miércoles, 2 de septiembre de 2009

Si quieres quemar grasas: no te abrigues demasiado


Bajo la creencia de que sudar adelgaza, muchas son las personas que asisten al gimnasio cargados de ropa para fomentar la sudoración, sin embargo, si de verdad quieres quemar grasa es mejor no abrigarse demasiado.
El cuerpo quema calorías por sólo mantener la temperatura del cuerpo alrededor de los 36ºC, por eso, muchos confunden sudor con quemar grasas, no obstante, abrigarse mucho no es nada favorable si lo que intentamos es adelgazar eliminando las reservas de grasa corporal.
En primer lugar, cuando más sudemos más agua perderemos y así, poco a poco se reduce el rendimiento y la fatiga llegará antes de lo esperado, por ende, las probabilidades de quemar grasas son menores a medida que se reduce el tiempo de entrenamiento.
Por otro lado, es verdad que nuestro cuerpo quema más calorías por mantener una buena temperatura corporal cuando estamos ante un ambiente caluroso, pero el gasto calórico es mayor ante ambientes fríos, por ello, no abrigarse demasiado es de mayor ayuda que cubrirse de capas de ropa si lo que buscamos es quemar grasas.
Si no nos abrigamos mucho, no perderemos tanto líquido por sudor, nuestro cuerpo tendrá que esforzarse por mantener la temperatura corporal y además, no nos fatigaremos muy rápido, entonces, las condiciones son más favorables para quemar grasas.
Incluso, cuando más aumenta la temperatura corporal, el metabolismo más recurre a fuentes rápidas de energía, como es el glucógeno, por ejemplo. Por ello, si queremos quemar grasas, lo menos recomendable es abrigarse demasiado, ya que no nos permitirá transpirar adecuadamente y elevará la temperatura del cuerpo reduciendo la movilización de grasa corporal y hasta colocando en riesgo la salud del organismo.



3 datos para no olvidar sobre la quema de grasas

A la gran mayoría de la gente que se ejercita a diario le interesa quemar grasa, y al respecto existen muchas teorías, de las cuales algunas son verídicas y otras se encuentran en tela de juicio o ya han sido desmentidas.
Sin embargo, existen 3 datos que no podemos olvidar acerca del ejercicio que colabora a quemar grasas, de los cuales hablaremos a continuación. Se trata del tipo de actividad, la intensidad de la misma y el tiempo necesario para que la quema de grasas sea efectiva.
1. Tipo de actividad: para que podamos reducir la grasa a través de la actividad física, es fundamental que realicemos actividades aeróbicas y anaeróbicas, ya que con las primeras quemamos calorías y utilizamos las reservas energéticas del organismo, mientras que con las segundas incrementamos masa magra y con ésta, la velocidad de nuestro metabolismo que nos permite quemar más calorías aún estando en reposo y por ello, brinda más posibilidades de quemar grasa.
2. Intensidad: considerar la frecuencia cardíaca para optimizar la quema de grasas significa entrenar a un ritmo mayor al 75% de la misma, dónde la quema de grasas es mayor. Sin embargo, no debemos entrenar a una elevada intensidad que nos agote rápidamente, sino que lo ideal es ejercitar a un 80% de la frecuencia cardíaca para mantener una intensidad óptima que nos permita estimular el metabolismo. Para saber cuál es la frecuencia que te permite quemar más grasas utiliza la siguiente fórmula:
FC: (220 – edad) x 0.80 3. Tiempo: la duración y el momento en el cual nos ejercitamos también puede influir en la quema de grasas. Tal es así que para comenzar a utilizar las grasas como combustible debemos primero agotar las reservas de glucógeno, por lo que debemos entrenar por aproximadamente 30 minutos para después comenzar a utilizar grasa. También podemos realizar ejercicios aeróbicos después de entrenar con pesas, de manera que gran parte del combustible haya sido utilizado primero para después comenzar a quemar calorías a través de las grasas del organismo.
Otra de las opciones suele ser ejercitar por la mañana, cuando el cuerpo no dispone de glucosa y recurre más facilmente a las reservas lipídicas. No obstante, ejercitarse en ayunas no es lo más recomendable y por eso, ejercitarse 1 hora o más después de desayunar, también puede ser buena alternativa, ya que el metabolismo recién ha comenzado el día y se encuentra en plena actividad.
Sólo recordando éstos datos acerca del ejercicio y realizando una dieta equilibrada que propicie un balance calórico negativo, usted podrá perder grasa a medida que incrementa su proporción de masa magra, ambos procesos beneficiosos para su salud.


Mitos sobre cómo quemar grasa

Muchos de nosotros creemos que si sudamos más quemamos más calorías, o que si realizamos actividad física con ropa gruesa o de nylon obtenemos mejores resultados para bajar de peso o reducir una talla de pantalón. Sin embargo, éstos son sólo mitos, ya que al sudar más, simplemente estamos eliminando mayor cantidad de agua de nuestro cuerpo, y por lo tanto lo único que lograremos es agotarnos rápidamente, deshidratarnos y rendir menos tiempo en el ejercicio.Cuando una persona realiza actividad física comienza por perder los líquidos del organismo por medio del sudor. Luego, a medida que avanza el ejercicio y se acelera el ritmo, se va quemando grasa, pero ésto no se puede lograr en menos de 15 minutos de cualquier rutina.La grasa es la principal fuente de energía del organismo, seguido de los carbohidratos. Con cualquier movimiento que realicemos, necesitamos energía, por lo tanto quemamos calorías. Pero lo que en realidad permite quemar grasa es la constancia en el ejercicio, es decir, la práctica de actividad física en forma regular que exceda cada sesión los 30 minutos de movimiento.Es importante aclarar que no por mucho sudar vamos a quemar más grasas, sino que para no acumular más de ésta en nuestro organismo debemos abandonar la vida sedentaria y ponernos en acción.
vitonica.com

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