martes, 29 de junio de 2010

El poder de los alimentos afrodisíacos y sus cualidades

Por Luciana Traverso
Especial para lanacion.com
Desde el comienzo de la historia, el hombre buscó fórmulas mágicas en su afán por seducir y conquistar a las mujeres. Persiguiendo esa meta, fue descubriendo distintos alimentos, plantas y productos sorprendentes, siempre en busca de la fuente del eterno placer, de la sustancia mágica que le dé el poder, el deseo y la potencia para prolongar la intimidad.
Antiguamente, a todo alimento novedoso que provenía de tierras lejanas se le atribuía cierta carga erótica. Esto se dio especialmente con el descubrimiento de América y su variedad de cultivos.
Sin embargo, las primeras referencias históricas respecto del efecto estimulante de ciertos vegetales sobre el apetito sexual se remontan a documentos muy antiguos.
Una de las primeras menciones proviene de los papiros médicos egipcios -que se especula datan de los años 2200 y 1700 antes de nuestra era-. La palabra "afrodisíaco", se deriva del nombre de la diosa griega Afrodita, relacionada con el amor, la fecundidad y la energía primaveral.
Por otra parte, se dice que los europeos descubrieron este tipo de comida en la Edad Media y le incorporaron especias como pimienta, nuez moscada, jengibre y menta; sustancias que los caballeros cruzados habían probado en países lejanos, sobre todo en el Oriente.
También en el Kamasutra -el emblemático texto amoroso indio- se indican distintas maneras de incrementar el vigor sexual, con alimentos como la leche y la miel, reconocidos como fuentes de energía.
Y por supuesto, el chocolate, convertido en una delicia universal y llamado por los olmecas (cultura que se desarrolló siglos pasados en Mesoamérica, en la región costera del golfo de México) el "regalo de los dioses", es también símbolo y muestra de amor y de amistad.
Por otra parte, se dice que la fuente de la pasión de Giovanni Giácomo Casanova, reconocido por sus dotes como amante, era la abundante ingesta de este maravilloso manjar.
Este dulce, a base de cacao, es un fuerte estimulante, capaz de activar con su sabor puntos sensitivos del ser humano, generando altas dosis de placer, pudiendo ser muy bien aprovechado en una velada romántica.
A continuación, una lista de los alimentos más reconocidos por sus cualidades afrodisíacas:
Azúcar moreno: La costumbre de tomar siempre un postre quizás fue puesta de moda por los buenos amantes, y lo cierto es que una ligera hiperglucemia es siempre beneficiosa para el amor. La falta de azúcar provoca una mayor producción de adrenalina y esta hormona bloquea cualquier respuesta favorable al sexo.
Apio: Al igual que cualquier alimento que actúe sobre los órganos urinarios, el apio tiene un moderado efecto afrodisíaco, aún más si se toma su caldo. Unido a la remolacha el efecto es aún mayor.
Avellana: Se consume, en algunos pueblos, en el banquete de boda e incluso se coloca junto a la cama de los recién casados.
Frambuesa: Esta fruta es más adecuada para la mujer ya que contribuye a relajar los órganos sexuales.
Ginseng: Un té tibio, es un brebaje totalmente seguro y sumamente eficaz.
Higo: He aquí otro fruto dulce, tan dulce como las pasiones que despierta. Los antiguos egipcios y los dioses griegos aparecían siempre con collares de higos, e incluso llegaron a considerar sagrada a la higuera.
Malva: Esta hierba puede ser útil para aquellos encuentros fortuitos que nos producen tensión ya que tomándola en infusiónes posible relajarse al mismo tiempo que la pasión aumenta.
Manzana: Utilizada ya con bastante éxito por Eva, es quizás el primer afrodisíaco conocido.
Muérdago: Se utiliza tanto para ahuyentar a los demonios como filtro de amor. Las antiguas brujas lo incluían en sus brebajes y no habrían acudido a ellas tantos reyes y amantes en lágrimas si no hubiera hecho efecto.
Nuez: Otro fruto presente en todas las noches de bodas antiguas, e incluido también en los postres chinos. Tal coincidencia es llamativa.
Pistacho: Quizás ahí está el secreto de por qué es tan caro y tan apreciado. Resulta ideal en un plato junto a las avellanas y los higos.
Trufa: Otro alimento caro pero bastante eficaz.
Salvia: Esta planta no podía faltar en ningún jardín de la antigua Grecia. Se decía que otorgaba la vida eterna.
Polen: Uno de los mejores, pero tarda en hacer efecto al menos cinco días.
Avena: Los copos de avena son muy útiles en la mujer sin entusiasmo, pero apenas tienen efectos en el varón.
Cereza: Su hueso triturado contiene la preciada vitamina B15 de la cual dicen que hace a la gente eternamente joven.
Miel: Aquello de irse de luna de miel proviene de la costumbre de regalar a los amantes jarras llenas de miel para que sus primeros escarceos amorosos estuvieran coronados por el éxito.
Frutilla: Estimula de una manera directa las glándulas endócrinas y el sistema nervioso.
Poleo: Es bueno para las mujeres ya que estimula la producción de hormonas femeninas.
Soja: Suele restaurar disfunciones sexuales.
Azafrán: Es estimulante y vasoconstrictor.
Canela: Contiene propiedades afrodisíacas y digestivas.
Clavo: Potente afrodisíaco natural muy útil también contra el cansancio mental y físico, ideal para reforzar la memoria.
Cilantro: Efecto eufórico en las mujeres (los hombres no deben consumirlo en grandes cantidades, pues supone el efecto contrario)
Comino: En la antigüedad se lo utilizaba para preparar filtros de amor.
Mostaza: Estimula la acción de las glándulas sexuales.
Nuez moscada: Muy potente afrodisíaco masculino. Poco efecttivo para las mujeres.
Pimienta: Su orígen procede del latín "pigmentum", cuyo significado es "colorante de materia orgánica", y los romanos la empezaron a utilizar en Egipto como droga afrodisíaca en primer lugar, y posteriormente como condimento. Es curioso leer textos latinos que hablan del calor que produce, y la sensación de voluptuosidad que da al cuerpo esta especia. También en la Edad Media se habla como estimulante sexual de este grano.
Romero: Afrodisíaco que aumenta la potencia y fortifica el corazón. Hay que beberlo en infusiones de 30g. por cada litro de agua.
A continuación, les describo una antigua receta de una infusión para beber luego de una cena romántica:
Con un retazo de tul, confeccionar una "bolsita", cual saquito de té. Rellenarla con: 2 hojas de laurel, 2 cdtas. de canela en polvo, 2 clavos de olor y 5 pétalos de jazmín. Endulzar con miel, a gusto. ¡Y a disfrutar!

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