Casi 7.000 presos están en huelga de hambre en las cárceles de Kirguistán para protestar por la forma en que las fuerzas de seguridad pusieron fin a un motín y más de 1.300 se han cosido la boca para evitar que los alimenten por la fuerza, como ordenaron las autoridades, según ha informado este jueves el Servicio Penitenciario Estatal. Concretamente, hay 6.680 personas en huelga de hambre, de las cuales 1.319 se han cosido la boca.
La secretaria de prensa de ese órgano, Eleonora Sabatarova, había declarado un día antes a la emisora Radio Free Europe/Radio Liberty que unos 600 habían sido trasladados a unidades médicas dentro de las cárceles porque su estado de salud ha empeorado a causa del ayuno.
La huelga de hambre comenzó el pasado 17 de enero, un día después de que las fuerzas de seguridad sofocaran unos disturbios en una prisión de Bishkek donde un recluso murió y cientos resultaron heridos.
El Defensor del Pueblo, Tursunbek Akun, afirmó el miércoles en una rueda de prensa que los presos habían pedido que se satisficiesen una serie de demandas a cambio de volver a comer y descoserse la boca. «Se quejan de las agresiones y de la privación de sus derechos», explicó.
«Los funcionarios de prisiones mantienen que los reclusos les lanzaron agua hirviendo el 16 de enero durante el registro y los presos dicen que los policías antidisturbios los golpearon sin motivo», añadió Akun, citado por la agencia de noticias kirguís.
Palizas y torturas
Los familiares de los presos informaron a los medios de comunicación de cuáles son sus demandas. Entre ellas figuran el fin de las palizas y las torturas en el centro de prisión preventiva número 1 de Bishkek y las demás colonias penitenciarias, que se garantice la protección legal de las personas detenidas o encarceladas y se mejoren sus condiciones de vida.
También han reclamado que se juzgue por lo penal a los responsables del Servicio Penitenciario Estatal y a los del centro de prisión preventiva número 1 por las agresiones sufridas por los reclusos y a los médicos forenses que examinaron el cadáver de Nurbek Alymbayev (que murió en los disturbios) por haber dado «unas conclusiones falsas».
Por último, han exigido que se suspendan los procesos judiciales iniciados contra presos del centro de prisión preventiva número 1 después del 16 de enero y la dimisión del jefe del Servicio Penitenciario Estatal, Sheishenbek Baizakov, entre otros responsables.
El Defensor del Pueblo visitó el centro de prisión preventiva 1 de Bishkek. «Muchas de las personas que están en huelga de hambre se encuentran en unas condiciones muy malas. Dos de ellas se desmayaron», señaló. Según los presos, el Servicio Penitenciario Estatal ha dado «información errónea» al afirmar que algunos de ellos estaban recibiendo comida de sus familiares. Le han dicho a Akun que se han cosido la boca «para demostrar que no es así».
Derechos humanos
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha pedido en un comunicado que se respeten los Derechos Humanos y se mejoren las condiciones en las cárceles y centros de detención de Kirguistán.
El presidente del Comité de Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, Matteo Mecacci, ha subrayado que «los Derechos Humanos no dejan de estar vigentes en la entrada de una prisión».
Esos derechos «se deben respetar, también en los centros de detención y prisión preventiva», ha afirmado.
«Espero que las autoridades reconsideren el cierre de las celdas comunes para que los reclusos tengan garantizada una cierta libertad de movimiento», ha manifestado.
ABC.ES
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