LAURA TARDÓN
MADRID.- Si usted está embarazada y vive cerca de una instalación de antenas de telefonía móvil, no se angustie por su estado de salud o el de su futuro bebé. Un estudio publicado en 'British Medical Journal' acaba de confirmar que no existe relación entre el cáncer infantil y la exposición de la madre a este tipo de campos electromagnéticos durante el embarazo.
Investigadores del Imperial College de Londres han analizado a cerca de 7.000 niños hasta los cuatro años de edad. De estos, 1.397 tenían cáncer (tumores cerebrales, linfomas no hodking o leucemia). "Tomamos nota de la distancia entre su casa y la instalación de antenas, la energía y la potencia de dichas estaciones". Así es como Paul Elliott, principal autor de este trabajo y su equipo observaron que los tres valores eran similares tanto en los pequeños con cáncer como en los que no tenían esta enfermedad.
Según recoge el artículo, la distancia media en el primer grupo era de 1.107 metros y en el segundo de 1.073 metros. En el trayecto más corto registrado, de unos 700 metros, "la energía en el grupo afectado era de 2,89 kilovatios y en los participantes sanos de 3 kilovatios". En cuanto a la potencia, el número de decibelios también era muy parecido en ambos casos.
El efecto que estas antenas tienen sobre la salud ha sido y sigue siendo objeto de estudio entre los expertos, también de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, a pesar de los numerosos trabajos que ya se han publicado al respecto, la existencia o no de efectos cancerígenos es muy controvertida aún. Además, "los análisis desarrollados hasta ahora son difíciles de interpretar porque cuentan con una muestra pequeña de participantes", comenta Paul Elliott.
"Creo que este estudio aclara bastante las cosas. No sólo es un trabajo muy importante y riguroso, sino que aporta un mensaje interesante y tranquilizador", señala María Jesús Cancelo, ginecóloga del Hospital Universitario de Guadalajara y asesora de ELMUNDO.es.
En definitiva, y según los resultados de esta investigación, queda descartada la relación entre cáncer infantil y la exposición previa de la madre durante el embarazo en zonas donde hay antenas. Según señala John Bithell, de la Universidad de Oxford, en un editorial adjunto que se publica en la misma revista, dados los resultados, "los médicos deberían tranquilizar a los pacientes para que no se preocupen por la proximidad de sus casas a las denominadas estaciones base (o antenas)".
Los efectos que puedan tener otras fuentes de radiofrecuencia, tales como el propio uso del móvil, la televisión o la radio, tendrán que ser examinados en otras investigaciones porque "nosotros lo hemos estudiado en esta ocasión".
Por su parte, y en respuesta a la preocupación pública por este tema, la OMS está desarrollando un proyecto internacional para evaluar los riesgos que tiene sobre la salud la exposición a los campos de radiofrecuencia. Además, el Centro Internacional de Investigaciones sobre Cáncer, dependiente de la OMS, tiene previsto analizar el potencial carcinógeno de los teléfonos móviles.
Las antenas para móviles de tercera generación causan nauseas y jaqueca
Reuters
Las señales de radio de la nueva generación de servicios de telefonía móvil pueden causar dolores de cabeza y náuseas, según un estudio realizado a petición de tres ministerios holandeses sobre el impacto de las redes de datos del futuro sobre la salud.
El estudio, el primero de este tipo, comparó el impacto de la radiación de las estaciones base usadas por la red actual de telefonía móvil frente a las nuevas redes para la tercera generación (3G). Éstas últimas realizan una transferencia rápida de datos que permite contar con servicios como videoconferencias a través del móvil.
Una estación base, que por lo general cubre un área de varios kilómetros cuadrados, transmite señales a los teléfonos mediante un campo electromagnético.
"El grupo que estuvo expuesto a las estaciones base de tercera generación se detectó un impacto significativo (...). Experimentaron sensaciones de hormigueo, dolores de cabeza y nauseas", explicó una portavoz del ministerio de Economía. No hubo impacto negativo de las señales de las actuales redes de celulares.
