Lara Tarker-Pope
The New York Times
NUEVA YORK. Durante más de 2000 años se ha utilizado la acupuntura en China para tratar el dolor y otros males. Ahora, los médicos occidentales están buscando pruebas de que realmente funciona. Nadie duda de que las personas se sienten mejor después de recibir este tratamiento que consiste en insertar profundamente finas agujas a través de la piel en puntos específicos del cuerpo. Pero los beneficios, ¿son por la acupuntura o son un efecto placebo?
El debate recrudeció la semana última por un estudio aparecido en la revista Journal Arthritis Care and Research, en el que investigadores del Centro Oncológico Anderson comprobaron que a 455 pacientes con dolores articulares de rodilla la acupuntura no los había ayudado más que un tratamiento falso.
En realidad, en los pacientes el dolor se redujo con ambos tratamientos: un promedio de un punto en una escala del 1 al 7. Quienes critican el trabajo sostienen que el estudio estaba mal diseñado. Los pacientes de ambos grupos recibieron tratamientos con agujas y estimulación eléctrica; la diferencia radicaba en que en la falsa terapia éstas no se insertaban tan profundo y la estimulación era de mucha menor duración.
En la vida real, un profesional de la acupuntura modificaría el tratamiento para combatir los síntomas específicos del paciente. Pero en el estudio, todos los que formaban parte del grupo tratado "de verdad" recibieron el mismo tratamiento.
Más que demostrar que la acupuntura no funciona, el estudio parecería haber demostrado que sí funciona, incluso cuando está mal administrada. Pero la verdadera lección que arroja es que resulta extremadamente difícil aplicar los estándares de la investigación occidental a este antiguo arte de curar. Todos puntos activos
"En general, la acupuntura considera que no hay puntos inactivos en el cuerpo; donde sea que uno inserte la aguja es un punto activo ?explica el doctor Alex Moroz, acupunturista que dirige el programa de rehabilitación musculoesquelético en la Universidad de Nueva York?. Existe gran cantidad de textos que sostienen que no se puede estudiar la acupuntura con los reduccionistas métodos científicos occidentales."
La doctora María E. Suárez-Almazor, autora principal del trabajo, hace notar que el tratamiento simulado se desarrolló con la ayuda de profesionales entrenados. Explica que en un estudio de fármacos una respuesta equivalente de los grupos del tratamiento real y del placebo arrojaría resultados negativos. "No planeamos un estudio para demostrar que la acupuntura no funciona. Los resultados fueron inesperados."
Un creciente número de experimentos como éste han dado pie a especulaciones de que el hecho de insertar una aguja, siguiendo las técnicas apropiadas o no, puede influir en la manera en que el cuerpo procesa y transmite las señales del dolor. Un estudio de 2007 con 1200 pacientes que sufrían dolor de espalda mostró que alrededor de la mitad, tanto los que recibían tratamiento real como simulado, tenía menos dolor, comparado con sólo el 27% de los que habían recibido terapia física u otro tratamiento tradicional.
Cuando los investigadores analizaron la cantidad de píldoras para combatir el dolor que usaban los pacientes, detectaron una notable diferencia entre los grupos: el 15% de los que habían sido tratados con acupuntura real requerían analgésicos extras, comparado con el 34% del grupo que había sido tratado con placebo y el 59% de los sometidos a terapias tradicionales.
Este año, investigadores del Hospital Henry Ford en Detroit solucionaron el problema de crear un tratamiento falso para comparar los méritos de la acupuntura: en su lugar, utilizaron un antidepresivo que reduce significativamente los sofocos en pacientes con cáncer de mama. Los resultados fueron inesperados. La acupuntura mitigaba el problema tan bien como el antidepresivo, pero con menos efectos adversos. Además, los que habían recibido este tratamiento dijeron sentirse con más energía y mayor impulso sexual.
La doctora Eleanor Walker, oncóloga del Henry Ford, explicó: "Existen cosas que no se pueden estudiar como se lo hace con las drogas. Sin embargo, no se puede negar que, a diferencia de los placebos, los efectos perduran una vez terminada la duración de la acupuntura".
Pero los creyentes en la acupuntura dicen que no importa si los estudios de científicos occidentales encuentran que ésta tiene un fuerte efecto placebo. Después de todo, el objetivo de lo que se conoce como medicina integradora, que combina tratamientos alternativos como la acupuntura, es aprovechar el poder del cuerpo para curarse a sí mismo. No importa si ese poder es estimulado por un placebo o por la inserción de agujas en puntos estratégicos.
"En general, cuando los pacientes están involucrados en su proceso curativo, como es el caso de la medicina integradora, tienden a estar mejor, comenta Angela Johnson, practicante de medicina china en el Hospital de Niños Rush de Chicago. Creo que ésa es parte de la razón de que se curen."
Dolencias musculares. Como los espasmos o las contracciones involuntarias, responden a las agujas.
Dolor. Su alivio, en sus distintas manifestaciones, es uno de sus usos más difundidos. Se emplea ante dolores tan diversos como el asociado a enfermedad reumática, oncológica o neurológica.
Anestesia. En pacientes de alto riesgo para el uso de drogas anestésicas convencionales, se utiliza la acupuntura.
Ansiedad . Al igual que ante el pánico o el miedo, la acupuntura permite bajar los niveles de sufrimiento emocional.
