Es la esperanza de Biosante Pharmaceuticals, una pequeña compañía que confía en hacer negocio en el terreno de la sexualidad femenina, y de muchas mujeres que ya no tienen ganas de compartir intimidad bajo las sábanas, que sienten falta de deseo, algo que la comunidad médica ha bautizado con los nombres de disfunción sexual femenina o trastorno de deseo sexual hipoactivo, aunque hay quienes dudan de la verdadera existencia de estos problemas. Desde que apareció Viagra y revolucionó la vida de los hombres con disfunción eréctil y, de paso, las arcas de la farmacéutica que la comercializa, muchos laboratorios han tratado de lograr un producto similar para ellas. Pero, hasta ahora, no han dado con la fórmula milagrosa.
Tras el fracaso de la flibanserina, la llamada 'viagra rosa' a la que la FDA (la Agencia estadounidense del medicamento) tumbó porque tenía muchas dudas sobre su seguridad y eficacia (la farmacéutica Boehringer Ingelheim abandonó la investigación sobre el producto después de este varapalo), de que el sildenafilo (el ingrediente de la Viagra masculina) no haya mostrado el mismo efecto en las mujeres y tras varios intentos que se quedaron en sólo eso, llega un nuevo gel dispuesto a copar este mercado.
Biosante Pharmaceuticals considera que LibiGel, una formulación de testosterona que se aplica una vez al día como un desodorante y que se encuentra en la última fase (III) de los ensayos clínicos, "podría ser el primer producto aprobado por las autoridades sanitarias para tratar la disfunción sexual femenina y el deseo sexual hipoactivo en mujeres menopáusicas".
La testosterona es una hormona masculina, pero también está presente en las mujeres, aunque sus niveles disminuyen con la edad, especialmente en la menopausia. Como consecuencia de esta disminución, baja también la libido. El objetivo de los tratamientos con testosterona, como el de este gel o algunos parches, pretenden incrementar los niveles de esta hormona a los que se tenía antes de la menopausia y, de paso, aumentar la densidad ósea y la energía.
El principal objetivo de la fase III de los ensayos, que cuentan con 1.000 mujeres, es confirmar el perfil de seguridad -que no tiene efectos adversos- y de eficacia del gel. Los resultados de la fase II indicaron que aumentaba el deseo en aquellas pacientes menopáusicas con disfunción sexual femenina y que las reacciones adversas fueron similares a las de quienes tomaron un placebo. La compañía esperaba tener el fármaco en el mercado en 2004, pero debido a las mayores medidas de seguridad exigidas por la FDA ese año, tras el caso Vioxx -un analgésico de última generación que tras muchos dimes y diretes fue retirado del mercado-, ha retrasado los planes hasta 2012.
Si finalmente la FDA aprueba este gel para la libido, se puede convertir en la 'joya de la corona' para la compañía BioSante, que busca un compañero más potente para comercializar el producto y, según informa Bloomberg está en conversaciones con Pfizer, Boehringer Ingelheim y Procter & Gamble, aunque ninguna lo confirma.
Chris Holterhoff, un analista económico explica en ese medio que, de aprobarse LibiGel, la compañía podría embolsarse 540 millones de dólares en 2015 (poco más de 380 millones de euros) si sólo lo usase el 6% de las pacientes potenciales. Pero la estimación puede variar mucho dependiendo de los resultados de la investigación. Si la FDA llega a aprobar el gel, "la oportunidad de mercado es enorme, porque no existe competencia", declara Stephen Simes, presidente de Biosante.
elmundo.es
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