Sin embargo, las funciones cognitivas como la memoria y el tiempo de respuesta aumentaron tanto en las señales de los 3G como en los tradicionales, reveló el estudio. Las personas se mostraron mas alerta cuando estuvieron expuestas a ambos tipos de radiación.
Los ministros holandeses responsables de Asuntos Económicos, Salud y Telecomunicaciones aseguraron que era necesario realizar un seguimiento para confirmar los resultados así como para determinar los efectos a largo plazo sobre la salud y sus causas biológicas. El portavoz añadió que el estudio también será discutido con la Comisión Europea.
Las pruebas de laboratorio doble ciego -que significa que ningún participante del sondeo sabía si una estación de base estaba transmitiendo señales o no- expusieron a los sujetos participantes a las intensidades promedio de la radiación emitida por las redes de tercera generación cuando se comercialicen.
La asociación GSM, una organización de operadores de telecomunicaciones de móviles, declaró que está estudiando los resultados y que todavía no puede hacer comentarios.
El estudio fue realizado por el Instituto Holandés de Investigación Tecnológica (TNO) ha sido el primero en estudiar los efectos de los teléfonos móviles sobre la salud. También ha sido el primero en encontrar un impacto negativo significativo de las estaciones base 3G.
Todavía no existen datos concluyentes que confirmen si los teléfonos de segunda generación causan tumores cerebrales. En este sentido se esperan los resultados de un estudio de la Agencia Internacional en Investigación del Cáncer, previstos para finales de 2003.
Los trabajos anteriores, al igual que el holandés, encontraron que las radiaciones de los móviles alteran las funciones cognitivas. Sin embargo, en el presente estudio no se examinó la emisión de los aparatos, sino la de las estaciones base. Los teléfonos emiten una radiación más potente cuando se emplean, mientras que la estaciones transmiten ondas a un nivel más bajo, pero de forma constante.
MADRID.- Si usted está embarazada y vive cerca de una instalación de antenas de telefonía móvil, no se angustie por su estado de salud o el de su futuro bebé. Un estudio publicado en 'British Medical Journal' acaba de confirmar que no existe relación entre el cáncer infantil y la exposición de la madre a este tipo de campos electromagnéticos durante el embarazo.
Investigadores del Imperial College de Londres han analizado a cerca de 7.000 niños hasta los cuatro años de edad. De estos, 1.397 tenían cáncer (tumores cerebrales, linfomas no hodking o leucemia). "Tomamos nota de la distancia entre su casa y la instalación de antenas, la energía y la potencia de dichas estaciones". Así es como Paul Elliott, principal autor de este trabajo y su equipo observaron que los tres valores eran similares tanto en los pequeños con cáncer como en los que no tenían esta enfermedad.
Según recoge el artículo, la distancia media en el primer grupo era de 1.107 metros y en el segundo de 1.073 metros. En el trayecto más corto registrado, de unos 700 metros, "la energía en el grupo afectado era de 2,89 kilovatios y en los participantes sanos de 3 kilovatios". En cuanto a la potencia, el número de decibelios también era muy parecido en ambos casos.
El efecto que estas antenas tienen sobre la salud ha sido y sigue siendo objeto de estudio entre los expertos, también de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, a pesar de los numerosos trabajos que ya se han publicado al respecto, la existencia o no de efectos cancerígenos es muy controvertida aún. Además, "los análisis desarrollados hasta ahora son difíciles de interpretar porque cuentan con una muestra pequeña de participantes", comenta Paul Elliott.
"Creo que este estudio aclara bastante las cosas. No sólo es un trabajo muy importante y riguroso, sino que aporta un mensaje interesante y tranquilizador", señala María Jesús Cancelo, ginecóloga del Hospital Universitario de Guadalajara y asesora de ELMUNDO.es.
En definitiva, y según los resultados de esta investigación, queda descartada la relación entre cáncer infantil y la exposición previa de la madre durante el embarazo en zonas donde hay antenas. Según señala John Bithell, de la Universidad de Oxford, en un editorial adjunto que se publica en la misma revista, dados los resultados, "los médicos deberían tranquilizar a los pacientes para que no se preocupen por la proximidad de sus casas a las denominadas estaciones base (o antenas)".
