miércoles, 16 de septiembre de 2009

Se fabrican las enfermedades


Hace décadas que la industria farmacéutica fabrica enfermedades. Un ejemplo ilustrativo se aprecia en el cambio en la rotulación de las patologías psiquiátricas, donde el índice de las enfermedades se transformó en un listado de síntomas. De ahí sale que para el síntoma de pánico, se crea una medicación elaborada para el “ataque de pánico”. El target termina siendo el hipocondríaco que se cree enfermo pero en realidad no lo está. La hipertensión arterial –por ejemplo– guarda relación con el estilo de vida y su control tiene mucho más que ver con la modificación de sus hábitos que con la medicación que se consuma. Un hipertenso es una persona que vive bajo presión (económica, laboral, familiar) a la que la medicina moderna compensa con una medicación, pero sin eliminar el origen del síntoma.

Habría que buscar soluciones que no pasan por los medicamentos, sino que guardan relación con el cambio de las relaciones sociales. La industria farmacéutica termina colisionando con la salud pública cuando elabora estrategias de venta de sus productos.

Otro ejemplo es el de los chicos hiperactivos, paradigma de la construcción de una situación creada para después ser solucionada supuestamente por los fármacos diseñados al efecto. Si el análisis se realizara en función de un sistema de salud, la discusión carecería de importancia. Pero se magnifica cuando la mirada está puesta en términos de aseguramiento. La preexistencia de las enfermedades está muy presente cuando se discute quién y cómo deben cubrir los costos de la atención.

En España, por ejemplo, existe un modelo de sistema público de salud organizado a partir de la oferta, a diferencia de los sistemas de seguros, que se organizan a partir de la demanda. Estos sistemas tienen una falla conceptual: no se tratan de seguros de salud, sino de enfermedad. Los seguros trabajan con la probabilidad de ocurrencia, por eso no se preocupan por la prevención, lo único que le interesa al asegurador es la ley de probabilidades.
Mario Rovere
Director de la maestría de Salud Pública de la Universidad Nacional de Rosario
criticadigital.com

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