SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Villa La Angostura fue la localidad argentina más afectada por las cenizas y sorprende a los turistas que llegan con un cambio de aquellas imágenes grises de los primeros días tras la erupción del Puyehue por las de una aldea de montaña limpia y buscando recuperar su esplendor.
"La idea es que los turistas vengan a sorprenderse después de casi ocho meses de estragos por el volcán y vean cómo está hoy Villa La Angostura", sintetizó a LA NACION Marcelo García Leyenda, secretario de Turismo local, que destacó el trabajo de limpieza que se realizó en estos meses. El cambio respecto del paisaje gris que mostraba la villa, sepultada por las cenizas volcánicas, resulta increíble. Más allá de que todavía estos residuos cubren árboles y las zonas interurbanas, en el centro la recolección y las labores de limpieza mejoraron mucho la percepción general.
Villa La Angostura está ubicada a unos 60 kilómetros del volcán Puyehue. Y por la dirección habitual de los vientos, en algún momento del día todavía es casi seguro que aparezca la bruma volcánica. Este fenómeno, lejos de desalentar a los habitantes del lugar, los fortalece para mantener la ciudad limpia. Un operativo especial se montó con una Unidad Ejecutora encargada de despojar de cenizas el caso urbano -donde llegaron a unos 30 centímetros de altura- y los centros de referencia para el turismo. Así se lograron retirar unos 800.000 metros cúbicos de cenizas para que los pobladores y turistas puedan disfrutar de los deslumbrantes paisajes de la zona de los puertos del Nahuel Huapi, la costa del lago Correntoso y el bosque de Arrayanes, que en pocos días también habilitará el circuito de trekking. La ocupación hotelera promedia el 30% en un verano atípico como en toda la región.
"La situación es buena, pero falta muchísimo y no vamos a aflojar para lograr estar mejor. Se está reactivando la actividad paso a paso, evolucionando", afirmó García Leyenda.
Una de las particularidades que saltan a la vista es el cambio del color del lago de un celeste a un turquesa por el efecto de los residuos volcánicos depositados en el lecho del Nahuel Huapi. Villa La Angostura también recibió el repunte del turismo en los últimos días, con la reactivación de los vuelos a Bariloche y las promociones que lanzó rebajas y tarifas especiales para quienes elijan visitarla.
El volcán sigue activo
as ocho meses de la gran erupción, en junio de 2011, la zona cordillerana de Río Negro y Neuquén aún sufre casi a diario la ceniza en suspensión emitida por el volcán chileno Puyehue. Aunque la actividad volcánica es menor, la bruma de ceniza volcánica reaparece por efecto de los vientos que generalmente soplan desde el Oeste (Chile) hacia el Este, donde están localizadas las ciudades de Bariloche y Villa La Angostura. El Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur, que depende del Servicio de Geología y Minería (Segeomin) de Chile, expresó ayer en su reporte N° 275 sobre la actividad del volcán Puyehue que el volcán emite una columna (pluma) de ceniza que cubre unos 80 kilómetros.
El análisis de la actividad sísmica, según el Observatorio, revela que el proceso eruptivo del Cordón Caulle (donde está el Puyehue) continúa, aunque con baja intensidad, y con reducida emisión de material particulado (cenizas). "Las posibilidades de eventos explosivos menores aún permanecen, debido a posibles obstrucciones por la lava emitida o a cambios en la dinámica de la erupción", sostiene el informe.
Los expertos del Segeomin, el servicio obligatorio que miran los argentinos de las zonas afectadas por las cenizas, aclaran en el informe que no es posible predecir cuándo concluirá la actividad del volcán. Un dato alentador, según se indica, es que no hubo nuevas explosiones y que la emisión de material particulado indica que la lava no obturó la boca del volcán, lo cual podría haber producido nuevos estallidos.
El análisis de la actividad sísmica, según el Observatorio, revela que el proceso eruptivo del Cordón Caulle (donde está el Puyehue) continúa, aunque con baja intensidad, y con reducida emisión de material particulado (cenizas). "Las posibilidades de eventos explosivos menores aún permanecen, debido a posibles obstrucciones por la lava emitida o a cambios en la dinámica de la erupción", sostiene el informe.
Los expertos del Segeomin, el servicio obligatorio que miran los argentinos de las zonas afectadas por las cenizas, aclaran en el informe que no es posible predecir cuándo concluirá la actividad del volcán. Un dato alentador, según se indica, es que no hubo nuevas explosiones y que la emisión de material particulado indica que la lava no obturó la boca del volcán, lo cual podría haber producido nuevos estallidos.
lanacion.com
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