NUEVA YORK. Durante más de 2000 años se ha utilizado la acupuntura en China para tratar el dolor y otros males. Ahora, los médicos occidentales están buscando pruebas de que realmente funciona. Nadie duda de que las personas se sienten mejor después de recibir este tratamiento que consiste en insertar profundamente finas agujas a través de la piel en puntos específicos del cuerpo. Pero los beneficios, ¿son por la acupuntura o son un efecto placebo?
El debate recrudeció la semana última por un estudio aparecido en la revista Journal Arthritis Care and Research, en el que investigadores del Centro Oncológico Anderson comprobaron que a 455 pacientes con dolores articulares de rodilla la acupuntura no los había ayudado más que un tratamiento falso.
En realidad, en los pacientes el dolor se redujo con ambos tratamientos: un promedio de un punto en una escala del 1 al 7. Quienes critican el trabajo sostienen que el estudio estaba mal diseñado. Los pacientes de ambos grupos recibieron tratamientos con agujas y estimulación eléctrica; la diferencia radicaba en que en la falsa terapia éstas no se insertaban tan profundo y la estimulación era de mucha menor duración.
En la vida real, un profesional de la acupuntura modificaría el tratamiento para combatir los síntomas específicos del paciente. Pero en el estudio, todos los que formaban parte del grupo tratado "de verdad" recibieron el mismo tratamiento.
Más que demostrar que la acupuntura no funciona, el estudio parecería haber demostrado que sí funciona, incluso cuando está mal administrada. Pero la verdadera lección que arroja es que resulta extremadamente difícil aplicar los estándares de la investigación occidental a este antiguo arte de curar. Todos puntos activos
"En general, la acupuntura considera que no hay puntos inactivos en el cuerpo; donde sea que uno inserte la aguja es un punto activo ?explica el doctor Alex Moroz, acupunturista que dirige el programa de rehabilitación musculoesquelético en la Universidad de Nueva York?. Existe gran cantidad de textos que sostienen que no se puede estudiar la acupuntura con los reduccionistas métodos científicos occidentales."
La doctora María E. Suárez-Almazor, autora principal del trabajo, hace notar que el tratamiento simulado se desarrolló con la ayuda de profesionales entrenados. Explica que en un estudio de fármacos una respuesta equivalente de los grupos del tratamiento real y del placebo arrojaría resultados negativos. "No planeamos un estudio para demostrar que la acupuntura no funciona. Los resultados fueron inesperados."
Un creciente número de experimentos como éste han dado pie a especulaciones de que el hecho de insertar una aguja, siguiendo las técnicas apropiadas o no, puede influir en la manera en que el cuerpo procesa y transmite las señales del dolor. Un estudio de 2007 con 1200 pacientes que sufrían dolor de espalda mostró que alrededor de la mitad, tanto los que recibían tratamiento real como simulado, tenía menos dolor, comparado con sólo el 27% de los que habían recibido terapia física u otro tratamiento tradicional.
Cuando los investigadores analizaron la cantidad de píldoras para combatir el dolor que usaban los pacientes, detectaron una notable diferencia entre los grupos: el 15% de los que habían sido tratados con acupuntura real requerían analgésicos extras, comparado con el 34% del grupo que había sido tratado con placebo y el 59% de los sometidos a terapias tradicionales.
Este año, investigadores del Hospital Henry Ford en Detroit solucionaron el problema de crear un tratamiento falso para comparar los méritos de la acupuntura: en su lugar, utilizaron un antidepresivo que reduce significativamente los sofocos en pacientes con cáncer de mama. Los resultados fueron inesperados. La acupuntura mitigaba el problema tan bien como el antidepresivo, pero con menos efectos adversos. Además, los que habían recibido este tratamiento dijeron sentirse con más energía y mayor impulso sexual.
La doctora Eleanor Walker, oncóloga del Henry Ford, explicó: "Existen cosas que no se pueden estudiar como se lo hace con las drogas. Sin embargo, no se puede negar que, a diferencia de los placebos, los efectos perduran una vez terminada la duración de la acupuntura".
Pero los creyentes en la acupuntura dicen que no importa si los estudios de científicos occidentales encuentran que ésta tiene un fuerte efecto placebo. Después de todo, el objetivo de lo que se conoce como medicina integradora, que combina tratamientos alternativos como la acupuntura, es aprovechar el poder del cuerpo para curarse a sí mismo. No importa si ese poder es estimulado por un placebo o por la inserción de agujas en puntos estratégicos.
"En general, cuando los pacientes están involucrados en su proceso curativo, como es el caso de la medicina integradora, tienden a estar mejor, comenta Angela Johnson, practicante de medicina china en el Hospital de Niños Rush de Chicago. Creo que ésa es parte de la razón de que se curen."
Dolencias musculares. Como los espasmos o las contracciones involuntarias, responden a las agujas.
Dolor. Su alivio, en sus distintas manifestaciones, es uno de sus usos más difundidos. Se emplea ante dolores tan diversos como el asociado a enfermedad reumática, oncológica o neurológica.
Anestesia. En pacientes de alto riesgo para el uso de drogas anestésicas convencionales, se utiliza la acupuntura.
Ansiedad . Al igual que ante el pánico o el miedo, la acupuntura permite bajar los niveles de sufrimiento emocional.
lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario