La frase, ya convertida en un lugar común, reza que para el amor no hay edad. Sin embargo, ese mismo lugar común, instala un mojón en los 50 años como un momento para mirar atrás el camino recorrido y tomarse el tiempo necesario para reflexionar sobre lo que hicimos y lo que haremos. ¿Qué reglas hay para el amor cuando ya se vivió medio siglo? Las búsquedas, las sensaciones, ¿son las mismas o todo cambia?
“Desde las experiencias, desde lo que se siente, se ama igual a los 50 que en la adolescencia”, afirma la licenciada Graciela Fernández, ex vicepresidenta y actual vocal de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar (SATF), y agrega: “Lo que cambia es que al volver a sentir lo mismo que hace 20 ó 30 años, la persona se reconoce revitalizada y recupera sentimientos que creía olvidados”.
Aunque no se pueda marcar un patrón único, las experiencias vividas influyen en la toma de decisiones a la hora del amor. “Lo más común al terminar una relación es un duelo”, continúa Fernández, “pero una vez superado se vuelve a intentar formar una nueva pareja”. “Los humanos buscan siempre estar con alguien”, asegura Fernández, “pero a los 50 firman un nuevo contrato, tanto para formar una nueva pareja, como para mantener la misma que lleva varios años de convivencia”.
Otro elemento clave a la hora de definir las relaciones modernas es el divorcio. Para el médico psiquiatra y psicoterapeuta Norberto Proverbio, el matrimonio “tembló cuando el amor a la otra persona prevaleció por sobre el amor a la institución”. Proverbio, miembro fundador de la SATF, considera que “cada mentalidad le da a uno características individuales, pero después de los 50, la postura ante el amor deja de tener apoyatura en lo físico”.
Emitida con gran éxito por Telefé durante 2005, la telenovela “Amor en custodia” fue la primera en relatar el apasionado romance entre dos personajes mayores de 50 años: una empresaria y su guardaespaldas, interpretados por Soledad Silveyra y Osvaldo Laport. Su autora, Marcela Citterio, escribió la historia de dos personas que a pesar de estar felizmente casadas encontraban el verdadero amor cuando ya estaban maduras y se enamoraban como nunca antes en su vida. “Si te llega cuando tenés 20, sentís que es lo que tiene que ser, pero cuando recién lo vivís a esta edad, te sorprende”, define la guionista de “Los buscas de siempre” y “Patito feo”, entre otras.
Para Citterio, el éxito de la novela (que tuvo sus adaptaciones en México y Colombia), se debió a que no es común contar un romance con protagonistas de esa edad, pero “al ser un amor tan universal, eso emociona y hace que uno acompañe”, remata.
A la hora de buscar un amor de 50, los objetivos cambian. “Ya no se busca el ideal de la casita, los hijos y el auto”, señala la licenciada Alicia Díaz Farina, directora de Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires (PPBA), “sino que se espera que el otro comparta gustos y sentimientos en común”. “Al dejar de lado lo hormonal –continúa Díaz Farina– se focaliza en las afinidades que se encuentren”. En este sentido, en una entrevista publicada recientemente por Clarín Mujer, la locutora Elizabeth Vernaci (50) describe al hombre para compartir su vida como “contenedor, y que me calle la boca cuando tenga que hacerlo. Los he tenido, pero no me he quedado con ellos –recuerda la Negra – porque se me acababa el amor, a mí o a ellos”.
Liliana Pécora, actriz, coautora y directora de la obra de teatro “Mujeres de 50”, es una voz autorizada para describir el amor a su edad. “Una pareja de más de 50 tiene otras conversaciones, aparece el aspecto espiritual, se busca una persona que nos comprenda en todos los aspectos, especialmente en los cambios, tanto físicos como psíquicos, que vive la mujer”, detalla. “El amor a los 50 es igual que en la adolescencia, pero con la ventaja de tener más madurez y más sabiduría”, indica Pécora, quien asegura que “el escalofrío que sentís en la espalda cuando te acaricia la persona amada, es el mismo que se siente a los 20 años”.
“Desde las experiencias, desde lo que se siente, se ama igual a los 50 que en la adolescencia”, afirma la licenciada Graciela Fernández, ex vicepresidenta y actual vocal de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar (SATF), y agrega: “Lo que cambia es que al volver a sentir lo mismo que hace 20 ó 30 años, la persona se reconoce revitalizada y recupera sentimientos que creía olvidados”.
Aunque no se pueda marcar un patrón único, las experiencias vividas influyen en la toma de decisiones a la hora del amor. “Lo más común al terminar una relación es un duelo”, continúa Fernández, “pero una vez superado se vuelve a intentar formar una nueva pareja”. “Los humanos buscan siempre estar con alguien”, asegura Fernández, “pero a los 50 firman un nuevo contrato, tanto para formar una nueva pareja, como para mantener la misma que lleva varios años de convivencia”.
Otro elemento clave a la hora de definir las relaciones modernas es el divorcio. Para el médico psiquiatra y psicoterapeuta Norberto Proverbio, el matrimonio “tembló cuando el amor a la otra persona prevaleció por sobre el amor a la institución”. Proverbio, miembro fundador de la SATF, considera que “cada mentalidad le da a uno características individuales, pero después de los 50, la postura ante el amor deja de tener apoyatura en lo físico”.
Emitida con gran éxito por Telefé durante 2005, la telenovela “Amor en custodia” fue la primera en relatar el apasionado romance entre dos personajes mayores de 50 años: una empresaria y su guardaespaldas, interpretados por Soledad Silveyra y Osvaldo Laport. Su autora, Marcela Citterio, escribió la historia de dos personas que a pesar de estar felizmente casadas encontraban el verdadero amor cuando ya estaban maduras y se enamoraban como nunca antes en su vida. “Si te llega cuando tenés 20, sentís que es lo que tiene que ser, pero cuando recién lo vivís a esta edad, te sorprende”, define la guionista de “Los buscas de siempre” y “Patito feo”, entre otras.
Para Citterio, el éxito de la novela (que tuvo sus adaptaciones en México y Colombia), se debió a que no es común contar un romance con protagonistas de esa edad, pero “al ser un amor tan universal, eso emociona y hace que uno acompañe”, remata.
A la hora de buscar un amor de 50, los objetivos cambian. “Ya no se busca el ideal de la casita, los hijos y el auto”, señala la licenciada Alicia Díaz Farina, directora de Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires (PPBA), “sino que se espera que el otro comparta gustos y sentimientos en común”. “Al dejar de lado lo hormonal –continúa Díaz Farina– se focaliza en las afinidades que se encuentren”. En este sentido, en una entrevista publicada recientemente por Clarín Mujer, la locutora Elizabeth Vernaci (50) describe al hombre para compartir su vida como “contenedor, y que me calle la boca cuando tenga que hacerlo. Los he tenido, pero no me he quedado con ellos –recuerda la Negra – porque se me acababa el amor, a mí o a ellos”.
Liliana Pécora, actriz, coautora y directora de la obra de teatro “Mujeres de 50”, es una voz autorizada para describir el amor a su edad. “Una pareja de más de 50 tiene otras conversaciones, aparece el aspecto espiritual, se busca una persona que nos comprenda en todos los aspectos, especialmente en los cambios, tanto físicos como psíquicos, que vive la mujer”, detalla. “El amor a los 50 es igual que en la adolescencia, pero con la ventaja de tener más madurez y más sabiduría”, indica Pécora, quien asegura que “el escalofrío que sentís en la espalda cuando te acaricia la persona amada, es el mismo que se siente a los 20 años”.
clarin.com
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