sábado, 14 de enero de 2012

Más satisfechas a los 50 que a los 40

La actividad sexual disminuye con la edad las mujeres, pero no la satisfacción. | Ilustración de El Mundo
¿Quién ha dicho que con los años, las mujeres están sexualmente menos satisfechas? Porque no están en lo cierto. Todo lo contrario. Los datos de una última investigación confirman que la complacencia sexual aumenta con la edad. Pero más importante aún: esta se alcanza incluso sin la existencia de deseo previo o de relaciones sexuales con penetración.
Elizabeth Barrett-Conor, de la Universidad de California (EEUU), es la autora del nuevo ensayo en el que han participado 806 mujeres residentes en la comunidad Rancho Bernardino, un suburbio de San Diego. La edad de todas ellas: de 40 a 100 años.
Desde la creación de la mencionada comunidad (1972-1974), todas las participantes del estudio han recibido un seguimiento anual para conocer su estado vital. Cada dos años se analizaban, además, las condiciones específicas y los comportamientos potencialmente relacionadas con el envejecimiento saludable.
En el caso concreto de las mujeres, los científicos preguntaron a las participantes sobre su salud física y emocional, si tenían la menopausia, si usaban terapias sustitutivas de estrógenos, si tenían pareja estable y su actividad sexual reciente. Se indagó, asimismo, en su función sexual: deseo, excitación, lubricación, dolor y satisfacción.
Los datos revelan que las probabilidades de actividad sexual se reducían con la edad. La mitad de las participantes había tenido encuentros íntimos en el último mes, de las cuales el 80% era con su pareja estable. "Un 67% de las mujeres sexualmente activas alcanzaba el orgasmo", según publica el último 'The American Journal of Medicine'.

Sin deseo

Más referencias de interés son las que hacen alusión a que el 40% de las mujeres dijo que nunca o casi nunca sentía deseo sexual, y un tercio de las participantes sexualmente activas reconoció que su libido era baja. "A pesar de existir una correlación entre el deseo sexual y otros dominios de la función sexual, apenas una de cada cinco mujeres sexualmente activas confesó tener mucho deseo sexual", confiesa la autora principal del ensayo.
A Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, los resultados del estudio no le sorprenden pese a que las creencias populares sean otras.
En declaraciones al ELMUNDO.es argumenta que la satisfacción sexual no "tiene por qué estar ligada necesariamente al deseo espontáneo, más bien está relacionada con la calidad emocional, con comunicación y cercanía de la pareja".
Para esta especialista que las mujeres de más edad se sientan más complacidas con el sexo que las más jóvenes puede deberse a que "a ciertas edades como en la cuarentena la mujer sufre un cambio de rol, le sucede en casa porque los hijos ya son mayores, pero también en el trabajo y con la pareja. Además, empiezan los cambios físicos, se gana peso, y todavía existe una gran preocupación social por la imagen corporal. Todo ello hace que el 'sexo' pueda pasar temporalmente a un segundo plano. Pero cuando este momento pasa, la mujer empieza a vivir de otra forma".
Uno de los errores tradicionales es pensar que "ellas necesitan sentir deseo para iniciar relaciones sexuales y estar satisfechas. A diferencia de los hombres, y sobre todo en las relaciones estables, las mujeres no siempre inician las relaciones desde el deseo sexual espontáneo. En ellas suele aparecer en las etapas de enamoramiento o en las situaciones en que las sorprenden (una cena, un viaje...). El deseo suele aparecer después de la excitación. El que no exista previamente no significa que no puedan iniciar un encuentro sexual".

Satisfacción orgásmica

Pese a que la edad avanzada se considera un predictor de una baja satisfacción sexual, el porcentaje de mujeres sexualmente satisfechas del estudio en realidad aumentó con la edad. Alrededor de la mitad de las mujeres mayores de 80 años casi siempre o siempre reconoció estar satisfechas sexualmente. Entre éstas, las que eran sexualmente activas tenían tasas de satisfacción orgásmica similares a las de las mujeres más jóvenes.
"En este estudio, la actividad sexual no siempre tenía el propósito de la satisfacción sexual a través del coito. Las que no eran sexualmente activas podrían haber logrado satisfacción sexual a través del tocamiento, las caricias u otras actividades íntimas desarrolladas en el transcurso de una relación", detallan los investigadores.
"La cercanía emocional y física con la pareja podría ser más importante que experimentar un orgasmo. Llevar a cabo un abordaje más positivo de la salud sexual femenina destinado a valorar su satisfacción podría ser más beneficioso para las mujeres que un enfoque limitado a la actividad sexual o las disfunciones", agregan.
De la misma opinión se muestra la doctora Molero que comenta que son "muchas las mujeres que consultan porque piensan que no sentir deseo es un problema. Hay que normalizar las cosas, ser más positivos. Sólo cuando la carencia del mismo causa angustia elevada e interfiere en la vida diaria estamos hablando de una disfunción. En el resto de casos, no hay un problema".
elmundo.es

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