Sebastián A. Ríos
LA NACION
Una suerte de guitarra que utiliza una asadera como caja de resonancia y en la que en vez de rasgar las cuerdas se tocan botones para obtener acordes; una gaita que prescinde de los pulmones del ejecutante y toma aire de un salvavidas inflable de juguete; una flauta armada con un inflador de bicicleta...
"Uno descubre que todo suena", asegura Mariano Colombo, antropólogo platense de 29 años, actualmente radicado en Necochea, provincia de Buenos Aires, y uno de los 27 finalistas -el único sudamericano- de la edición para jóvenes 2010 del premio Rolex a la iniciativa, que distingue proyectos innovadores en distintas disciplinas.
El de Mariano Colombo se encuadra en la categoría Salud, y consiste en el desarrollo de instrumentos musicales a partir de materiales reciclados, diseñados especialmente para ser utilizados por personas con distintos tipos de discapacidad en el contexto de tratamientos de musicoterapia.
Si el suyo es uno de los cinco proyectos ganadores, lo que se sabrá en estos días, recibirá 50.000 dólares para producir a mediana escala sus instrumentos musicales, donarlos a centros de salud de bajos recursos de la provincia de Buenos Aires y entrenar a los profesionales que trabajarán con ellos con los pacientes.
La idea de crear instrumentos musicales adaptados a las necesidades especiales de los pacientes con discapacidad surgió unos cinco años atrás. "Entonces, yo fabricaba instrumentos para un grupo de música en el que hacíamos instrumentos informales -cuenta-. Nos vio una terapista musical de Buenos Aires, Leticia Alberti, y se interesó por las propiedades de nuestros instrumentos, con la idea de ver si podían funcionar en terapias musicales."
Así, la musicoterapeuta proponía a Mariano las dificultades que había que superar con los instrumentos por crear: "Una chica se había caído de un caballo y había quedado con una reducción de la movilidad de los miembros superiores -recuerda Colombo-. Creamos para ella una guitarra a partir de una asadera, pero en la que no hay que rasgar las cuerdas, sino presionar botones, que al ser accionados tocan varias cuerdas a la vez" (foto superior).
Para pacientes con lesiones medulares que tenían limitaciones en el uso de los músculos del tórax desarrollaron instrumentos de viento que no necesitaban ser soplados, ya que estaban conectados a juguetes inflables (foto inferior derecha). "Al apretar el pato inflable el paciente obtiene el aire necesario parar hacer sonar el instrumento", explica.
Así, los instrumentos creados por Colombo fueron probados y usados en sesiones de musicoterapia por Leticia Alberti en Fleni. "Ella me decía si funcionaban o no, ya que la idea era reemplazar los instrumentos musicales tradicionales que están pensados para personas sin problemas físicos."
Y agregó: "Lo que buscamos es que se conviertan en un puente entre el musicoterapeuta y el paciente, lo que en estos casos no se puede lograr con un instrumento normal que el paciente no puede tocar".
Reciclar
Ya desde sus comienzos, los instrumentos musicales creados por Mariano Colombo tienen una particularidad: todos son confeccionados con materiales reciclados, reutilizando objetos descartados, como basura urbana, caños de PVC, jeringas de plástico, baldes de pintura.
"El hecho de que puedan ser fabricados con materiales reciclados no sólo es ventajoso económicamente, sino también socialmente, pues eso impulsa la creatividad, presenta ventajas ecológicas y los hace factibles de recrear en contextos familiares y comunitarios locales a partir de cursos de capacitación", puede leerse en el proyecto presentado por Colombo a los premios Rolex.
lanacion.com
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Una suerte de guitarra que utiliza una asadera como caja de resonancia y en la que en vez de rasgar las cuerdas se tocan botones para obtener acordes; una gaita que prescinde de los pulmones del ejecutante y toma aire de un salvavidas inflable de juguete; una flauta armada con un inflador de bicicleta...
"Uno descubre que todo suena", asegura Mariano Colombo, antropólogo platense de 29 años, actualmente radicado en Necochea, provincia de Buenos Aires, y uno de los 27 finalistas -el único sudamericano- de la edición para jóvenes 2010 del premio Rolex a la iniciativa, que distingue proyectos innovadores en distintas disciplinas.
El de Mariano Colombo se encuadra en la categoría Salud, y consiste en el desarrollo de instrumentos musicales a partir de materiales reciclados, diseñados especialmente para ser utilizados por personas con distintos tipos de discapacidad en el contexto de tratamientos de musicoterapia.
Si el suyo es uno de los cinco proyectos ganadores, lo que se sabrá en estos días, recibirá 50.000 dólares para producir a mediana escala sus instrumentos musicales, donarlos a centros de salud de bajos recursos de la provincia de Buenos Aires y entrenar a los profesionales que trabajarán con ellos con los pacientes.
La idea de crear instrumentos musicales adaptados a las necesidades especiales de los pacientes con discapacidad surgió unos cinco años atrás. "Entonces, yo fabricaba instrumentos para un grupo de música en el que hacíamos instrumentos informales -cuenta-. Nos vio una terapista musical de Buenos Aires, Leticia Alberti, y se interesó por las propiedades de nuestros instrumentos, con la idea de ver si podían funcionar en terapias musicales."
Así, la musicoterapeuta proponía a Mariano las dificultades que había que superar con los instrumentos por crear: "Una chica se había caído de un caballo y había quedado con una reducción de la movilidad de los miembros superiores -recuerda Colombo-. Creamos para ella una guitarra a partir de una asadera, pero en la que no hay que rasgar las cuerdas, sino presionar botones, que al ser accionados tocan varias cuerdas a la vez" (foto superior).
Para pacientes con lesiones medulares que tenían limitaciones en el uso de los músculos del tórax desarrollaron instrumentos de viento que no necesitaban ser soplados, ya que estaban conectados a juguetes inflables (foto inferior derecha). "Al apretar el pato inflable el paciente obtiene el aire necesario parar hacer sonar el instrumento", explica.
Así, los instrumentos creados por Colombo fueron probados y usados en sesiones de musicoterapia por Leticia Alberti en Fleni. "Ella me decía si funcionaban o no, ya que la idea era reemplazar los instrumentos musicales tradicionales que están pensados para personas sin problemas físicos."
Y agregó: "Lo que buscamos es que se conviertan en un puente entre el musicoterapeuta y el paciente, lo que en estos casos no se puede lograr con un instrumento normal que el paciente no puede tocar".
Reciclar
Ya desde sus comienzos, los instrumentos musicales creados por Mariano Colombo tienen una particularidad: todos son confeccionados con materiales reciclados, reutilizando objetos descartados, como basura urbana, caños de PVC, jeringas de plástico, baldes de pintura.
"El hecho de que puedan ser fabricados con materiales reciclados no sólo es ventajoso económicamente, sino también socialmente, pues eso impulsa la creatividad, presenta ventajas ecológicas y los hace factibles de recrear en contextos familiares y comunitarios locales a partir de cursos de capacitación", puede leerse en el proyecto presentado por Colombo a los premios Rolex.
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