Compartir vecindario con personas del mismo origen étnico puede proteger a las minorías de sufrir problemas mentales, como depresión o ansiedad, según un estudio británico realizado en varios barrios multiculturales de Inglaterra. La red de apoyos sociales y una menor percepción del racismo pueden estar detrás de este fenómeno.
Aunque estos barrios multiculturales suelen coincidir a menudo con las zonas más deprimidas y pobres de las ciudades, el estudio que publica esta semana la revista 'British Medical Journal' detecta ciertas ventajas para sus habitantes que se vienen discutiendo en la comunidad científica desde principios de siglo, con las primeras oleadas migratorias.
Jayati Das-Munshi, del Instituto de Psiquiatría del King's College londinense, entrevistó a más de 4.200 individuos de origen irlandés, caribeño, indio, paquistaní, bangladesí o británico en unas 892 áreas diferentes de toda Inglaterra.
Aquéllos que vivían en áreas con una elevada densidad de vecinos de su mismo origen étnico mostraron en las escalas de salud mental menor tasa de problemas como depresión o ansiedad. Y aunque estas mismas personas manifestaban tener mayor apoyo social y una menor percepción de actitudes racistas en su entorno, los investigadores reconocen que no está claro que sean éstas las causas de su mejor salud mental.
Como explica en un editorial en la misma revista Helen Lester, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), la idea de que vivir en un entorno poblado por personas de la misma etnia puede ser beneficioso data ya del año 1928, cuando empezó a estudiarse el efecto que tenían estos vecindarios en elementos como la tasa de ingresos hospitalarios o la incidencia de patologías como la esquizofrenia.
A pesar de ello, reconoce que el debate no está plenamente cerrado con este trabajo y habrá que seguir prestando atención a estas barriadas multiétnicas antes de poder emitir un diagnóstico preciso sobre su efecto benéfico.
elmundo.es
Aunque estos barrios multiculturales suelen coincidir a menudo con las zonas más deprimidas y pobres de las ciudades, el estudio que publica esta semana la revista 'British Medical Journal' detecta ciertas ventajas para sus habitantes que se vienen discutiendo en la comunidad científica desde principios de siglo, con las primeras oleadas migratorias.
Jayati Das-Munshi, del Instituto de Psiquiatría del King's College londinense, entrevistó a más de 4.200 individuos de origen irlandés, caribeño, indio, paquistaní, bangladesí o británico en unas 892 áreas diferentes de toda Inglaterra.
Aquéllos que vivían en áreas con una elevada densidad de vecinos de su mismo origen étnico mostraron en las escalas de salud mental menor tasa de problemas como depresión o ansiedad. Y aunque estas mismas personas manifestaban tener mayor apoyo social y una menor percepción de actitudes racistas en su entorno, los investigadores reconocen que no está claro que sean éstas las causas de su mejor salud mental.
Como explica en un editorial en la misma revista Helen Lester, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), la idea de que vivir en un entorno poblado por personas de la misma etnia puede ser beneficioso data ya del año 1928, cuando empezó a estudiarse el efecto que tenían estos vecindarios en elementos como la tasa de ingresos hospitalarios o la incidencia de patologías como la esquizofrenia.
A pesar de ello, reconoce que el debate no está plenamente cerrado con este trabajo y habrá que seguir prestando atención a estas barriadas multiétnicas antes de poder emitir un diagnóstico preciso sobre su efecto benéfico.
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