Los efectos que puedan tener otras fuentes de radiofrecuencia, tales como el propio uso del móvil, la televisión o la radio, tendrán que ser examinados en otras investigaciones porque "nosotros lo hemos estudiado en esta ocasión".
Por su parte, y en respuesta a la preocupación pública por este tema, la OMS está desarrollando un proyecto internacional para evaluar los riesgos que tiene sobre la salud la exposición a los campos de radiofrecuencia. Además, el Centro Internacional de Investigaciones sobre Cáncer, dependiente de la OMS, tiene previsto analizar el potencial carcinógeno de los teléfonos móviles.
Las antenas para móviles de tercera generación causan nauseas y jaqueca
Reuters
Las señales de radio de la nueva generación de servicios de telefonía móvil pueden causar dolores de cabeza y náuseas, según un estudio realizado a petición de tres ministerios holandeses sobre el impacto de las redes de datos del futuro sobre la salud.
El estudio, el primero de este tipo, comparó el impacto de la radiación de las estaciones base usadas por la red actual de telefonía móvil frente a las nuevas redes para la tercera generación (3G). Éstas últimas realizan una transferencia rápida de datos que permite contar con servicios como videoconferencias a través del móvil.
Una estación base, que por lo general cubre un área de varios kilómetros cuadrados, transmite señales a los teléfonos mediante un campo electromagnético.
"El grupo que estuvo expuesto a las estaciones base de tercera generación se detectó un impacto significativo (...). Experimentaron sensaciones de hormigueo, dolores de cabeza y nauseas", explicó una portavoz del ministerio de Economía. No hubo impacto negativo de las señales de las actuales redes de celulares.
Sin embargo, las funciones cognitivas como la memoria y el tiempo de respuesta aumentaron tanto en las señales de los 3G como en los tradicionales, reveló el estudio. Las personas se mostraron mas alerta cuando estuvieron expuestas a ambos tipos de radiación.
Los ministros holandeses responsables de Asuntos Económicos, Salud y Telecomunicaciones aseguraron que era necesario realizar un seguimiento para confirmar los resultados así como para determinar los efectos a largo plazo sobre la salud y sus causas biológicas. El portavoz añadió que el estudio también será discutido con la Comisión Europea.
Las pruebas de laboratorio doble ciego -que significa que ningún participante del sondeo sabía si una estación de base estaba transmitiendo señales o no- expusieron a los sujetos participantes a las intensidades promedio de la radiación emitida por las redes de tercera generación cuando se comercialicen.
La asociación GSM, una organización de operadores de telecomunicaciones de móviles, declaró que está estudiando los resultados y que todavía no puede hacer comentarios.
El estudio fue realizado por el Instituto Holandés de Investigación Tecnológica (TNO) ha sido el primero en estudiar los efectos de los teléfonos móviles sobre la salud. También ha sido el primero en encontrar un impacto negativo significativo de las estaciones base 3G.
Todavía no existen datos concluyentes que confirmen si los teléfonos de segunda generación causan tumores cerebrales. En este sentido se esperan los resultados de un estudio de la Agencia Internacional en Investigación del Cáncer, previstos para finales de 2003.
Los trabajos anteriores, al igual que el holandés, encontraron que las radiaciones de los móviles alteran las funciones cognitivas. Sin embargo, en el presente estudio no se examinó la emisión de los aparatos, sino la de las estaciones base. Los teléfonos emiten una radiación más potente cuando se emplean, mientras que la estaciones transmiten ondas a un nivel más bajo, pero de forma constante.
elmundo.es
1 comentario:
Disculpa, no existen datos concluyentes, si algo no está 100 porciento comprobado, no debe ser utilizado, caso cerrado. Si causan cancer, desentabilizan el sistema hormonal y los quilibrios magnéticos de la vida. Yo diría, que es hora de empezar a preocuparse y participar un poco de lo que pase, las empresas con el estado no pueden andar destruyendo la vida por ganar unos billentes más, ni por ninguna otra razón, la vida es un fin no es un medio.
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