La mitad de los casos con la enfermedad de Alzheimer podrían prevenirse si las personas tuvieran en cuenta los 7 factores de riesgo asociados: nivel de educación bajo, el consumo de tabaco en cualquiera de sus formas, la inactividad física, la depresión, la hipertensión y la obesidad de mediana edad y la diabetes.
Lo sugiere un trabajo científico realizado por investigadoras de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos , que fue difundido ayer en la conferencia internacional sobre Alzheimer que se lleva a cabo en París entre el 16 y el 21 de julio.
El resultado del trabajo que revisó múltiples estudios previos ayudará a pensar la prevención y el manejo de la enfermedad. En la actualidad, se estima que 33,9 millones de personas padecen la enfermedad de Alzheimer, y se calcula que la cifra se triplicará en los próximos 40 años . Como aún no hay una cura definitiva, y los tratamientos disponibles sólo minimizan el impacto de la enfermedad sin modificar su progresión, hoy existe una gran atención puesta en la búsqueda de nuevos fármacos o de cambios en los estilos de vida. Hacia esa urgencia apuntó el trabajo hecho por Deborah Barnes y Kristine Yaffe, publicado en la revista Lancet Neurology (en su versión electrónica).
Las investigadoras consideraron que los fármacos no alteran claramente la progresión de la enfermedad, y varias drogas que prometían fallaron en ensayos clínicos de fase III. “Tanto por la ausencia actual de tratamientos que modifiquen la enfermedad como por la conciencia en aumento de que los síntomas se desarrollan por muchos años o aún décadas, hubo un interés creciente en la identificación de estrategias efectivas para la prevención de la enfermedad de Alzheimer”, escribieron en el reporte las científicas (una de ellas declaró como conflicto de interés que trabajó para tres laboratorios farmacéuticos).
Los resultados de la revisión de Barnes y Yaffe sugieren que la mitad de los casos de la enfermedad en el mundo (que es la demencia más frecuente en mayores) parecen atribuirse a factores modificables en el estilo de vida.
El factor más alto asociado a la enfermedad es el nivel educativo bajo (19%), seguido por el consumo de tabaco (14%), la inactividad física (13%), la depresión (11%), la hipertensión de mediana edad (5%), la obesidad de mediana edad (2%) y diabetes (2%).
Como consejo, señalan que las campañas por la educación y las iniciativas para abandonar el tabaco serían las más efectivas formas de prevenir el Alzheimer a nivel global. También resaltan que el aumento de la actividad física tendría un buen impacto para no sólo la prevención de esta enfermedad sino también para los otros factores de riesgo como la depresión, la obesidad, la diabetes, y la hipertensión.
Calcularon que si se produjera una reducción de hasta el 25% en los factores de riesgo se podrían prevenir hasta 3 millones de casos en el mundo. “Esto sugiere que los cambios relativamente simples en el estilo de vida pueden tener un impacto dramático en el número de casos de Alzheimer a lo largo del tiempo”, indicó Barnes “Hicieron una revisión que llevará a que más gente tome conciencia sobre lo que puede hacer por su cerebro: aprender algo nuevo y con esfuerzo, como un idioma, o tener una activa vida social es una defensa contra las demencias”, opinó Pablo Richly, jefe de clínica de la memoria de Ineco en Capital. Consultado por Clarín , el neurólogo Ignacio Previgliano, de la Universidad Maimónides, afirmó: “Vale aclarar que esos factores de riesgo señalados no son los causantes directos de la enfermedad, pero sí inciden en su desarrollo” .
En el congreso en París, Previgliano presentó también un poster en el que se detalla un registro con 208 pacientes con mal de Alzheimer de la Argentina. El 53% de esos pacientes tenían factores de riesgo asociados. En ellos, las lesiones vasculares en el cerebro eran 7 veces más frecuentes que en los pacientes sin factores.
DONDE BUSCAR INFORMACION
En la Argentina, médicos, pacientes y familiares llevan adelante diferentes actividades para informar sobre la enfermedad de Alzheimer y compartir emociones y experiencias. Una de las iniciativas es el primer diccionario del cuidador: en el 80% de los casos de personas con el trastorno, las familias asumen el cuidado. Se puede participar en esa propuesta, apoyada por el laboratorio Novartis, al entrar en la dirección: www.cuidaralosquecuidan.com En el Centro de Estudios Ineco, realizan talleres para familiares los miércoles a las 18. Son gratuitos y requieren inscripción previa llamando al 4812-0010 o escribiendo a info@ineco.org.ar. Otra actividad se está desarrollando en el Centro Mulieris, donde hacen tests gratuitos a personas que hayan notado o les hayan hecho notar una pérdida gradual de memoria en el último año. Se puede llamar, en Capital Federal, al 4372-4463 (de 10 a 16).
Además, se puede asistir a grupos de apoyo de ALMA en diferentes hospitales y ciudades. Consultar en los teléfonos 4671-1187/ 4674-4357 o en Internet: http://www.alma-alzheimer.org.ar/
ANTECEDENTES
En 2008 se descubrió que la enfermedad de Alzheimer se desarrolla más rápido que lo que se pensaba. Las placas amiloides, que se forman en el cerebro y que están asociadas al trastorno, aparecen en menos de 24 horas, según un estudio publicado un equipo del Hospital General de Massachusetts, en EE.UU.
En el laboratorio con animales o ya en ensayos clínicos con voluntarios, se están experimentando con diferentes tratamientos. Sólo en los Estados Unidos, hay 25 ensayos en curso con humanos.
CLARIN.COM
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