Se miraron a los ojos y se amaron para siempre. Muy romántico... pero la verdad es que muchas parejas terminan odiándose o casi tirándose los platos por la cabeza porque no se soportan más. ¿Le suena conocido?
Es por eso que los multimillonarios -previendo algún potencial desastre- firman acuerdos prenupciales para proteger sus fortunas del cónyuge, tal como se ve en las películas.
Y cuando se invocan los acuerdos prenupciales en medio de una disputa jurídica, generalmente son la ventana a suculentas historias de traiciones, venganzas o intentos de fraude.
Los acuerdos prenupciales tienen validez legal en Estados Unidos, Europa y en muchas otras partes del mundo.
No así en el Reino Unido, donde por primera vez en la historia la Corte Suprema emitió un fallo que valida un acuerdo prenupcial.
¿Quién ganó? La esposa.
Él acudió a la justicia para intentar obtener una buena tajada más grande de la fortuna de Katrin Radmacher, la heredera de un imperio económico estimado en unos US$160 millones.
Pero no le fue bien. La justicia estableció que el acuerdo prenupcial valía jurídicamente y Katrin se quedó con sus millones.
Multas y limitaciones
Una investigación del periódico Chicago Sun-Times descubrió algunas de las más extrañas cláusulas en acuerdos prenupciales.
Entre ellas, el derecho a realizar regulares test de drogas mensuales en la pareja, con multas si fallaban; la limitación de poder ver sólo un partido de fútbol los domingos; un bono de US$100.000 por cada vez que la pareja sea infiel y un acuerdo para limitar el peso de la esposa a 54 kilos sujeto al pago de US$100.000 si se excede.
Casi increíble. Y hasta quizás fuente de inspiración para más de algún lector.
Los acuerdos prenupciales no son nuevos. La Universidad de Columbia en Nueva York tiene el acuerdo prematrimonial firmado por el magnate Andrew Carnegie y su esposa Louise Whitfield el día de su boda, el 22 de abril de 1877.
Pero es Hollywood, por supuesto, la fuente de los más elaborados acuerdos.
Según informes de prensa, los actores Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, habrían acordado que ella tiene el derecho a US$1 millón por cada año que estuvieron juntos si deciden separarse.
Cuidado con tu mascota
También acaparó los titulares de la prensa que Denise Richards y Charlie Sheen acordaron que el que sea infiel debe pagar una multa de US$4 millones.
En Inglaterra, entre tanto, hasta ahora no valían esos acuerdos prenupciales, y las sumas de dinero que se han manejado recientemente no tienen mucho que envidiarle a Hollywood.
Un tribunal falló que Heather Mills debía recibir US$37 millones de la fortuna de Paul McCartney tras cuatro años de matrimonio.
Y otra británica, Beverley Charman, recibió US$75 millones luego de un matrimonio de 28 años con el magnate John Charman.
La abogada especialista en divorcios, Anne Kay, le dijo a la BBC que en el futuro quizás las parejas se pongan cada vez más creativas.
"Por ejemplo, no hay normativas que regulen la relación de los cónyuges con las mascotas. Quizás algunos quieran establecer claramente antes de casarse quién se queda con los gatos y quién se queda con los perros".
Barry: un padre muy exigente
Aunque no todos los acuerdos prenupciales son entre el novio y la novia.
Emma Carter y su esposo, una pareja de Liverpool, en el norte de Inglaterra, tuvieron que firmar un acuerdo con Barry, el padre de la novia.
El acuerdo establece que si se separan durante los primeros 10 años de matrimonio tendrán que pagarle a Barry el costo de la boda, que fue de US$36.000.
"Hemos estado casados por cinco años. Siempre bromeamos con que ahora nos quedan cinco años más para ser libres", le dijo Carter a la BBC.
BBC Mundo
revistaohlala.com
Es por eso que los multimillonarios -previendo algún potencial desastre- firman acuerdos prenupciales para proteger sus fortunas del cónyuge, tal como se ve en las películas.
Y cuando se invocan los acuerdos prenupciales en medio de una disputa jurídica, generalmente son la ventana a suculentas historias de traiciones, venganzas o intentos de fraude.
Los acuerdos prenupciales tienen validez legal en Estados Unidos, Europa y en muchas otras partes del mundo.
No así en el Reino Unido, donde por primera vez en la historia la Corte Suprema emitió un fallo que valida un acuerdo prenupcial.
¿Quién ganó? La esposa.
Él acudió a la justicia para intentar obtener una buena tajada más grande de la fortuna de Katrin Radmacher, la heredera de un imperio económico estimado en unos US$160 millones.
Pero no le fue bien. La justicia estableció que el acuerdo prenupcial valía jurídicamente y Katrin se quedó con sus millones.
Multas y limitaciones
Una investigación del periódico Chicago Sun-Times descubrió algunas de las más extrañas cláusulas en acuerdos prenupciales.
Entre ellas, el derecho a realizar regulares test de drogas mensuales en la pareja, con multas si fallaban; la limitación de poder ver sólo un partido de fútbol los domingos; un bono de US$100.000 por cada vez que la pareja sea infiel y un acuerdo para limitar el peso de la esposa a 54 kilos sujeto al pago de US$100.000 si se excede.
Casi increíble. Y hasta quizás fuente de inspiración para más de algún lector.
Los acuerdos prenupciales no son nuevos. La Universidad de Columbia en Nueva York tiene el acuerdo prematrimonial firmado por el magnate Andrew Carnegie y su esposa Louise Whitfield el día de su boda, el 22 de abril de 1877.
Pero es Hollywood, por supuesto, la fuente de los más elaborados acuerdos.
Según informes de prensa, los actores Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, habrían acordado que ella tiene el derecho a US$1 millón por cada año que estuvieron juntos si deciden separarse.
Cuidado con tu mascota
También acaparó los titulares de la prensa que Denise Richards y Charlie Sheen acordaron que el que sea infiel debe pagar una multa de US$4 millones.
En Inglaterra, entre tanto, hasta ahora no valían esos acuerdos prenupciales, y las sumas de dinero que se han manejado recientemente no tienen mucho que envidiarle a Hollywood.
Un tribunal falló que Heather Mills debía recibir US$37 millones de la fortuna de Paul McCartney tras cuatro años de matrimonio.
Y otra británica, Beverley Charman, recibió US$75 millones luego de un matrimonio de 28 años con el magnate John Charman.
La abogada especialista en divorcios, Anne Kay, le dijo a la BBC que en el futuro quizás las parejas se pongan cada vez más creativas.
"Por ejemplo, no hay normativas que regulen la relación de los cónyuges con las mascotas. Quizás algunos quieran establecer claramente antes de casarse quién se queda con los gatos y quién se queda con los perros".
Barry: un padre muy exigente
Aunque no todos los acuerdos prenupciales son entre el novio y la novia.
Emma Carter y su esposo, una pareja de Liverpool, en el norte de Inglaterra, tuvieron que firmar un acuerdo con Barry, el padre de la novia.
El acuerdo establece que si se separan durante los primeros 10 años de matrimonio tendrán que pagarle a Barry el costo de la boda, que fue de US$36.000.
"Hemos estado casados por cinco años. Siempre bromeamos con que ahora nos quedan cinco años más para ser libres", le dijo Carter a la BBC.
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