Roberto Aguirre Soler dice tener la solución para un flagelo que afecta en varias partes del mundo: el mal de amores. Sí, leyó bien. Si a usted lo dejó su pareja y nunca logró sobreponerse a esa angustia, este médico cirujano chaqueño –de 66 años, matricula número 1042/7– le asegura resultados (dice) o le devuelve el dinero: “Mi método es único en el mundo. Alguien debía estudiar el tema y patear el tablero”, le dijo Soler a Clarín en su oficina/consultorio céntrico de la calle Tucumán.
Lo cierto es que ayer Córdoba amaneció con polémica y ruido luego de que el método denominado “neuroestrés” tomara trascendencia pública. A raíz de esa situación, desde el Consejo Médico de la provincia informaron que “se está realizando una investigación desde el Tribunal de Ética para ver si corresponde o no aplicarle una sanción” .
Aguirre Soler, en tanto, no tiene problemas en explicar su método: “Primero le realizo al paciente un diagnóstico donde debe valorizar mediante un número sus sentimientos (bronca, odio, impotencia, soledad, envidia). Luego, se hace una relación orgánico-emocional del paciente para así poder disminuir a cero el inconveniente. Lo hago mediante electrodos o acupuntura. Acá no hay pastillas ni nada, todo es natural”, señaló Soler.
En la antesala de esta entrevista, el teléfono de su consultorio no paró de sonar ni un segundo : “Te puedo dar un turno para el 10 de agosto”, retrucó al teléfono la secretaria. La consulta inicial, cuesta 100 pesos “al igual que los médicos convencionales”, apuntó.
El “tratamiento”, varía de acuerdo con el problema que se tiene por resolver. “No existe una tarifa lineal. Se paga por sesión y hasta que el paciente salga completamente feliz. Puede ser en un encuentro, en dos o en tres...”, describió.
Según algunos trascendidos, cada sesión mano mano con Soler, podría costar alrededor de mil pesos.
Con el título de la Facultad de Medicina colgando en el sector derecho de la pared de su consultorio, Soler –quien también hizo un residencia en Pediatría– reniega de sus colegas: “Ellos me hicieron a un lado pero a mí no me interesa. Ya estoy jubilado y no hago esto por la plata, lo hago para ayudar a la gente”, expresó el médico, que también se autodefinió como científico e investigador.
Además del mal de amores, el método neuroestrés –aclaró Aguirre Soler– “elimina todo tipo de emociones negativas en general y las pulveriza. Por ejemplo: si usted quedó con secuelas de miedo porque sufrió un robo o atravesó por una situación angustiante, también lo resolvemos”, concluyó.
clarin.com
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