Un estudio con casi 100.000 voluntarios ha mostrado que la primera vacuna desarrollada para prevenir el desarrollo de la hepatitis E tiene una eficacia del 100% de los casos y provoca pocos efectos secundarios.
Esta enfermedad, causada por un virus que se estima que ha contagiado a un tercio de la población mundial, está sobre todo extendida en países en desarrollo, así como en naciones como China o India, donde se han producido los mayores brotes.
La hepatitis E se suele contagiar por agua contaminada con restos fecales infectados y es endémica en es endémico en muchas regiones de Asia, Oriente medio, norte de África y América central. En los países desarrollados, suele producirse a través de contagios durante viajes, pero también se están dando cada vez más casos autóctonos.
La investigación, publicada en la edición 'on line' de la revista 'The Lancet', ha tomado como muestra a 97.356 mujeres y hombres de la provincia de Jiangsu, en China, de entre 16 y 65 años. Los voluntarios fueron divididos en dos grupos: uno que recibió la vacuna intramuscular de la hepatitis E en tres dosis (a lo largo de seis meses) y otro que sólo recibió un placebo, sin propiedades clínicas.
Pasado más de un año desde la aplicación de la última dosis, 15 pacientes del grupo que no había recibido la vacuna habían desarrollado la enfermedad, mientras que no se registró ni un solo caso entre los vacunados.
Una sola dosis
"La vacuna ha demostrado eficacia en todos los subgrupos de edad y sexo e, incluso, ha demostrado ser efectiva con tan sólo dos dosis, algo que permitirá a las personas que necesiten ir a zonas endémicas obtener una protección adecuada frente al virus sin tener que esperar", comenta el director del estudio, el doctor Ning-Shao Xia, del Instituto de Diagnóstico y Desarrollo de Vacunas de Xiamen (China).
Sin embargo, los investigadores señalan que "son necesarios más estudios que comprueben los beneficios de la vacuna en mujeres embarazadas y en personas menores de 15 años y mayores de 65", indica el doctor Xia.
En un comentario añadido, también publicado en 'The Lancet', el doctor Scott D. Holmberg, del Centro Nacional para la Prevención del VIH, la Hepatitis y la Tuberculosis de EEUU, señala que "la total eficacia de esta vacuna todavía deber ser comprobada a largo plazo", ya que el estudio sólo ha mostrado una efectividad del 100% hasta un año después de la vacunación.
Erradicar las epidemias
En cualquier caso, comenta Holmberg, "en zonas endémicas, la vacuna serviría para convertir las epidemias de hepatitis E en brotes esporádicos". Por ello, "las autoridades sanitarias deberían comenzar a planificar estrategias de vacunación y, junto a la industria farmacéutica, empezar a diseñar protocolos de salud pública para implantar programas frente a este virus en los países más afectados".
La tasa de mortalidad de infectados de hepatitis E ronda entre el 1% y el 3% , aunque su pronóstico empeora cuanto mayor es el paciente y en grupos específicos, como las embarazadas, donde la letalidad puede llegar hasta el 25% de los casos y el número de abortos y partos prematuros se multiplica.
En pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, el pronóstico también se complica: cada año mueren en países industrializados entre 13.000 y 26.000 personas con enfermedades del hígado que son infectadas por este virus.
elmundo.es
Esta enfermedad, causada por un virus que se estima que ha contagiado a un tercio de la población mundial, está sobre todo extendida en países en desarrollo, así como en naciones como China o India, donde se han producido los mayores brotes.
La hepatitis E se suele contagiar por agua contaminada con restos fecales infectados y es endémica en es endémico en muchas regiones de Asia, Oriente medio, norte de África y América central. En los países desarrollados, suele producirse a través de contagios durante viajes, pero también se están dando cada vez más casos autóctonos.
La investigación, publicada en la edición 'on line' de la revista 'The Lancet', ha tomado como muestra a 97.356 mujeres y hombres de la provincia de Jiangsu, en China, de entre 16 y 65 años. Los voluntarios fueron divididos en dos grupos: uno que recibió la vacuna intramuscular de la hepatitis E en tres dosis (a lo largo de seis meses) y otro que sólo recibió un placebo, sin propiedades clínicas.
Pasado más de un año desde la aplicación de la última dosis, 15 pacientes del grupo que no había recibido la vacuna habían desarrollado la enfermedad, mientras que no se registró ni un solo caso entre los vacunados.
Una sola dosis
"La vacuna ha demostrado eficacia en todos los subgrupos de edad y sexo e, incluso, ha demostrado ser efectiva con tan sólo dos dosis, algo que permitirá a las personas que necesiten ir a zonas endémicas obtener una protección adecuada frente al virus sin tener que esperar", comenta el director del estudio, el doctor Ning-Shao Xia, del Instituto de Diagnóstico y Desarrollo de Vacunas de Xiamen (China).
Sin embargo, los investigadores señalan que "son necesarios más estudios que comprueben los beneficios de la vacuna en mujeres embarazadas y en personas menores de 15 años y mayores de 65", indica el doctor Xia.
En un comentario añadido, también publicado en 'The Lancet', el doctor Scott D. Holmberg, del Centro Nacional para la Prevención del VIH, la Hepatitis y la Tuberculosis de EEUU, señala que "la total eficacia de esta vacuna todavía deber ser comprobada a largo plazo", ya que el estudio sólo ha mostrado una efectividad del 100% hasta un año después de la vacunación.
Erradicar las epidemias
En cualquier caso, comenta Holmberg, "en zonas endémicas, la vacuna serviría para convertir las epidemias de hepatitis E en brotes esporádicos". Por ello, "las autoridades sanitarias deberían comenzar a planificar estrategias de vacunación y, junto a la industria farmacéutica, empezar a diseñar protocolos de salud pública para implantar programas frente a este virus en los países más afectados".
La tasa de mortalidad de infectados de hepatitis E ronda entre el 1% y el 3% , aunque su pronóstico empeora cuanto mayor es el paciente y en grupos específicos, como las embarazadas, donde la letalidad puede llegar hasta el 25% de los casos y el número de abortos y partos prematuros se multiplica.
En pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, el pronóstico también se complica: cada año mueren en países industrializados entre 13.000 y 26.000 personas con enfermedades del hígado que son infectadas por este virus.
elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario