraban en muy baja forma. Tal y como cabía esperar, el ejercicio tuvo un impacto positivo en su deteriorada calidad de vida.
A partir de los 70
Ser septuagenario u octogenario no tiene por qué ser sinónimo de sedentarismo. Más bien todo lo contrario. Sin embargo, cuanto antes se empiece a hacer ejercicio, mejor. Un grupo de científicos estadounidenses y británicos ha analizado los datos de más de 13.500 enfermeras. Aquéllas que mantuvieron niveles más elevados de actividad física hacia la mitad de su vida y sobrevivieron más allá de los 70 años lograron llegar a la vejez en mejores condiciones de salud.
"Nunca habíamos tenido tantas razones para albergar esperanzas respecto al potencial que tiene el ejercicio de convertirse en una estrategia probada y generalizable para promover un envejecimiento exitoso", apuntan los autores de un comentario sobre los nuevos estudios que acaban de ver la luz. Consideran que el imparable crecimiento de la población anciana es razón más que suficiente para seguir avanzando en esta línea.
elmundo.es

martes, 1 de diciembre de 2009

Crece el sida en mayores de 50 años

Fabiola Czubaj
LA NACION
Una puesta al día de la circulación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en el país revela una tendencia insoslayable: la cantidad de infecciones en mayores de 50 años crece de manera sostenida.
Mientras el 7% de los nuevos casos diagnosticados en 2001 pertenecían a ese grupo de edad, el año pasado ya sumaban el 12%, según los datos que adelantó el Ministerio de Salud por conmemorarse hoy el Día Mundial de la Lucha contra el VIH/sida.
"La media de edad al momento del diagnóstico en el país supera los 30 años en ambos sexos, y hay una tendencia en aumento del porcentaje de personas diagnosticadas después de los 50 años", dijo ayer el doctor Claudio Bloch, director del Programa de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual de la cartera sanitaria.
Las hipótesis que, según los expertos, explicarían esa tendencia, de la que hasta ahora se hablaba puertas adentro de los consultorios, incluyen la generalización del uso de los fármacos para lograr una erección cuando todo parecía perdido, una mayor fragilidad de las parejas estables y que a los adultos les costaría más usar el preservativo en las "aventuras" que a los jóvenes.
"Hoy, los más jóvenes viven la sexualidad de otra forma. ¿A cuántos de los que tienen 40 o más los padres les hablaron del uso del preservativo, de la menstruación o de cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual?", explicó Bloch a LA NACION tras su presentación. Evidentemente, agregó, "el mensaje [de prevención] no es sólo para los jóvenes, sino también para los adultos de mediana edad y, también, para los adultos mayores".
De hecho, puso como ejemplo el funcionario, un centro de jubilados del barrio porteño de Monte Castro puso en marcha un proyecto de prevención con un mensaje muy atractivo: "El amor no tiene edad... En los jubilados tampoco", recordó Bloch, quien insistió en que el mensaje para los mayores de 50 también debe ser que "hay que usar preservativo".
Por su parte, el viceministro de Salud, doctor Máximo Diosque, insistió en que "lo más importante es hacerse el test de VIH", que es gratuito y confidencial.
Entre las vías de transmisión del VIH identificadas por el programa oficial para el período 2001-2008 están en primer lugar las relaciones heterosexuales, les siguen las relaciones homosexuales y el uso de drogas inyectables. Mientras en las mujeres el crecimiento fue del 5% en 2001 al 9% en 2008, con un pico del 10% el anteaño, en los hombres pasó del 8 al 14% para los mismos años, con un salto del 2% entre 2003 y 2004.
Para los médicos, evidentemente, se trata de una población a la que no se llegó con las campañas de prevención. "Es algo que nos impresiona en el consultorio y que hablamos en el servicio; especialmente cómo ha aumentado el número de hombres que consultan y se les confirma el diagnóstico de VIH", dijo a LA NACION la profesora doctora Cristina B. Freuler, jefa del Servicio de Infectología, Inmunología y Epidemiología del Hospital Alemán.
Freuler, que no participó de la presentación en el Ministerio de Salud, describió un perfil general de esos pacientes como personas heterosexuales que terminaron con una pareja estable a mediana edad y que empiezan a tener relaciones pasajeras, pero sin demasiada conciencia de cómo cuidarse de las infecciones de transmisión sexual.
Actividades
"Pero esto que sucede en la Argentina está pasando también en el resto del mundo -agregó-, y se aduce que las personas de mayor edad están teniendo más actividad sexual que antes gracias a los fármacos que les permiten tener relaciones sexuales satisfactorias con parejas nuevas o casuales, ya que hay muchos casos de infidelidad porque existe esa necesidad de comprobar si todavía pueden rendir sexualmente."
Con motivo del Día Internacional de Lucha contra el Sida, desde hoy habrá distintas actividades. En el hospital Ramos Mejía, de 8 a 18, se realizarán tests gratuitos y confidenciales; se entregarán preservativos y se dará asesoramiento (de 9 a 13), mientras que en el hospital Muñiz (Uspallata 2272) se darán charlas y se proyectarán dos cortos de la película Invisibles.
De 10 a 14, en el hospital Tornú (Combatientes de Malvinas 3002) se distribuirán preservativos. Lo mismo ocurrirá, de 9 a 12, en el hall del Durand (Díaz Vélez 5044) y en los centros de salud 41 (Ministro Brin 842) y 39 (24 de Noviembre 1679), y en los CGP 4 (Del Barco Centenera 2906) y 12 (Miller 2751).
A las 18, en el Paseo La Plaza se proyectará, con el auspicio de la OPS, la película Translatina, sobre la realidad de la población transexual en 15 países de América. Y el domingo, a las 16, la Asociación Civil Alfonso Farías hará el Caminatón 2kmXsida, a beneficio de la Casa Vela para huérfanos de familias con VIH. Informes:
http://www.alfonsofarias.org.ar/ .
lanacion.com

