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sábado, 4 de febrero de 2012

Una expedición medirá la altura del Aconcagua

(EFE).- Una expedición de expertos argentinos emprendió un viaje a la cima del cerro Aconcagua, en la cordillera de Los Andes, en busca de confirmar que su altura ha aumentado desde los 6.959 metros del último registro oficial, que en 1956 lo situó como el "techo" de América.
"Hay registros de mediciones GPS (Sistema de Posicionamiento Global) de quienes hicieron cumbre en el Aconcagua que dan cuenta de que es más alto y vamos a ver cuál es la verdadera altura", explicó Sergio Cimbaro, uno de los miembros de la expedición.
"Se harán mediciones más precisas y rigurosas que permitirán ser reducidas al nivel medio del mar, ya que el GPS tiene una referencia propia que no coincide con la referencia tradicional para las mediciones de altura", comentó el experto del Instituto Geográfico Nacional argentino .
Los Andes, hito fronterizo entre Argentina y Chile y columna vertebral de América del Sur, es producto de la colisión de placas tectónicas, por lo que su formación sufre cambios paulatinos, sobre todo con los sismos de las últimas décadas y en especial por el del 27 de febrero de 2010 que sacudió al centro del territorio chileno con 8,8 grados de intensidad en la escala de Richter.
Desde el terremoto de 2010, "se han registrado hundimientos de terreno de unos pocos centímetros en Chile y levantamientos de la misma proporción en Argentina", según mediciones de estaciones científicas de los dos países, apuntó Cimbaro.
Chile se encuentra ubicado en el llamado "círculo de fuego" que bordea los países bañados por el Pacífico, una de las zonas más sísmicas del planeta, donde se producen el 80 por ciento de los terremotos.

TAREAS EXPEDICIONARIAS

Además de hacer mediciones de altura y gravimétricas en la cima, la expedición instalará una estación de GPS que operará en forma permanente para realizar controles de los movimientos de la corteza terrestre durante los 365 días del año. "Hay un camino normal" hacia la cumbre que se puede recorrer caminando, sin hacer las escaladas por las que optan los deportistas, indicó Cimbaro.
Aunque esta senda conlleva un menor riesgo relativo, el grupo es consciente de que deberá afrontar un gran esfuerzo físico a lo que se suma la amenaza de tormentas con vientos que llegan a los 200 kilómetros por hora, entre otros factores que en las últimas décadas han costado la vida de más de 130 escaladores.
Los receptores GPS toman las mediciones de altura respecto de una superficie matemática que no coincide con el nivel medio del mar (superficie física internacional para el establecimiento de alturas).
"A estas mediciones GPS hay que aplicarles reducciones producto de mediciones gravimétricas, entre otras, para vincularlas al nivel medio del mar: esta es la tarea que vamos a realizar en el Cerro", señaló el experto argentino.
La primera etapa hacia la cima del "techo" de América comienza en Plaza de Mulas, a 4300 metros de altura, con el fin de cumplir unos días de aclimatación a la falta de oxígeno y al esfuerzo físico en esas condiciones adversas. La siguiente escala será en la base Nido de Cóndores, a 5500 metros, donde se instalarán los equipos que pesan unos 150 kilos y serán llevados en helicóptero.
Los equipos de medición, que cuentan con pantallas solares y baterías de electricidad para funcionar sin pausa todo el año, "son capaces de registrar simultáneamente información de hasta diez" de los 24 satélites en órbita dentro de la red de posicionamiento global, señaló Cimbaro.
Los registros sistemáticos reunidos por estos equipos y procesados por estaciones de la Red Argentina de Monitoreo Satelital Continuo permitirán "un gran salto" de precisión en las mediciones respecto de las de 1956 de la Universidad de Buenos Aires, destacó.
El último campamento de la expedición será en el refugio Cólera, a 6000 metros de altura, el paso previo a alcanzar la cumbre del Aconcagua, que forma parte de "Los Penitentes", la cadena de montañas de más de 5000 metros de altura en Los Andes.
El nombre Aconcagua, como la mayoría de la toponimia indígena, ha generado polémicas sobre si responde a los vocablos "Akon" y "Kahuak", que en quechua significa "centinela de Piedra", o a los aymara "Kon" y "Kawa", que se traducen como "Monte Nevado", dice la información oficial.
Los primeros intentos de llegar a la cima del "techo" de América se le atribuyen al explorador alemán Paul Güssfeldt, que encabezó una expedición que a fines de 1896 trazó un camino hasta los 6560 metros de altura, donde tuvo que retirarse a causa de un fuerte temporal.
lanacion.com

