domingo, 17 de octubre de 2010

¿Qué ves cuando me ves?

Se puede grabar y conservar como si fuera un cortometraje en DVD, elegir una imagen para ampliar y colgar en un cuadrito, y hasta dejar el disco abierto para tomar revancha en una futura sesión si el perfil que el bebe mostró durante los diez minutos de fama no es del todo convincente. Se puede acceder o no a esta escala (ni elemental ni imprescindible para la clínica), relativamente nueva todavía, en el tramo final de la aventurera vida preparto. Y se puede, también, indagar qué es lo que se ve más allá de la mueca graciosa que de pronto copa la pantalla plana de un equipo de última generación. Así, tanto desde el punto de vista de la técnica como, por supuesto, para la ciencia, y para los futuros papás, las posibilidades de la ecografía 4D están echadas. Y aunque los intereses y las demandas que se le hacen a esta herramienta -que en obstetricia parecería más amiga del marketing que de la medicina- no son las mismas para todos, esa insaciable protagonista de hoy que se llama tecnología ya prepara su próximo salto.
Si bien ya pasó una década desde que el primer aparato 4D hizo su aparición en el mercado mundial, este estudio que toma por cuarta dimensión el movimiento en tiempo "casi" real sigue conquistando terreno y popularidad a medida que se gana el corazón de los padres, sobre todo de los primerizos, e incluso de algunos muy escépticos, que terminan por conceder dinero al deseo de ver la cara de su hijo antes de que salga de la panza de la mamá. Muchos aseguran que después del parto, si no lo pensaron, dijeron: ¡estás igual!
"Pero la tecnología a veces avanza más de lo que tiene utilidad", advierte el Dr. Horacio Aiello, médico de planta del servicio de Obstetricia del Hospital Italiano de Buenos Aires. "En realidad, la revolución en el diagnóstico prenatal fue la ecografía, ni la 3D ni la 4D. Ahora se usa mucho esto para vender las caritas, pero la utilidad sigue siendo una buena 2D. Cuando tengo un paciente con problemas, los veo en una ecografía convencional y, una vez que tengo el diagnóstico, entonces sí me gustaría estar con un equipo de última generación, pero no es porque la 4D me vaya a salvar", ejemplifica el doctor de la unidad de medicina fetal, que lejos de estar enemistado con la tecnología maneja a diario estas máquinas modernas. "La ecografía está avanzando mucho, por un lado, en la calidad de la imagen y, por otro, en ver qué significa lo que se está viendo. Eso está creciendo: el conocimiento de la salud del bebe a través de la ecografía, pero no a través de nuevas técnicas de ecografía. Es decir, ahora se produce un montón de información sobre la etapa prenatal, lo cual sigue siendo nuevo, porque antes el feto era una caja negra."
Lo que Aiello quiere decir -además de que "la ecografía 4D no es indispensable en el control obstétrico del embarazo"- es que, sin duda, una mejor imagen intrauterina trae aparejada una mayor cantidad de datos que habrá que saber evaluar, considerar y estudiar.
En esta dirección va también la opinión del jefe de departamento de Ecografía y Diagnóstico Prenatal del Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (Cegyr), Jorge Hamer, que considera que "el advenimiento de nueva tecnología de software mejora la imagen y esto redunda en la calidad, que ayuda al operador a la hora de la interpretación". El doctor coincide también en que la aplicación clínica de la tecnología 3D live se va produciendo día a día, aunque no se ha generado aún un cambio revolucionario como fue el doppler.
Tan cierto como que hoy los rostros de los bebes antes de nacer se ven más lindos que hace cinco años es que dentro de la misma cantidad de tiempo podrán apreciarse todavía mejor. Pero con relación a las puertas que abre una calidad de imagen cada vez más fiel, precisa y definida, el médico observa: "Desde la aparición de la ecografía comúnmente conocida como 4D muchos grupos han intentado aplicarla a la interpretación del comportamiento fetal, basados en estudios de conducta en recién nacidos. Ya en 2005, neurofisiólogos trataron de aplicarlo, sobre todo en el tercer trimestre del embarazo, para poder observar gesticulaciones tales como sonrisas y gestos que impresionan, como «pucheros» o «llantos», que generan diferentes interpretaciones en el observador".
Para que haya, entonces, una cara de enojo o una sonrisa, existiría de un lado o del otro de la panza de mamá un estímulo generador de esa mueca, que todavía carece de una lectura unánime y completamente valiosa. Por ejemplo: se sabe que la sonrisa puede apreciarse en algunos fetos cuando degluten y eso lleva a preguntarse si será por el sabor del líquido amniótico. De la misma manera, se han encontrado expresiones faciales de enojo ante la estimulación vibroacústica. Hamer repara en que, en oportunidades, ante estímulos externos hay fetos que responden de cierta manera y posteriormente, frente a lo mismo, la respuesta puede ser diferente. "El desafío es la interpretación de estas imágenes, buscando patrones de normalidad, en las diferentes semanas de embarazo", indica el especialista, que por sobre todo destaca que estos son signos de vitalidad del bebe.
Mientras la ciencia le saca jugo a la tecnología y esta se apura por superarse, es importante no perder de vista que, más allá de la satisfacción y curiosidad de encontrarse cara a cara con su hijo antes de nacer, en el embarazo hay dos ecografías que se han vuelto realmente importantes para la clínica como métodos de detección precoz de posibles enfermedades: el screening del primer trimestre, que se realiza en la semana 12 (se observa y se mide la translucencia nucal, entre otros aspectos), principalmente para la detección de patologías cromosómicas, y el scan detallado fetal, un estudio de barrido que se hace entre las semanas 18 y 23 del embarazo.
Después sí, un retrato bicolor podrá decir más que mil palabras. Y el guiño de un ojo o un bostezo aportarán a los padres más condimentos en el misterioso juego de desentrañar cómo será ese chico que dentro de la panza ya apretó el botón y puso a correr su tiempo de descuento.
Por Constanza Bertolini

LA PROXIMA REVOLUCION
Saber más, siempre lo que viene. Esa ansiedad, esa sed de conocimiento que cada investigador afila en su rama de estudio, tiene en el campo de la obstetricia una sospecha que subraya aquello que "la imagen no es todo". En este sentido, el Dr. Aiello señala el diagnóstico genético prenatal mediante el análisis de ácidos nucleicos en sangre materna como el próximo gran paso.
"Para el diagnóstico de enfermedades genéticas hasta ahora se requiere de un procedimiento mínimamente invasivo (la punción), que, como tiene un pequeño riesgo, no se hace en forma masiva. Esto es lo que puede llegar a cambiar ahora: hay estudios registrados en los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (entre los cuales participa el Hospital Italiano de Buenos Aires) en los que ya empieza a verse una técnica mediante la cual, con un examen de sangre de la madre, se puede hacer un estudio genético del bebe.
Hoy, en casos muy puntuales (para conocer el sexo o el factor RH), ya se realizan pruebas semejantes, pero no sirven aún para detectar patologías cromosómicas, como síndrome de Down. "Eso es lo que viene y va a ser una revolución -confía Aiello-, porque si en los próximos años voy a poder tener estudios genéticos sin pinchar la panza, eso cambiará notablemente el manejo de los embarazos."

LA ESPECTACULARIDAD DE LA IMAGEN
Mientras los cerebros de las principales empresas de tecnología desarrollan en los laboratorios del mundo, a puertas cerradas con celosías (y celo), su próximo gran invento, en nuestro país se oye que la siguiente vuelta de tuerca de la ecografía 4D tendrá nombre de película: Matrix. Tanto en General Electric (GE) como en Philips y en Medison, tres de las marcas líderes de este competitivo mercado, conocen las ventajas que propone la incorporación en sus ecógrafos de transductores matriciales: pequeños y maleables, ya no mecánicos sino eléctricos, describen su barrido en distintos ejes y acercan a la llamada cuarta dimensión a un -ahora sí- tiempo real del movimiento del feto en el útero materno, según explica e ilustra con videos y fotos Leonor Francis Frank, especialista en producto y aplicación de Philips para América latina.
Si para unos la novedad parece no ser completa (en GE cuentan que este lanzamiento ya fue realizado y que en nuestro país hay unos pocos aparatos de estas características) y la relación costo-beneficio está siendo analizada (GE y Medison concuerdan en que el precio de la tecnología matricial es muy alto y no igualmente exponencial la mejora en la imagen que ofrecen), Philips ya anuncia para 2011 el desembarco de Matrix en la Argentina.
Así como Ariel Desseno, manager de ventas de productos de ultrasonido de GE, destaca entre los avances de la eco obstétrica el 4D cardíaco (Stic, que permite que sea analizado el corazón sin tener a la paciente presente), el 3D de estructuras cerebrales y las mediciones automatizadas de la translucencia nucal, que pueden hacerse con modernos aparatos, también observa los buenos resultados que ha tenido un ecógrafo 4D portátil que luce como una laptop y pesa solamente 4 kilos. Asimismo, Desseno vislumbra otras novedades que volverían a poner el foco en la espectacularidad de la imagen, como la aparición de monitores 3D, "como los que van a ser aplicados en TV, pero en relación con el ultrasonido". ¿Será que en un futuro no muy lejano los padres verán a sus hijos antes de nacer a través de un par de anteojitos de colores?

lanacion.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Dr Aielo por al menos intentar ayudar a mi hijita, aunque ella fallecio al nacer yo estoy en paz por haber intentado todo para salvarla gracias a su ayuda hoy tengo dos hermosos bebes...Bety