Si bien la aparición de la gripe A fue la causa de que se difundan las bondades del hábito, lavarse las manos representa uno de los métodos más eficaces y económicos para prevenir diarrea, hepatitis, neumonías, influenzas, SUH e infecciones en la piel
La aparición del virus H1N1 de la gripe A obligó a retomar una serie de medidas de cuidado personal muchas veces olvidadas, entre ellas, el lavado de manos, que con agua y jabón o con alcohol en gel se convirtió en una práctica habitual y ayudó a evitar una mayor propagación del mal.
En el Día Mundial de la Higiene, que se celebra mañana, los especialistas recomiendan convertir en hábito esta sencilla tarea, que debe durar al menos 20 segundos para que resulte más efectiva, en caso de realizarse con agua y jabón.
Según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), lavarse las manos con jabón puede reducir la incidencia de infecciones respiratorias en un 23%, como la neumonía, que es la primera causa de muerte de niños menores de cinco años y que mata cada año a 1,8 millones de chicos en el mundo.
En tanto, más de 5.000 niños y niñas menores de cinco años mueren diariamente en el planeta como resultado de las enfermedades diarreicas, debidas en parte al agua contaminada, a la carencia de instalaciones de saneamiento básico y a prácticas higiénicas deficientes.
"El lavado de manos debe incorporarse en la vida cotidiana como hábito. No debemos bajar la guardia porque haya pasado el pico de casos de gripe A", subrayó el ministro de Salud bonaerense, Claudio Zin, en un comunicado oficial.
"En el caso de la diarrea, el lavado de manos reduce considerablemente los riesgos, especialmente en hogares donde hay lactantes que son los más vulnerables a estas enfermedades", agregó el funcionario.
La higiene de los alimentos es otro punto clave para tener en cuenta, ya que frutas y verduras crudas deben lavarse cuidadosamente con agua potable.
El lavado de manos antes y después de manipularlas debe ser constante para evitar la propagación de gérmenes, recordó la cartera sanitaria provincial.
De este modo, es posible evitar el contagio de enfermedades transmitidas por los alimentos mal higienizados como el SUH o la salmonella.
También deben lavarse profundamente platos, cubiertos, y todo utensilio que se usa para la comida.
Los especialistas recomiendan que el lavado de manos se realice con abundante agua y jabón, al menos antes de cada comida y después de ir al baño.
Carlos Calvi, jefe del Servicio de Neumotisiología de Tandil -un organismo dependiente del Ministerio de Salud provincial-, indicó que el lavado debe realizarse en profundidad, restregando las manos varias veces y empleando abundante agua y jabón para eliminar la suciedad por completo.
"Lo ideal es pasar tres veces el jabón durante el lavado y dejar que el agua corra y limpie bien. Las uñas son el mayor reservorio de bacterias, por eso también es aconsejable utilizar un cepillo", remarcó.
Calvi explicó que la tarea no debe reducirse a un número estricto de lavados por día.
Sino que "hay que hacerlo cada vez que las manos entran en contacto con posibles focos infecciosos: por ejemplo, tras manipular alimentos o monedas, luego de acariciar animales, de trabajar con tierra, o después de ir al baño", aseguró.
El “paso a paso” para un correcto lavado de manos
- Enjabonar toda la mano y entre los dedos haciendo espuma. No olvidar las muñecas.
- El lavado de manos más efectivo debe durar al menos 20 segundos.
- Enjuagar con abundante agua para expulsar el virus. No sacudir las manos, debido a que el virus se puede expandir, más aún si no se ha realizado bien el lavado.
- No portar anillos ni reloj, debido a que estos objetos conservan la humedad y pueden alojar virus.
- Se recomienda no usar detergentes porque son corrosivos para la piel.
- Si no se tiene acceso al agua y jabón, se puede usar alcohol en gel.
Fuente: NA
infobae.com
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