sábado, 24 de enero de 2009

Hazaña de cinco discapacitados en el Aconcagua


Cuatro militares y un civil colombianos que perdieron una pierna como consecuencia de explosiones de minas antipersonales instaladas en su país, en guerra civil desde hace cuatro décadas, conquistaron anteayer la cumbre del Aconcagua, el techo de América.
El coronel Gabriel Cardona, el cabo Jesús Loaiza, los soldados Bernardo Prieto y Edgar Cardona, y el civil Nelson Cardona cumplieron así la meta de la expedición "Huella 2009", una iniciativa de la Dirección de la Liga de Discapacitados de las Fuerzas Militares colombianas que busca incentivar el deporte y la sana competencia entre sus integrantes, además de rendir un homenaje a sus camaradas heridos o muertos en combate en Colombia.
El proyecto para alcanzar la cima del Aconcagua reunió a un equipo de montañistas con discapacidad, que tuvo como director técnico a Nelson Cardona.
Según se lee en la página web de la expedición ( http://www.expedicionhuella2009.com/ ), el equipo comenzó a entrenar en 2006. Desde entonces conquistaron varias de las mayores cumbres de su país: ascendieron al Ritack´Uwa Blanco, de 5330 metros, en la Sierra Nevada del Cocouy, y también al Pan de Azúcar, de 5100 metros, en el mismo macizo.
Hace un año, según informó la agencia Télam, los militares ya habían intentado el ascenso al Aconcagua, de 6962 metros, pero no lo lograron por condiciones climáticas adversas.
Este verano, según se lee en la página web de "Huella 2009", la travesía comenzó el 13 de enero. El avance publicado del boletín de ese día recuerda que, desde la ciudad de Mendoza, el grupo fue transportado "hasta Puente del Inca, el sitio determinado como el inicio formal de la travesía".
Acompañados por guías, un equipo de apoyo logístico y médico y un camarógrafo, realizaron "en excelentes perfectas condiciones físicas y emocionales" el primer trekking de siete kilómetros hasta el campamento de Confluencia, a 3368 metros sobre el nivel del mar.
Al día siguiente, el grupo se dividió en dos para avanzar hasta Plaza de Mulas (4300 m), el campamento base. El recorrido abarcó 22 kilómetros, "con el principal objetivo de iniciar el proceso de aclimatación necesaria para el ascenso", según consta en el diario del día 14. Descanso y preparación
El jueves 15 fue día de descanso y preparación para la etapa por venir. El equipo de montañistas discapacitados se sometió a una nueva revisión médica, que volvió a arrojar un resultado "excelente, muy buenas condiciones físicas y una excelente asimilación de la altura". Posteriormente, se planificaron las actividades para el día siguiente.
El viernes 16, el coronel y el soldado Cardona, el cabo Loaiza y el soldado Prieto visitaron el campamento Plaza Canadá sólo con fines de aclimatación y regresaron a Plaza de Mulas.
El sábado fue una jornada de reflexión y preparación, la víspera del "Día D": es que el domingo 18, a las 11.15, emprendieron el ascenso definitivo a los campamentos de altura y la aproximación a la cumbre.
Pero antes, cuenta el diario de viaje, "el equipo se reunió a celebrar el cumpleaños del director técnico de la expedición, Nelson Cardona, y compartieron una torta con el personal de Inka Expediciones y otros montañistas de diferentes nacionalidades que estaban en el campamento base".
Inka Expediciones fue uno de los patrocinadores de "Huella 2009", que suministró guías al equipo de escaladores colombianos. Entre los auspiciantes también estuvieron Telefónica-Telecom y Avianca.
El grupo alcanzó en los tiempos previstos Plaza Canadá.
"El noveno día amaneció despejado y caluroso; desde el campamento se podía visualizar perfectamente la cumbre." El equipo ascendió hasta Nido de Cóndores (5400 metros), siempre en buen estado anímico y físico.
Allí, al despuntar el martes 20, disfrutaron de "paisajes con una inmensa belleza, paz interior y exterior", según el boletín de la página web. Luego, con un trekking de cinco horas, llegaron al campamento Cólera (5930 metros).
El miércoles decidieron descansar para encarar el último tramo hasta la cumbre al día siguiente. Y así lo hicieron, con éxito, en una aventura que buscó demostrar los logros deportivos que pueden obtener aquellos que han perdido una extremidad, pero no el valor y la determinación.