Sabe todo sobre la vida de su hombre. Sabe todo lo que quiere o necesita y sabe cómo y cuándo y dónde… Y no importa el por qué. La alelí, en capullo o no, es un caso de género-mujer (resulta inimaginable en su versión masculina), cuya sintomatología sólo aparece en vínculo con un “otro” varón.
Empecemos por su aspecto físico. En general se la ve con poco maquillaje, pero nunca le falta un toque de brillo en sus labios. Su manera de vestir es prolija y adecuada aunque, en general, luce un estilo que podríamos definir como “mersón” o “cache”.
Si nos encontramos con ella en un grupo, es fácilmente reconocible ya que se destaca por las siguientes actitudes:
* Es aquella mujer que en todo momento dirige la mirada hacia su hombre y acompaña todos sus gestos con asentimiento.
* Una verdadera Alelí es la que, si está sin él (cosa muy poco probable), refiere todo comentario al susodicho. Su discurso siempre incluye frases del tipo: “Tito dice…”, “Claro, como piensa Tito…” y así consigue distinguirse de una manera bastante insoportable.
* Es reconocida, también, por la manera en que se dirige a él. Siempre lo hace en diminutivo, con apodos cariñosos y autorreferidos: papi, papito, amorcito y todas las variantes posibles forman parte de su vocabulario. Además, siempre los acompaña por un gesto de rendición incondicional a su amo.
* En la cama es más voluntariosa que complaciente. No piensa el sexo para ella. Pero la hace tan feliz hacerlo feliz a él que es “casi” como si disfrutara y le importara.
* Nunca dice “no” a nada que su hombre requiera. Es más, habitualmente se anticipa con deferencia a sus solicitudes gracias a su maravillosa capacidad de traducirlo e interpretarlo.
¿Y ellos?
Es lógico que no puedan vivir sin su Alelí. Se acostumbran demasiado a necesitarla, a contar con ella, a depender aunque tengan su libertad de opinión asegurada y el poder de decisión sobre todo.
Sin embargo, el hecho de que no puedan ni quieran vivir sin ella no quiere decir que viva “solamente” con ella. Otra peculiaridad de la Alelí: esta categoría femenina es cornuda per se y necesariamente. Ellos asumen el derecho de engañarla y de serle infiel, y casi imaginan que ellas podrían entenderlo con sus eternas sonrisas.
En definitiva, y para hacer un parangón con la flor que define este ejemplar, Alelí significa constancia, empeño, paciencia, aplicación, perseverancia. Pero nuestra Alelí supera todos los límites de esta adjetivación, casi hasta la dilución de su estructura como persona.
Test Alelí-Style: enterate si sos una de ellas
Respondé por sí o por no las siguientes 10 preguntas:
1- ¿Asumiste como propio el apellido de tu marido?
2- ¿Te encanta cocinar comida casera?
3- ¿Te enorgullece tener a tu marido como único partenaire sexual?
4- ¿Preferís callar cuando tu pareja toma la palabra?
5- ¿Tomás distancia de aquellas amigas que se separaron?
6- ¿Aprobás siempre los proyectos que sugiere tu compañero?
7- ¿La última vez que saliste sola de noche fue cuando tuviste que acompañar a tu mamá al sanatorio?
8- ¿Tus consejos hacia tu hija mujer respecto a su futuro apuntan a que se enfoque en conseguir un buen candidato?
9- ¿Jamás desaparece de tu rostro una sonrisa empalagosa?
10- ¿Tenés la voz aguda?
Si tus respuestas suman más de cinco afirmaciones, pertenecés indiscutiblemente al Alelí-Style.
Maridos probablemente te sobren. Hombres…¡Lo dudo!
Empecemos por su aspecto físico. En general se la ve con poco maquillaje, pero nunca le falta un toque de brillo en sus labios. Su manera de vestir es prolija y adecuada aunque, en general, luce un estilo que podríamos definir como “mersón” o “cache”.
Si nos encontramos con ella en un grupo, es fácilmente reconocible ya que se destaca por las siguientes actitudes:
* Es aquella mujer que en todo momento dirige la mirada hacia su hombre y acompaña todos sus gestos con asentimiento.
* Una verdadera Alelí es la que, si está sin él (cosa muy poco probable), refiere todo comentario al susodicho. Su discurso siempre incluye frases del tipo: “Tito dice…”, “Claro, como piensa Tito…” y así consigue distinguirse de una manera bastante insoportable.
* Es reconocida, también, por la manera en que se dirige a él. Siempre lo hace en diminutivo, con apodos cariñosos y autorreferidos: papi, papito, amorcito y todas las variantes posibles forman parte de su vocabulario. Además, siempre los acompaña por un gesto de rendición incondicional a su amo.
* En la cama es más voluntariosa que complaciente. No piensa el sexo para ella. Pero la hace tan feliz hacerlo feliz a él que es “casi” como si disfrutara y le importara.
* Nunca dice “no” a nada que su hombre requiera. Es más, habitualmente se anticipa con deferencia a sus solicitudes gracias a su maravillosa capacidad de traducirlo e interpretarlo.
¿Y ellos?
Es lógico que no puedan vivir sin su Alelí. Se acostumbran demasiado a necesitarla, a contar con ella, a depender aunque tengan su libertad de opinión asegurada y el poder de decisión sobre todo.
Sin embargo, el hecho de que no puedan ni quieran vivir sin ella no quiere decir que viva “solamente” con ella. Otra peculiaridad de la Alelí: esta categoría femenina es cornuda per se y necesariamente. Ellos asumen el derecho de engañarla y de serle infiel, y casi imaginan que ellas podrían entenderlo con sus eternas sonrisas.
En definitiva, y para hacer un parangón con la flor que define este ejemplar, Alelí significa constancia, empeño, paciencia, aplicación, perseverancia. Pero nuestra Alelí supera todos los límites de esta adjetivación, casi hasta la dilución de su estructura como persona.
Test Alelí-Style: enterate si sos una de ellas
Respondé por sí o por no las siguientes 10 preguntas:
1- ¿Asumiste como propio el apellido de tu marido?
2- ¿Te encanta cocinar comida casera?
3- ¿Te enorgullece tener a tu marido como único partenaire sexual?
4- ¿Preferís callar cuando tu pareja toma la palabra?
5- ¿Tomás distancia de aquellas amigas que se separaron?
6- ¿Aprobás siempre los proyectos que sugiere tu compañero?
7- ¿La última vez que saliste sola de noche fue cuando tuviste que acompañar a tu mamá al sanatorio?
8- ¿Tus consejos hacia tu hija mujer respecto a su futuro apuntan a que se enfoque en conseguir un buen candidato?
9- ¿Jamás desaparece de tu rostro una sonrisa empalagosa?
10- ¿Tenés la voz aguda?
Si tus respuestas suman más de cinco afirmaciones, pertenecés indiscutiblemente al Alelí-Style.
Maridos probablemente te sobren. Hombres…¡Lo dudo!
Adriana Arias es Licenciada en Psicología
entremujeres.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario