La vida de Mauricio cambió gracias a una computadora. Es el chico cordobés que buscó y encontró a su madre biológica a través de la red social Facebook. Y ahora siguió el mismo camino para encontrar a su papá biológico, al que conocerá en los próximos días. Pero su búsqueda tuvo un resultado inesperado, porque gracias a este nuevo descubrimiento, Mauricio también sabe que ya no es más hijo único: también se enteró que tiene un medio hermano.
“Mi mamá biológica me había dado un nombre y un apellido del que podía ser mi papá, pero no sabía bien cómo escribirlo. Cuando lo busqué en Facebook encontré tres posibles opciones y terminé dando con el que es mi papá biológico”, cuenta Mauricio. “Y también tengo un hermano, así que todo esto vuelve a ser una emoción muy fuerte para mí”, dice a Clarín desde su Córdoba natal.
Cuenta que el fin de semana pasado viajó hasta Río Cuarto, donde vive su padre, pero el encuentro no se pudo hacer. “Entiendo que él pueda sentirse raro y que le pueda llevar un tiempo asimilar toda esta historia, así que le dejé dicho que me llamara cuando quisiera”, relata Mauricio, que en realidad figura como David en su documento, pero también usa el nombre que hubiera querido ponerle su madre biológica. Mauricio nació sietemesino y como su madre escondió el embarazo con una faja, tiene un solo riñón.
“Vi algunas fotos y me di cuenta de que somos parecidos. Es realmente muy difícil de explicar lo que se siente en estos casos. Ver la foto de un desconocido y darte cuenta de que sos parecido es algo impresionante y muy conmovedor”, dice. Según le contaron personas cercanas a su papá biológico, sabe que él está sorprendido. “Está contento, pero también nervioso y ansioso. Y lo entiendo, porque yo también me siento igual”.
Desde que su historia se hizo conocida en los medios –salió hasta en la cadena inglesa BBC–, Mauricio se convirtió en un mensaje de esperanza para muchos. Y por eso, a través del grupo de Facebook “Hijos del Corazón”, trata de ayudar a la gente que vive una situación similar a la suya. “Cuando se dio lo de mi mamá, sabía que a mi historia todavía le faltaba una segunda parte. Pero también entendí que tenía que dejar pasar un tiempo y no desesperarme”, relata Mauricio. “Ahora que lo encontré, estoy muy contento. No aguanto más las ganas de abrazar a mi papá y a mi hermano”.
Diego Geddes
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