El tabaco y el alcohol han sido, tradicionalmente, los principales desencadenantes de los tumores de la cavidad oral (boca, faringe y laringe). Sin embargo, en los últimos años, otro 'villano' ha ido ganando posiciones en este terreno. Se trata del virus del papiloma humano, un patógeno de transmisión sexual cuyo papel en el cáncer de cuello de útero es bien conocido.
En Estados Unidos, este virus se considera ya la causa principal de un tipo de carcinoma oral y su prevalencia llama la atención de los expertos. Sobre todo, porque es especialmente alta entre los varones.
Así lo atestiguan los resultados del último trabajo realizado sobre el tema, que analizó a 5.579 hombres y mujeres de edades comprendidas entre los 14 y los 69 años. Según sus datos, publicados en el último número de la revista 'Journal of the American Medical Association', las infecciones orales del virus afectan al 10,1% de los hombres frente al 3,6% de las mujeres, lo que da una prevalencia general de casi el 7%.
Estos datos, subrayan los investigadores en la revista médica, hacen necesaria una mayor atención pública hacia las implicaciones sanitarias que tiene el avance de este virus. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el subtipo 16 del patógeno -sin duda el más agresivo y el que más se relaciona con un posterior desarrollo de cáncer- era el virus más común entre los afectados de la muestra analizada.
Una infección de transmisión sexual
Para llevar a cabo su trabajo, estos científicos dirigidos por Maura L. Gillison, de la Universidad de Ohio (EEUU), sometieron a cada participante a una entrevista personal sobre sus hábitos y su perfil socioeconómico, además de una prueba de laboratorio para evaluar la presencia oral de papilomavirus.
Aparte de la prevalencia del patógeno, uno de los detalles que más claros quedaron en la investigación es que el comportamiento sexual estaba estrechamente ligado con las probabilidades de infectarse. Así, las personas sexualmente activas que más parejas habían tenido a lo largo de su vida eran quienes más probabilidades tenían de presentar el virus. Por otro lado, y al margen de la vida íntima, también el tabaquismo se demostró como un importante factor de riesgo.
Aunque reconocen que la prevalencia de las infecciones orales por papilomavirus sigue siendo baja en comparación con otros 'ataques' de este patógeno -llega al 42% en el caso del cuello de útero-, los autores de este trabajo reclaman en sus conclusiones más estudios que determinen de qué manera puede prevenirse y combatirse este tipo de infección y sus posibles consecuencias.
Coincide con su punto de vista Elvira del Barco, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica y especialista del Hospital Clínico Universitario de Salamanca. Según esta experta, entre otros factores, es necesario averiguar si la vacuna que habitualmente se emplea para prevenir el cáncer de cuello de útero también es efectiva en el caso de las infecciones orales o hasta qué punto sería coste-eficaz realizar un cribado preventivo para detectar el virus como el que habitualmente se realiza en las consultas de ginecología.
"Se está trabajando mucho en torno a este tema porque la prevalencia de estas infecciones orales está aumentando", señala. Según sus palabras, aunque en España y el resto de Europa las cifras aún no alcanzan los niveles que se manejan en EEUU, también se ha detectado un incremento importante.
"En España el alcohol y el tabaco siguen siendo las causas principales de los cánceres del área aerodigestiva superior, pero se espera que siga aumentando la incidencia del virus", indica.
En ese sentido, Del Barco recuerda que ante la existencia de un cáncer de boca o garganta, es necesario en todos los casos descartar la presencia del virus. "En general, los enfermos que tienen el virus pero no son fumadores ni bebedores tienen un mejor pronóstico que el resto", comenta. "En estos casos, hay que valorar que tal vez no haga falta la cirugía, ya que suelen responder muy bien a la quimioterapia y radioterapia", añade.
Para evitar problemas, esta especialista recomienda, sobre todo, prevención frente a cualquier enfermedad de transmisión sexual. Pero, además, también incide en la importancia de actuar a tiempo.
"Hay que consultar si se detectan síntomas como una úlcera o pequeña lesión en la boca que no se cura en semanas o ante una afonía que no remite", subraya.
elmundo.es
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