Si tener una buena dieta es importante, favorecer su correcta digestión también. Hay pequeños trucos que podemos aplicar para favorecer una correcta digestión. Las actividades posteriores a la comida y el tiempo de descanso van a ser cruciales, por eso debemos elegirlas bien y saber qué hacer y cómo hacerlo.
Lo primero que debemos tener en cuenta es evitar las actividades intensas, ya que la digestión es un proceso que requiere de un notable flujo sanguíneo y si lo derivamos a los músculos estaremos entorpeciendo el proceso de la digestión. Al menos debemos dejar un par de horas en la comida principal y hora y media en desayuno o merienda. Actividades más tranquilas como ver la tele, leer y en general aquellas que no requieran de un gran gasto energético van a ser ideales para favorecer una correcta digestión.
Por otro lado está el descanso, sobre todo después de la comida y la cena. Tanto si vamos a echar una siesta como si nos vamos a dormir después de cenar, conviene que esperemos un tiempo, al menos media hora, y en el caso de la siesta no recostarse completamente, ya que podemos favorecer el reflujo gastroesofágico y los molestos ardores y digestiones pesadas.
Evita comer en posiciones extrañas como de pie o acostado en el sofá y no consumas en una misma comida alimentos muy grasos. Igual sucede con el picante, que hace las digestiones muy pesadas, conviene no comer picante antes de ir a dormir o si lo hacemos no pasarnos con la cantidad, porque puede alargar las digestiones hasta en dos horas.
Los problemas digestivos vienen sobre todo después de la cena, por culpa de las comidas copiosas y el irse a la cama demasiado pronto después de comer. Reducir las calorías de la última comida, sobre todo la grasa y salsas y cenar mínimo dos horas antes de irse a la cama soluciona casi todos los problemas digestivos que tendremos por la noche.
vitonica.com
Lo primero que debemos tener en cuenta es evitar las actividades intensas, ya que la digestión es un proceso que requiere de un notable flujo sanguíneo y si lo derivamos a los músculos estaremos entorpeciendo el proceso de la digestión. Al menos debemos dejar un par de horas en la comida principal y hora y media en desayuno o merienda. Actividades más tranquilas como ver la tele, leer y en general aquellas que no requieran de un gran gasto energético van a ser ideales para favorecer una correcta digestión.
Por otro lado está el descanso, sobre todo después de la comida y la cena. Tanto si vamos a echar una siesta como si nos vamos a dormir después de cenar, conviene que esperemos un tiempo, al menos media hora, y en el caso de la siesta no recostarse completamente, ya que podemos favorecer el reflujo gastroesofágico y los molestos ardores y digestiones pesadas.
Evita comer en posiciones extrañas como de pie o acostado en el sofá y no consumas en una misma comida alimentos muy grasos. Igual sucede con el picante, que hace las digestiones muy pesadas, conviene no comer picante antes de ir a dormir o si lo hacemos no pasarnos con la cantidad, porque puede alargar las digestiones hasta en dos horas.
Los problemas digestivos vienen sobre todo después de la cena, por culpa de las comidas copiosas y el irse a la cama demasiado pronto después de comer. Reducir las calorías de la última comida, sobre todo la grasa y salsas y cenar mínimo dos horas antes de irse a la cama soluciona casi todos los problemas digestivos que tendremos por la noche.
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