La obesidad, en todas las edades, es el principal problema nutricional en el mundo; en el otro extremo, la desnutrición ya se instaló como flagelo. Pero lo que más preocupa en estos tiempos a los profesionales de la salud es el aumento de la obesidad infantil, tanto en grupos sociales con abundancia de alimentos como en aquellos otros en que escasean, según señala el licenciado en Nutrición e investigador Sergio Brito. Por desinformación, se culpan a las pastas u otros cereales, mientras que ahora se sabe que aquellas colaboran en el descenso del peso de los niños a la vez que les otorgan energía lenta y duradera. El exceso de pan, frituras, carnes con grasa, golosinas, sándwiches, gaseosas y snacks conduce al sobrepeso y a la obesidad.
Para ampliar el tema, la licenciada Andrea Rochaix, nutricionista y madre, completa la visión desde el ángulo como consumidora, y explica que las cosas han cambiado. Las madres no deben potenciar su angustia escuchándose entre ellas con consejos perimidos. Eso de "no le des pastas, no le permitas ni un alfajor, y menos pan" ha quedado en recomendaciones de tiempos pasados.
Por ejemplo, por desinformación, se culpa a las pastas, y es un gran error, porque ingeridas en porciones correctas, al dente, con verduras rehogadas, salsa de tomate con hierbas, cubos de tomate fresco, ajo, albahaca y poco queso rallado, alternándolas con polenta, arroz que no se pasa, papas hervidas o al horno y panes integrales, prolongan la saciedad. Es el efecto contrario al que produce la milagrosa calabaza, que por ser de digestión rápida, al tiempo de levantarse de la mesa, los chicos reclaman que se quedaron con hambre.
Es importante completar las comidas diarias con una porción de carnes magras -por las proteínas, el hierro y las vitaminas B-, lácteos descremados -para cubrir el calcio-, y variedad de frutas y verduras con su piel.
Por Miriam Becker
1. Alegría al plato
Al tener su estómago ocupado, los chicos están contentos por más tiempo.
2. Cuál elegir
Mostacholes, moños grandes, tirabuzones, coditos, cintas anchas.
3. Almidón resistente
La pasta al dente aporta una cuota de almidón resistente y actúa como una fibra.
lanacion.com
Para ampliar el tema, la licenciada Andrea Rochaix, nutricionista y madre, completa la visión desde el ángulo como consumidora, y explica que las cosas han cambiado. Las madres no deben potenciar su angustia escuchándose entre ellas con consejos perimidos. Eso de "no le des pastas, no le permitas ni un alfajor, y menos pan" ha quedado en recomendaciones de tiempos pasados.
Por ejemplo, por desinformación, se culpa a las pastas, y es un gran error, porque ingeridas en porciones correctas, al dente, con verduras rehogadas, salsa de tomate con hierbas, cubos de tomate fresco, ajo, albahaca y poco queso rallado, alternándolas con polenta, arroz que no se pasa, papas hervidas o al horno y panes integrales, prolongan la saciedad. Es el efecto contrario al que produce la milagrosa calabaza, que por ser de digestión rápida, al tiempo de levantarse de la mesa, los chicos reclaman que se quedaron con hambre.
Es importante completar las comidas diarias con una porción de carnes magras -por las proteínas, el hierro y las vitaminas B-, lácteos descremados -para cubrir el calcio-, y variedad de frutas y verduras con su piel.
Por Miriam Becker
1. Alegría al plato
Al tener su estómago ocupado, los chicos están contentos por más tiempo.
2. Cuál elegir
Mostacholes, moños grandes, tirabuzones, coditos, cintas anchas.
3. Almidón resistente
La pasta al dente aporta una cuota de almidón resistente y actúa como una fibra.
lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario