VICENTE S. FONT
MADRID.- Sudáfrica. Más de 44 millones de habitantes, 10 idiomas oficiales y tres capitales (Pretoria, Ciudad del Cabo y Bloemfontein). El país de los idílicos paisajes donde miles de europeos pasan sus vacaciones, el lugar donde el año que viene tendrá lugar el Mundial de fútbol, donde se encuentra la reserva natural más extensa del continente africano (el Parque Nacional Kruger).
El país de Nelson Mandela es también aquel en el que la tasa de mortalidad infantil se ha incrementado de manera exponencial desde hace dos décadas, en el que 69 de cada 1.000 niños no van a llegar a cumplir los cinco años de edad, donde las epidemias de sida y tuberculosis matan cada día a centenares de personas; el país donde, a pesar de tener una economía media, su sistema sanitario es similar a los de los países más pobres del planeta.
Sudáfrica tiene cuatro heridas por las que poco a poco se va desangrando: la violencia, la mortalidad maternoinfantil, el VIH y la tuberculosis, y las enfermedades crónicas. La revista 'The Lancet' publica una serie de artículos dedicados al país africano analizando estas cuatro epidemias, intentando explicar su origen y contexto y aportando reflexiones para mejorar la situación de la nación que gobierna el controvertido Jacob Zuma, elegido recientemente nuevo Jefe de Estado.
■La lacra de la violencia
La violencia es la segunda causa de muerte en Sudáfrica. La tasa de fallecimientos por heridas provocadas es doble al de la media global, y las cifras de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas se multiplica por seis en relación a las tasas mundiales.
La violencia se da, sobre todo, entre varones jóvenes (de entre 15 y 29 años) "ocupados de manera desproporcionada en las agresiones", ya sea como víctimas o como atacantes, según cuenta el doctor Ashley Van Nierkek, de la Universidad de Ciudad del Cabo. Además, añade que "la mitad de mujeres víctimas de homicidio son asesinadas por sus compañeros sentimentales y en el país se cometen un alto número de violaciones".
Las dinámicas sociales que favorecen este estallido continuado de violencia son el nivel de pobreza, cada vez más extendido; el desempleo, la desigualdad, una idea patriarcal de la masculinidad que valora la dureza, el riesgo y la defensa del honor; el fácil acceso a las armas de fuego y el abuso del alcohol de gran parte de la sociedad.
Aunque ha habido desarrollos en el servicio a las víctimas de violencia por parte de ONG's, los autores del estudio, liderados por Van Nierkek, afirman que hay una ausencia de administración y mando por parte del gobierno para atajar el problema.
■Mortalidad infantil
La república Sudafricana es uno de los 12 países del mundo en los que la mortalidad infantil ha aumentado desde 1990. La pobreza en la que se encuentra la mayoría de la población y la epidemia de sida son las dos causas principales para que esto suceda. Pero se le puede poner freno a la incesable muertes de niños recién nacidos.
Según el doctor Mickey Chopra, del Consejo de Investigación Médico de Cabo del Oeste (Sudáfrica), "11.500 vidas de niños podrían salvarse si se implementara una cobertura básica en las unidades neonatales". Además, añade que se podría evitar la muerte de 37.200 cada año si hubiera una cobertura similar centrada en la prevención de la transmisión de enfermedades de madre a hijo, y en una correcta alimentación de los neonatos.
■VIH y tuberculosis. Situación de emergencia
Un 0,7% de la población mundial portadora del VIH está en Sudáfrica. Esto supone un 17% de los habitantes del país. Y muchos de ellos, además, padecen tuberculosis, una epidemia que se está extendiendo debido a la resistencia de la enfermedad, cada vez mayor ante los medicamentos.
Sin embargo, se están logrando avances en la prevención y manejo de la enfermedad, ya que hay una mayor facilidad para poder acceder a los preservativos. Además, se está frenando la expansión de tuberculosis aumentando las dosis de retrovirales gratis para la población.
Pero todavía queda mucho por hacer pues los niveles de contagio siguen siendo alarmantes. Respecto a la tuberculosis, según el profesor Salim S. Abdool Karim, de la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), las acciones prioritarias serían mejorar las tasas de detección, integrar los servicios de tuberculosis y VIH en uno sólo, e identificar y tratar la resistencia a la tuberculosis.
En cuanto a la prevención del VIH, afirma que se deben realizar más análisis, tener claros los principales factores de riesgo de contraer el sida tanto local como nacionalmente, y trabajar para prevenir la transmisión de madre a hijo.
Todas estas medidas dependen, según afirman los autores del estudio, de "la habilidad del gobierno para crear asociaciones y estimular el desarrollo de los servicios de sanidad".
■Enfermedades crónicas
El número de personas que llegue a cumplir más de 60 años (en un censo en 2001 eran tan sólo el 7,3% de la población) probablemente se triplique dentro de 15 años. Pero a medida que aumente la esperanza de vida en el país, también lo harán las muertes por problemas cardiovasculares.
La epidemia de las enfermedades crónicas no transmisibles es una carga para Sudáfrica que se traduce en un incremento de fallecimientos debido a diabetes, problemas renales, cáncer (los de próstata y cérvix son los más comunes) y desórdenes neuropsicopáticos.
"Este tipo de enfermedades afecta a todos los estratos de la sociedad africana", afirma Bongani Mayosi, del Hospital Groote Schuur, de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
MADRID.- Sudáfrica. Más de 44 millones de habitantes, 10 idiomas oficiales y tres capitales (Pretoria, Ciudad del Cabo y Bloemfontein). El país de los idílicos paisajes donde miles de europeos pasan sus vacaciones, el lugar donde el año que viene tendrá lugar el Mundial de fútbol, donde se encuentra la reserva natural más extensa del continente africano (el Parque Nacional Kruger).
El país de Nelson Mandela es también aquel en el que la tasa de mortalidad infantil se ha incrementado de manera exponencial desde hace dos décadas, en el que 69 de cada 1.000 niños no van a llegar a cumplir los cinco años de edad, donde las epidemias de sida y tuberculosis matan cada día a centenares de personas; el país donde, a pesar de tener una economía media, su sistema sanitario es similar a los de los países más pobres del planeta.
Sudáfrica tiene cuatro heridas por las que poco a poco se va desangrando: la violencia, la mortalidad maternoinfantil, el VIH y la tuberculosis, y las enfermedades crónicas. La revista 'The Lancet' publica una serie de artículos dedicados al país africano analizando estas cuatro epidemias, intentando explicar su origen y contexto y aportando reflexiones para mejorar la situación de la nación que gobierna el controvertido Jacob Zuma, elegido recientemente nuevo Jefe de Estado.
■La lacra de la violencia
La violencia es la segunda causa de muerte en Sudáfrica. La tasa de fallecimientos por heridas provocadas es doble al de la media global, y las cifras de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas se multiplica por seis en relación a las tasas mundiales.
La violencia se da, sobre todo, entre varones jóvenes (de entre 15 y 29 años) "ocupados de manera desproporcionada en las agresiones", ya sea como víctimas o como atacantes, según cuenta el doctor Ashley Van Nierkek, de la Universidad de Ciudad del Cabo. Además, añade que "la mitad de mujeres víctimas de homicidio son asesinadas por sus compañeros sentimentales y en el país se cometen un alto número de violaciones".
Las dinámicas sociales que favorecen este estallido continuado de violencia son el nivel de pobreza, cada vez más extendido; el desempleo, la desigualdad, una idea patriarcal de la masculinidad que valora la dureza, el riesgo y la defensa del honor; el fácil acceso a las armas de fuego y el abuso del alcohol de gran parte de la sociedad.
Aunque ha habido desarrollos en el servicio a las víctimas de violencia por parte de ONG's, los autores del estudio, liderados por Van Nierkek, afirman que hay una ausencia de administración y mando por parte del gobierno para atajar el problema.
■Mortalidad infantil
La república Sudafricana es uno de los 12 países del mundo en los que la mortalidad infantil ha aumentado desde 1990. La pobreza en la que se encuentra la mayoría de la población y la epidemia de sida son las dos causas principales para que esto suceda. Pero se le puede poner freno a la incesable muertes de niños recién nacidos.
Según el doctor Mickey Chopra, del Consejo de Investigación Médico de Cabo del Oeste (Sudáfrica), "11.500 vidas de niños podrían salvarse si se implementara una cobertura básica en las unidades neonatales". Además, añade que se podría evitar la muerte de 37.200 cada año si hubiera una cobertura similar centrada en la prevención de la transmisión de enfermedades de madre a hijo, y en una correcta alimentación de los neonatos.
■VIH y tuberculosis. Situación de emergencia
Un 0,7% de la población mundial portadora del VIH está en Sudáfrica. Esto supone un 17% de los habitantes del país. Y muchos de ellos, además, padecen tuberculosis, una epidemia que se está extendiendo debido a la resistencia de la enfermedad, cada vez mayor ante los medicamentos.
Sin embargo, se están logrando avances en la prevención y manejo de la enfermedad, ya que hay una mayor facilidad para poder acceder a los preservativos. Además, se está frenando la expansión de tuberculosis aumentando las dosis de retrovirales gratis para la población.
Pero todavía queda mucho por hacer pues los niveles de contagio siguen siendo alarmantes. Respecto a la tuberculosis, según el profesor Salim S. Abdool Karim, de la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), las acciones prioritarias serían mejorar las tasas de detección, integrar los servicios de tuberculosis y VIH en uno sólo, e identificar y tratar la resistencia a la tuberculosis.
En cuanto a la prevención del VIH, afirma que se deben realizar más análisis, tener claros los principales factores de riesgo de contraer el sida tanto local como nacionalmente, y trabajar para prevenir la transmisión de madre a hijo.
Todas estas medidas dependen, según afirman los autores del estudio, de "la habilidad del gobierno para crear asociaciones y estimular el desarrollo de los servicios de sanidad".
■Enfermedades crónicas
El número de personas que llegue a cumplir más de 60 años (en un censo en 2001 eran tan sólo el 7,3% de la población) probablemente se triplique dentro de 15 años. Pero a medida que aumente la esperanza de vida en el país, también lo harán las muertes por problemas cardiovasculares.
La epidemia de las enfermedades crónicas no transmisibles es una carga para Sudáfrica que se traduce en un incremento de fallecimientos debido a diabetes, problemas renales, cáncer (los de próstata y cérvix son los más comunes) y desórdenes neuropsicopáticos.
"Este tipo de enfermedades afecta a todos los estratos de la sociedad africana", afirma Bongani Mayosi, del Hospital Groote Schuur, de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
elmundo.es
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