viernes, 18 de septiembre de 2009

Seis de cada diez mayores de 60 años se sienten sanos


Nunca como ahora hubo tantos congresos, seminarios y estudios sobre la vejez. Es que no se trata sólo de que la gente viva cada vez más, sino que viva bien sana física y mentalmente. En este sentido, una reciente encuesta asegura que seis de cada diez argentinos mayores de 60 considera que su estado de salud es bueno. Pero más allá de perseguir un envejecimiento saludable, también se impone otro objetivo no menos importante: cambiar la mirada sobre la vejez, aún cargada de prejuicios y estereotipos.

La semana pasada hubo dos congresos que reunieron a cientos de especialistas en el tema: el de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas, en Ushuaia, y "Envejecimiento y Vida Cotidiana", de la Cátedra de la Tercera Edad y Vejez de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Es un intento de hablar de los mayores en su vida cotidiana, dándole importancia al modo en que se construye esta etapa de la vida, tanto a nivel del arte, los medios, la cultura, el deporte y también las prácticas profesionales.

Como explica el psicólogo Ricardo Iacub, uno de los organizadores del Congreso de la UBA: "Buscamos mostrar que la vida de un adulto mayor es mucho más que estar sano o enfermo, es vivir con proyectos y con sentido. Indudablemente hay una nueva manera de ser mayor. No sólo hoy se vive más sino que el adulto mayor actual tiene una perspectiva de desarrollo personal muchísimo más amplia". Una hipótesis de Iacub es que hay una cultura que no distingue las edades de la vida: desde las formas de vestirse hasta de conducirse son cada vez más homogéneas, lo que el especialista llama el estilo "uniage" (como el unisex), o una sola edad. Hoy los mayores necesitan un proyecto personal a lo largo de toda la vida y existen más instancias de desarrollo como los Programas Universitarios para Mayores o los Centros de Jubilados, o el caso emblemático del los cursos del Rojas (ver Acá...). "En el pasado cercano, en los 60 ó 70, la vida de los mayores estaba mucho más replegada sobre lo familiar, eran más abuelos que adultos mayores, no había ofertas y las representaciones sociales sobre la vejez eran limitantes", sostiene Iacub.

El informe de TNS Argentina dice que el 58% de los mayores de 60 creen que su salud es buena o muy buena. ¿Qué hacen para estar bien? Ocho de cada diez dijeron que trataban de comer sano, y 3 de cada 10 contaron que buscan estar en familia. Algo para remarcar: sólo dos de cada diez se mostraron preocupados por dolencias como artrosis, hipertensión o diabetes.

"Siempre se investigó el déficit, el deterioro, lo patológico. Había una visión negativa. Ahora comenzó a investigarse lo positivo. Se ven los recursos interiores, las fortalezas, las habilidades. Distintos estudios demostraron que los mayores tienen más capacidad de amor, de sabiduría, de perdón, de gratitud. También se sabe que pueden incorporar distintos puntos de vista y resolver mejor los problemas. Y que son capaces de concentrarse y hacer cosas sólo por placer", dice Claudia Arias, docente e investigadora sobre temas de vejez en la Universidad de Mar del Plata.

La ponencia de Iacub en el Congreso fue sobre la sabiduría: dijo que cuando al tiempo se lo percibe como más limitado, las metas emocionales se vuelven más importantes, lo que promueve una mejor selección de metas y deseos vitales. Las personas mayores tendrían una mejor selectividad, lo que les permite mantener sus emociones en equilibrio. Investigadores hallaron que a pesar de las desmejoras asociadas con el avance de la edad, la gente mayor parece manejar sus emociones de una manera más compleja y rica.

"Comparados con la gente joven, experimentan emociones negativas con menor frecuencia, tienen un mejor control sobre sus emociones y confían en un complejo y matizado termostato emocional que les permite recuperarse de situaciones adversas. Incluso, buscan lograr un balance emocional que no afecte la forma en que el cerebro procesa la información de su ambiente -dice Iacub-. Son rasgos de sabiduría, ya que este mayor rango de elección emocional les permitiría llegar a cierta serenidad o felicidad".

"Acá la gente viene con muchas ganas de estudiar"
Fue en 1987 cuando nacieron los cursos para adultos mayores en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Entonces se llamaban "Para la Tercera Edad", y eran 300 los alumnos. Hoy, ya con el nombre de "Adultos Mayores", los alumnos suman 6.700, divididos en 180 cursos que van desde la danza a la informática, pasando por el chino y la historia de la filosofía. "El alumno más joven tiene 50 años, y el mayor 101, así que nuestro promedio de edad va de los 60 a los 70, y el 83% son mujeres", explica Cristina Lombardi, coordinadora de los cursos para mayores del Rojas. "Hay una gran solidaridad en la enseñanza. Acá la gente viene con muchas ganas de estudiar. Tienen el deseo de hacerlo y aprovechan la oportunidad. Hay montones de casos de personas que nunca habían hecho nada relacionado a una universidad, otros nunca habían estudiado nada. Y acá se van enganchando, lo más común es que empiezan con un curso y siguen varios". Para Lombardi, "lo social es tan importante como el contenido de lo que se estudia. Se arman redes sociales que trascienden el Rojas. Lo fundamental es recuperar para los adultos un espacio positivo en la sociedad".
clarin.com

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Los hijos de padres mayores tienen más posibilidades de sufrir trastorno bipolar


CRISTINA G. LUCIO
MADRID.- La edad del padre podría influir en las posibilidades que los hijos tienen de sufrir un trastorno bipolar. Según un estudio, los descendientes de hombres mayores poseen un riesgo significativamente más alto de padecer esta alteración que produce cambios bruscos en el estado de ánimo y la alternancia de episodios de euforia con otros de depresión.
Otros trabajos ya habían relacionado la paternidad tardía con un aumento en la prevalencia de trastornos como esquizofrenia o autismo, por lo que las conclusiones de esta investigación realizada por científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) parece confirmar que tener hijos en la edad de ser abuelo puede traer complicaciones.
Según sus datos, que se publican en el último número de la revista
'Archives of General Psychiatry', el riesgo es especialmente alto a partir de los 55 años los hijos de estos progenitores tienen un 37% más de posibilidades de desarrollar el trastorno si se comparan con descendientes de padres veinteañeros.
Aunque no han podido demostrar cuál es la causa de esta relación, los investigadores sugieren que es posible que la clave esté en la calidad del esperma. "Con la edad, es más probable que se produzcan mutaciones en los genes relacionados con el trastorno bipolar", comentan en su trabajo.
Para llegar a estas conclusiones, analizaron el historial de 13.428 pacientes bipolares suecos. Tras comparar cada caso con otros cinco individuos de la misma edad y sexo pero sin el trastorno, los investigadores comprobaron que había una asociación clara entre la edad del padre y las posibilidades de desarrollar el trastorno.
Es más, sus datos mostraron que en aquellos individuos en los que el trastorno se había desarrollado de forma temprana, el efecto de la edad paterna era especialmente notable.
Los años de la madre, por el contrario, no demostraron tener ninguna influencia significativa.
Las conclusiones de este trabajo suponen un paso más en el camino hacia el conocimiento de esta enfermedad, que todavía esconde muchas incógnitas.