Todas las mujeres que se han colocado implantes mamarios de la marca Poly Implant Prothèse (PIP) deben acudir a su médico para evaluar "el estado de las mismas" y para que el especialista "sugiera las pautas de seguimiento apropiadas", recomendó ayer la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat).La necesidad de evaluar el estado de las prótesis PIP surge de recientes estudios que mostraron que tienen una durabilidad menor que la esperable. De origen francés, esas prótesis fueron recientemente prohibidas en su país de origen.
"Esa decisión resulta de la observación de un incremento de la ruptura de la membrana de estos implantes y de una inspección que reveló que la empresa Poly Implant Prothèse utilizó un gel de silicona diferente del declarado" al pedir la aprobación del producto, comunicó la Agencia Francesa de Medicamentos y Productos Sanitarios. Se estima que una prótesis mamaria tiene una vida útil de 10 años; las PIP mostraron una alta tasa de rotura a los 5 años.
"El gel de los implantes PIP no presenta efectos tóxicos agudos en los tejidos -señaló la Anmat-, pero produce irritación cuando se pone en contacto con éstos debido a la rotura de la cápsula o a la fuga del gel. Esto puede conducir a reacciones inflamatorias. Puede concluirse que las prótesis PIP no responden a los actuales estándares de calidad."
¿Qué hacer entonces? "La paciente debe ir a su médico para hacer un estudio del implante, para ver si está roto. Si es así, hay que cambiarlo. No es una urgencia, pero hay que consultar con cierta prontitud", recomendó el cirujano plástico Sergi Korzín.
Sebastián A. Ríos
lanacion.com
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