Subir escaleras; trabajar en el jardín o en las tareas de las casa; bajarse antes del colectivo o subte y caminar hasta el lugar de trabajo. Sin realizar esfuerzos extenuantes, es posible combatir el sedentarismo, un problema de salud cada vez más preocupante en Argentina y el mundo. Los expertos aseguran que cualquier persona puede alcanzar el objetivo marcado por las recomendaciones actuales: acumular un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada, en cinco días de la semana.
Para lograr este objetivo, la caminata es una de las actividades recomendadas, porque es la más natural y menos costosa y, además, está al alcance de todas las edades: jóvenes, adultos y ancianos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizar una actividad física regular reduce el riesgo de muerte prematura; el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular y hasta un 50 % las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II o cáncer de colon. Contribuye, además, a prevenir la hipertensión arterial, la osteoporosis y a disminuir el riesgo de sufrir dolores lumbares y de espalda. Como si todo esto fuera poco, también reduce el estrés, la ansiedad, la depresión y los sentimientos de soledad. Y hay más: ayuda a controlar el peso disminuyendo el sobrepeso y la obesidad hasta en un 50 %.
Oscar Incarbone, presidente de la Asociación Latinoamericana de Salud y Actividad Física, aclara que la actividad física se puede ir acumulando a lo largo del día: por ejemplo, 10 minutos de caminata a paso rápido tres veces al día, o 20 minutos por la mañana y otros 10 más tarde. Actividades que luego se incorporen a las rutinas laborales, escolares, domésticas o lúdicas.
Fernando Laiño es profesor de educación física y acaba de ganar el premio RAFA-PANA 2011 (Red de Actividad Física de las Américas) que otorga la American College of Sports Medicine de EE.UU. por su estudio sobre cómo quienes viven en zonas suburbanas son más propensos al sobrepeso. “La gente que vive en barrios más ‘caminables’ y/o transitables mediante transporte no-motorizado, y con sus hogares próximos a destinos no residenciales, tiene menor probabilidad de sobrepeso y obesidad, respecto a la gente que reside en barrios más suburbanos y que requieren de transporte motorizado”, señala Laiño a Clarín. “Para que la gente se mueva, la ciudad tiene que ofrecer un ambiente amigable”, advierte. Y se remonta a los orígenes antropológicos de nuestra especie para explicar por qué el hombre debe caminar o realizar otra actividad física con regularidad.
“Desde el punto de vista de nuestro diseño evolutivo –explica Laiño–, estamos programados para gastar tres veces más energía por actividad física de la que gastamos hoy. Sucede que la evolución social fue más rápida que la del genotipo. Y todo lleva a que la gente se quede quieta. Antes, para alimentarse el hombre tenía que cazar y para eso debía perseguir a un animal; hoy el delivery funciona para todo, las compras en el supermercado se hacen por Internet y al perro lo pasea el paseador. En definitiva, el ambiente no favorece que la gente se mueva”. Los datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo lo sostienen: el 46,2% de los argentinos realiza un bajo nivel de actividad física.
Incarbone es contundente: “El sedentarismo está llegando a ser un problema de salud importante en Argentina y el mundo. Para frenar este flagelo es necesario el compromiso, la acción y la cooperación entre diferentes sectores: salud, transporte, educación, medio ambiente y urbanismo”.
¿BUENOS AIRES ES AMIGABLE?
Para conocer la calidad de vida de los porteños, este año el investigador Fernando Laiño analizará que tan “caminables” son los barrios de la Ciudad. Se aplicará la metodología que se usó en un estudio internacional que incluye 29 ciudades, entre ellas Curitiba, Bogotá, Hong Kong y Baltimore. En una primera etapa, este estudio piloto abarcará a unas 400 personas (a la mitad de ellas se les colocarán acelerómetros). El trabajo analizará la conectividad de las calles, el acceso a centros de salud y negocios, y la densidad residencial. También el estado de calles y veredas, y la seguridad.
CONSEJOS
Comenzar el día con unos minutos de suaves ejercicios de estiramiento.
Olvidarse de los ascensores: subir y bajar lentamente por las escaleras.
Hacer compras en comercios que estén un poco más lejos del hogar para aprovechar la caminata.
Ejercitar los músculos de los brazos mientras se está sentado realizando movimientos circulares.
Caminar por lo menos unas diez cuadras por día. Poco a poco el cansancio de las primeras veces comenzará a ir desapareciendo.
Intentar en cada paseo ir un poco más lejos y más rápido.
Caminar en lugar de utilizar el automóvil en los recorridos cortos.
Si se utiliza transporte público, bajarse dos paradas antes del destino y caminar.
Andar en bicicleta en parques o plazas para obtener una inyección de oxígeno vital.
Si se trabaja sentado durante muchas horas, levantarse de a ratos y caminar.
Dormir sobre colchones rígidos para conservar la postura y conciliar un sueño profundo.
clarin.com
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