Con 27 años, Andrea siguió entregando todo su amor por ese pedacito de vida que aún latía en su panza. Y lo logró: 3 días después de que le diagnosticaran “muerte cerebral” y con apenas 27 semanas de gestación, nació su hija, Milagros, que hoy se encuentra “estable” en la Maternidad provincial de Córdoba.
Esta historia donde la tristeza y la alegría comparten el mismo lugar, comenzó el martes de la semana pasada: “La mujer ingresó con una hemorragia cerebral a partir de un aneurisma. Legalmente estaba muerta”, detalló a Clarín Carlos Simon, director del hospital Córdoba. No bien el equipo médico detectó el embarazo temprano que presentaba la paciente, todos los esfuerzos se direccionaron hacia allí. “Intentamos mantener el máximo tiempo posible los signos vitales de la chica mediante la medicación.
La idea era utilizar el vientre como una incubadora humana para así darle un poco más de tiempo en la gestación a la beba ”, indicó Simon.
El viernes, cerca de las 3 de la tarde y con su estado de salud irreversible, la mamá ingreso al quirófano acompañada del personal médico de la Maternidad. Media hora después, la médica Alejandra Vaccaro recibió en sus brazos a Milagros, que pesó 840 gramos.
“La verdad es que las sensaciones son encontradas. Es la primera vez que sucede algo así en esta provincia. Además del nacimiento de la beba, la familia optó por una donación múltiple de órganos que se realizó ese mismo día. Tuvieron un acto de amor admirable”, describió Simon. El mismo día del nacimiento y en un trabajo mancomunado entre los profesionales del hospital y la Maternidad, la pequeña fue trasladada a la sala de terapia intensiva de Neonatología, donde hoy se está recuperando.
La familia Pedernera vive estas horas atravesada por el dolor y la esperanza. Y la voz de Luis, el papá de la joven que murió, así lo hace notar: “Mirá, muchas ganas de hablar no tengo. Lo que sí te puedo decir es que el nacimiento de la beba hace que tanto dolor sea más llevadero”, dijo a Clarín el abuelo de Milagros, vía telefónica. La pequeña no es su primera nieta, pero sin dudas significa algo muy especial para él y su esposa Marta. “Vamos a verla todos los días y se va a venir a vivir con nosotros”, señaló con su voz entrecortada.
Por último y antes de que la emoción le impidiera seguir, Luis describió a su hija como “una peleadora de la primera hora; que siempre le ponía el pecho a todas las malas que se le cruzaban en el camino.
Había tenido un episodio similar hace 3 años y pudo sortearlo.
Andrea era una copia mía en versión mujer”, concluyó.
Desde la Maternidad, el jefe de guardia, Eduardo Carelli, indicó que “estos casos se siguen día a día, hora a hora. La beba se encuentra estable, en incubadora, con asistencia respiratoria y siendo monitorizada constantemente. Si bien bajó algunos gramos, esto es algo normal que sucede con todos los recién nacidos”, puntualizó.
En el primer piso del hospital y en salas de otros sectores, las enfermeras espían a Milagros.
“Todas nos sentimos un poquito mamá de esta beba” , contó una de ellas al pasar. Mientras tanto, la pequeña descansa en su incubadora intentando –nuevamente– hacerle honor a su nombre.
lanacion.com
Esta historia donde la tristeza y la alegría comparten el mismo lugar, comenzó el martes de la semana pasada: “La mujer ingresó con una hemorragia cerebral a partir de un aneurisma. Legalmente estaba muerta”, detalló a Clarín Carlos Simon, director del hospital Córdoba. No bien el equipo médico detectó el embarazo temprano que presentaba la paciente, todos los esfuerzos se direccionaron hacia allí. “Intentamos mantener el máximo tiempo posible los signos vitales de la chica mediante la medicación.
La idea era utilizar el vientre como una incubadora humana para así darle un poco más de tiempo en la gestación a la beba ”, indicó Simon.
El viernes, cerca de las 3 de la tarde y con su estado de salud irreversible, la mamá ingreso al quirófano acompañada del personal médico de la Maternidad. Media hora después, la médica Alejandra Vaccaro recibió en sus brazos a Milagros, que pesó 840 gramos.
“La verdad es que las sensaciones son encontradas. Es la primera vez que sucede algo así en esta provincia. Además del nacimiento de la beba, la familia optó por una donación múltiple de órganos que se realizó ese mismo día. Tuvieron un acto de amor admirable”, describió Simon. El mismo día del nacimiento y en un trabajo mancomunado entre los profesionales del hospital y la Maternidad, la pequeña fue trasladada a la sala de terapia intensiva de Neonatología, donde hoy se está recuperando.
La familia Pedernera vive estas horas atravesada por el dolor y la esperanza. Y la voz de Luis, el papá de la joven que murió, así lo hace notar: “Mirá, muchas ganas de hablar no tengo. Lo que sí te puedo decir es que el nacimiento de la beba hace que tanto dolor sea más llevadero”, dijo a Clarín el abuelo de Milagros, vía telefónica. La pequeña no es su primera nieta, pero sin dudas significa algo muy especial para él y su esposa Marta. “Vamos a verla todos los días y se va a venir a vivir con nosotros”, señaló con su voz entrecortada.
Por último y antes de que la emoción le impidiera seguir, Luis describió a su hija como “una peleadora de la primera hora; que siempre le ponía el pecho a todas las malas que se le cruzaban en el camino.
Había tenido un episodio similar hace 3 años y pudo sortearlo.
Andrea era una copia mía en versión mujer”, concluyó.
Desde la Maternidad, el jefe de guardia, Eduardo Carelli, indicó que “estos casos se siguen día a día, hora a hora. La beba se encuentra estable, en incubadora, con asistencia respiratoria y siendo monitorizada constantemente. Si bien bajó algunos gramos, esto es algo normal que sucede con todos los recién nacidos”, puntualizó.
En el primer piso del hospital y en salas de otros sectores, las enfermeras espían a Milagros.
“Todas nos sentimos un poquito mamá de esta beba” , contó una de ellas al pasar. Mientras tanto, la pequeña descansa en su incubadora intentando –nuevamente– hacerle honor a su nombre.
lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario